Vivimos en un mundo cada vez más digital y tecnológico. De hecho se dice que cada dos años se duplica la información existente en el mundo… lo que es una auténtica barbaridad. Mucha culpa de esto la tiene la evolución tecnológica que no deja de sorprendernos cada día. Todo a nuestro alrededor se está digitalizando: la música, la fotografía, la información, la manera difundir esa información, el libro (aunque se está resistiendo al cambio de formato), nuestra comunicación con otras personas, la creación de contenidos y la construcción de relaciones o comunidades… Pero, ¿y los bibliotecarios/as? ¿Se están adaptando a estos cambios? ¿Tienen las competencias digitales para sobrevivir en este mundo tecnológico de sobreinformación o infoxicación?
Sin dudarlo diría que sí. Un si quieres, puedes… y más si tienes un buen equipo a tu alrededor. Un buen equipo alrededor que motive al bibliotecario en esa adaptación y que además le forme en el uso de las nuevas tecnologías, dispositivos, plataformas y herramientas online. Y, por supuesto, ese buen equipo del que hablo no tiene porqué estar a 20 metros de distancia, puede estar en la otra punta del mundo y sentir esa motivación y experimentar esa formación a través de la comunicación y plataformas online.
Y es que Internet y la tecnología han abierto una nueva ventana en la forma de comunicarnos, de informarnos, de crear contenidos e, incluso, está cambiando el soporte de nuestros libros. Nuevas formas que tocan bien de lleno al mundo de las bibliotecas y a los profesionales que trabajan en ellas. Profesionales que deben estar preparados para este mundo tecnológico, de información y de comunicación.
Un mundo en el cual si no estás preparado te puedes quedar atrás. Un mundo que crece entre grandes cantidades de información y que dificulta a las personas conocer la veracidad de la información dada (hay personas que no saben distinguir las informaciones relevantes en Internet o que dan por buena información que en realidad es publicidad). Un mundo en el cual los dispositivos de acceso a la información están cambiando, de hecho las búsquedas a través de smartphones ya superan las búsquedas a través del PC. Y un mundo en el que conviven la lectura de libros en papel y la lectura de libros sobre pantalla.
Ante todo este panorama, ¿cómo pensar que los bibliotecarios/as no van a estar preparados? No estarlo supondría un suicidio profesional sin precedentes. Por suerte los bibliotecarios/as están preparados (aunque los cambios cuesten) para este mundo tecnológico y digital en el cual la información fluye sin cesar. Preparación y adaptación que realizan para seguir la estela (e incluso tratar de ir un paso por delante) de la sociedad y dar buena cuenta de la importancia de las bibliotecas.
Ahora bien, ¿qué competencias digitales y tecnológicas debe tener un bibliotecario/a?
Conocimiento tecnológico y digital. La tecnología, los dispositivos y las plataformas nacen, crecen y evolucionan a pasos agigantados. El personal bibliotecario debe conocer, utilizar y tratar de sacar el máximo partido de aquellas que tengan sentido dentro de su ámbito laboral y proyección hacia el exterior (hacia sus usuarios). Deben evaluar su utilidad y uso, así como poner en práctica un uso responsable de las mismas acorde a los principios y objetivos de la propia biblioteca.
Comunicación en red. El bibliotecario/a debe saber comunicarse de manera efectiva a través de la red, tanto en tiempo real como de manera asíncrona. Además debe participar proactivamente en conversaciones y debates que aporten valor a su propia biblioteca. También debe identificar nuevos espacios en los que pueda participar y que sean de su interés.
Trabajo en equipo en red. El bibliotecario/a debe trabajar y producir documentos colaborativos en línea de manera productiva. Además debe saber coordinarse, comunicarse y gestionar de forma eficiente los tiempos y los recursos. Debe fomentar el trabajo en equipo y la generación de interacciones y colaboraciones en red.
Orientación al usuario online. Las redes sociales posibilitan a las bibliotecas un mejor conocimiento de sus usuarios y de las necesidades que surgen a su alrededor a través de la monitorización de estos. Los bibliotecarios/as tienen que establecer mecanismos para conversar y comunicarse con sus usuarios, además les van a servir para estar informados de las novedades e intereses de su comunidad de usuarios y del sector.
Gestión de la información de Internet. El bibliotecario/a debe ser un perfecto conocedor del mundo informativo online y debe ser eficiente en sus búsquedas (también en las búsquedas de información en tiempo real). Debe gestionar su lista de fuentes de información fiables y que le van a ser de utilidad para su desarrollo profesional. Tiene que ser evaluador de la calidad, fiabilidad, pertinencia, exactitud y utilidad de la información… por lo que debe saber localizar y distinguir fuentes de información. La organización de la información también debe saber aplicarla en este nivel de información online. Por último, debe ser perfecto conocedor de los derechos de la información, derechos de autor y de temas de seguridad online.
Aprendizaje continuo. Internet posibilita que el bibliotecario/a se formar y esté informado de las novedades en su sector. Debe prestar especial atención al uso de herramientas, plataformas y dispositivos para su aplicación en la biblioteca y en beneficio de sus usuarios o el trabajo interno. El bibliotecario/a debe participar en actividades formativas (cursos, jornadas, seminarios, comunidades de prácticas…) y tratar de contribuir al máximo en la formación del resto de compañeros.
Liderazgo digital. El bibliotecario/a debe fomentar, impulsar y facilitar la utilización de herramientas digitales en función de los objetivos de la propia biblioteca. Además debe promover y facilitar la circulación de información entre compañeros internos para mantener al equipo informado y externos a través de los canales digitales / sociales para dar visibilidad a su conocimiento y mantener el contacto con otros profesionales del sector. Sin duda que debe trabajar la generación de confianza, fomentar la participación, gestionar conflictos, escuchar a sus compañeros y conseguir el compromiso de todos.
Cazador de tendencias digitales. El bibliotecario/a debe tener la suficiente visión estratégica como para ver el éxito (o fracaso) de las tendencias digitales dentro de su propia biblioteca. Debe generar acciones concretas para conseguir los objetivos de la biblioteca y tratar de llevarla a un estadio de excelencia máxima.
Imagen cortesía de Shutterstock
[Competencias digitales sacadas y adaptadas del post: Las 8 competencias digitales que todo profesional debe tener]
[Texto publicado en la Revista DESIDERATA]
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