La redacción es un arte que permite expresarte de mil y una formas a través de una hoja en blanco. Es un lienzo donde podrás exponer tus sentimientos, deseos y emociones, a través del cual el resto del mundo te observará y en algunos casos, sabrán un poco más acerca de ti, de quien eres.

Si tu idea es sentarte a redactar una novela, incursionar en este mundo de la ciencia, la ficción, el romanticismo, entre otros, pero no sabes cómo hacerlo, a través de los tips que te doy a continuación, podrás tener una idea de cómo comenzar o por dónde empezar.

1. Busca una idea

Puede que tengas una idea de lo que quieras escribir, como puede que no… y no pasa nada si no la tienes. Puedes buscar inspiración e ideas de cualquier parte; en internet por ejemplo, existen innumerables opciones que te pueden permitir conseguir esa idea que necesitas para poder darle inicio a la elaboración de tu novela. Ahora bien, si ya tienes tu idea, debes tomar en cuenta que necesitas de dos elementos esenciales para que una novela sea considerada como tal, a saber:

  • Debe ser concreta: la presentación y la narración no deben ser generalizadas, sus narraciones deben ser lo más explícito posible, a fin de permitirle al lector tener una idea de lo que se desea transmitir. En este sentido, la narración de aspectos como los personajes, lugares, épocas y razones, son de vital importancia.
  • El protagonista debe contar con un reto: siempre le da el toque interesante un problema a resolver antes de llegar al final o desenlace de la historia porque de lo contrario, resultaría aburrido y poco atractivo al lector. En este sentido, las adversidades siempre serán necesarias al momento de realizar una novela, para dar la sensación de victoria a final de la misma.

2. Define los personajes que intervendrán en la novela

Crea la vida de cada uno de los participantes de la novela y trata de ser lo más explícito posible. Habla de su biografía, de sus vidas, otros personajes con los que se relacionan, entre otros aspectos. Elabora el mundo donde se van a desenvolver y permite que el lector quede atrapado en ello, descubriendo a cada uno de los actores o personajes que intervienen.

3. Establece la trama de la novela

Define el camino de la novela que vas a realizar. En este sentido, es importante señalar que muchos escritores realizan novelas en base a anécdotas, romanticismo, relatos históricos, sabiendo solo el inicio de ello, sin un rumbo fijo más que el que su imaginación les permita desarrollar, mientras que muchos otros planifican lo que realmente quieren alcanzar.

Por ello te invito a que evalúes la dirección que va a llevar tu novela y que tomes una pausa para verificar si va por el camino correcto, ya que, en muchos casos, quienes dejan la evolución de la novela sin rumbo establecido, mayormente no terminan con éxito su trabajo.

4. Estudia a tu personaje principal

El personaje principal es quien será tu acompañante a lo largo de toda la travesía que desarrollas, por ello debes conocerlo muy bien, saber quién es, que quiere, que aspiraciones tiene, sus deseos, sus sueños y general todo. Debes conocerle muy bien tanto por dentro como por fuera, es decir, tratarlo como más que un hijo. La identificación y los rasgos del protagonistas son indispensables dentro de la novela, así como la de los personajes secundarios; cada quien va a tener un papel específico por lo que es fundamental conocerlos a fondo.

Cuando te suceden cosas, sueles cambiar de opinión, maduras con el tiempo y aprendes a tomar mejores decisiones, lo mismo sucede con los personajes tanto principales como secundarios de una novela. Es por ello que la atención al detalle siempre es de vital importancia, ya que enriquece el contenido de la novela.

5. Presta mucha atención al principio y al final de la novela

La piedra angular de atención en una novela es la forma en la que comienza y en la que termina. El comienzo será la llamada de atención del lector y de ello dependerá si continua con la lectura o la abandona. En muchos casos, el inicio suele escribirse luego de terminada la novela, porque de esta forma tienes una idea más clara de cómo captar la atención del lector.

Por otra parte, el desenlace o final de la novela también es un elemento fundamental puesto que de ello depende los comentarios o críticas de la misma. Los lectores siempre buscan un desenlace acorde con la trama, donde se haga justicia y el protagonista logre su cometido. Esto permitirá al lector estar atento a próximas publicaciones, bien por una secuencia o bien por una nueva narración.