Siéntate… no hay prisa para que llegue el futuro de la biblioteca. Tarde o temprano llegará… aunque cuando llegue para ti seguirá siendo presente. Pero no te sientes de manera pasiva. Activa tu mente y la comunicación con tus usuarios para construir bibliotecas útiles y necesarias. Y es que la biblioteca del futuro empieza por la construcción de la biblioteca del presente.

En ocasiones cuando uno reflexiona sobre el futuro piensa que está construyendo castillos (en este caso bibliotecas) en el aire. Bibliotecas que se van a construir solas de la noche a la mañana y que van a aparecer por arte de magia, sin tener en cuenta que para llegar a ese objetivo futuro hay que trabajar (y mucho) el presente. Hay que ir construyendo el camino. Caminos, incluso, por los que nadie ha pasado anteriormente.

La lectura del libro “Biblioteca pública: mientras llega el futuro” de Fernando Juárez es un libro que, sin duda, te hace reflexionar sobre la construcción de esas bibliotecas en el aire y sobre la necesidad e importancia de trabajar el presente de esas bibliotecas para conseguir aquello que se imagina y/o desea.

Las bibliotecas ante los nuevos retos: lo electrónico y lo digital

La colaboración con otras bibliotecas, con las administraciones y con sus usuarios es la piedra angular de las bibliotecas para el buen funcionamiento de sus servicios. Colaboración a la que habría que sumar la innovación y la necesidad de los usuarios como piezas clave en la construcción de ese hipotético futuro.

Servicios bibliotecarios en los cuales lo electrónico y digital cobran una especial importancia, y que no deben olvidar los servicios tradicionales que mayor tirón tienen entre los usuarios: el préstamo, la formación y la información.

El préstamo digital de libros electrónicos es uno de esos nuevos servicios. Las bibliotecas tienen que atender las posibles nuevas demandas de sus usuarios en cuanto a lectura digital. Nuevo servicio que ha de acompañar al préstamo del libro impreso (servicio estrella de las bibliotecas) y no caer en tópicos como que a mayor dispositivos móviles hay un aumento de lectura digital o que el préstamo electrónico en bibliotecas va a frenar la piratería.

Bibliotecas que han de construir colecciones digitales salvando tres problemas con los que se van a encontrar:

  1. Las bibliotecas ofrecen en electrónico lo que la industria editorial decide.
  2. El DRM es un mal necesario para que las editoriales confíen en las bibliotecas.
  3. Es probable que las futuras colecciones de libros no pertenezcan a las bibliotecas.

Sin plataforma no hay préstamo digital; si no controlas la plataforma no controlas el servicio; si no controlas el servicio tu intermediación dejará mucho que desear y tendrás un gran problema.

El otro servicio a tener en cuenta es la presencia digital (el acercamiento a sus usuarios) de las bibliotecas. Es una de las tareas pendientes y a mejorar en muchas bibliotecas. Tal y como comenta Fernando Juárez, las webs de las bibliotecas son testimoniales, mejorables y aburrida.

La biblioteca tiene que pensar en entrar a sus usuarios a través de sus dispositivos móviles, usar códigos QR para hacer que descubran información, contactar con ellos a través de Whatsapp, informarles a través de revistas digitales, hacerles protagonistas de la biblioteca a través de las redes sociales…

Los usuarios son imprescindibles en las bibliotecas

Sin usuarios no hay bibliotecas… y si las bibliotecas no ofrecen servicios que puedan ser de utilidad a estos usuarios está claro que no harán uso de las bibliotecas. Las bibliotecas se deben adaptar a ellos y es importante su opinión para poner en marcha servicios en la biblioteca (No hay que aplicar la máxima de todo para el pueblo pero sin el pueblo). Y es que las bibliotecas necesitan a los usuarios tanto como los usuarios necesitan a las bibliotecas.

En la actualidad, la valoración (estima) que las bibliotecas tienen de los usuarios supera al de su colección. Y es deseo de la biblioteca que los usuarios siguen considerando de utilidad a las bibliotecas.

Eso sí, la biblioteca debe acercarse a los usuarios, hacer que participen en lo que es la biblioteca. Aunque hay una clara preocupación de que las bibliotecas vayan con todas sus buenas intenciones y que los usuarios no quieran participar en esa construcción y mantenimiento de las bibliotecas.

Tal y como comenta el autor del libro, la participación de los usuarios será lo que más impulse la adopción de nuevas tecnologías, la mejora de servicios y el rediseño de los espacios físicos y digitales.

Las bibliotecas deben propiciar el intercambio de opiniones, hacer que el usuario recomiende lecturas al resto de usuarios. Sembrar conversaciones, como indica Fernando Juárez. Por lo que han de crear servicios de lectura más personalizados a través de dichas opiniones y acercarse a los creadores de contenidos para que aporten a la biblioteca… y sin pasar por alto que quizás esos creadores de contenidos necesiten formación, información y ayuda por parte de las bibliotecas.

El bibliotecario/a ante su constante necesidad de adaptación

El factor humano sigue siendo imprescindible en las bibliotecas. Los bibliotecarios y bibliotecarias son el motor de las bibliotecas, pero se hace imprescindible (también) la demostración continua de necesidad.

Está claro que la adaptación está en el ADN del personal bibliotecario. Adaptación que no se enseña ni se cuenta en manuales, pero que es muy necesaria para crear bibliotecas y servicios de utilidad a la sociedad.

Profesionales que deben ser competentes digitalmente para crear bibliotecas competentes digitalmente. Profesionales que deben entender que la comunicación online también requiere del factor humano, que deben entender el mundo del libro electrónico y que deben entender y dominar las técnicas para separar y dar al usuario información de calidad ante tanta abundancia.

8 frases a tener en cuenta sobre el presente y futuro de la biblioteca

  1. Mientras llega el futuro se ha de adaptar y mejorar el presente.
  2. Hay que conocer (y medir) el pasado para entender el presente y, a ser posible, mejorar el futuro.
  3. La transformación de la biblioteca no llegará hasta que no se supere la falta de tiempo, oferta escasa y desfasada y rigidez con las normas bibliotecarias.
  4. Sin usuarios la biblioteca no existe.
  5. La biblioteca debe adaptarse a los usuarios.
  6. Las bibliotecas necesitan profesionales que dominen un conjunto de nuevas competencias.
  7. El factor humano sigue siendo necesario en las bibliotecas.
  8. Los bibliotecarios/as son necesarios, pero no imprescindibles.

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