No me gusta el rol de hater que algunos me han puesto con mi actitud en cuanto al libro electrónico, es más, me gustaría que triunfase porque eso significaría que triunfaría la lectura… pero tampoco quiero decir que el libro electrónico sea la leche y que crece y supera al libro en papel cuando no es cierto. No lo supera ni en índice de producción, ni en ventas, ni en niveles de lectura.

 

Bien es cierto que la lectura digital va creciendo poco a poco, y que poco a poco se va introduciendo en la vida de las personas… pero es que tiene un duro competidor: el LIBRO EN PAPEL. Duro competidor que la música o la fotografía digital no se encontró con sus hermanos en papel, y que ahora sí se está encontrando el periódico. Destaca El País que los lectores digitales se triplican en España en 4 años… sí, ahora hay un 17,7% de las personas que leyó en formato digital en el último año frente al 59% que lo hizo en papel.

Ambos formatos tienen sus beneficios y no voy a negar, para nada, la comodidad de un libro electrónico frente a uno en papel. Hace un tiempo le quise dar una oportunidad al libro digital (hace unos 3-4 años), pero a los pocos meses lo abandoné por la escasa oferta existente y falta de acceso de manera legal. Quizás ahora le vuelva a dar otra oportunidad con la llegada del préstamo digital a las bibliotecas. Quizás… aún no lo sé.

El hábito lector  en España tanto en papel como en digital

Según los datos de la última encuesta publicada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre los hábitos y prácticas culturales un 62,2% de personas leyeron libros en el último año… un 59% utilizó el papel y un 17,7% optó por el formato digital en digital (como se pueden ver en la cifras hubo personas que optó por ambos formatos). La valoración del interés por la lectura se sitúa en un 6,3 sobre 10.

El 94,4% de las personas que han leído libros en el último año suelen utilizar el formato en papel, mientras que el formato digital un 28,5% (de los cuales solamente un 9,7% utiliza un eReader).

Mención a parte se merece el apartado que habla de la forma de descargar libros por parte de las personas. La gente los descarga por Internet por comodidad (71,5%), ahorro económico (66,2%), rapidez, inmediatez (52,9%)… Y se los descargan de web de enlaces (33,1%), webs de descargas masivas (29,9%), webs de acceso a obras de libre acceso (22,5%), web P2P (10,9%) y webs de streaming (5,7%).

¿Se publica más en papel y se lee menos en digital?

Se supone que está claro que se publica más en papel que en formato digital. Y digo que se supone porque quizás este tipo de estudios / informes están obviando la autopublicación de los autores en digital, la cual en la mayoría de las ocasiones no va por los cauces normales de publicación y por lo tanto no se tiene una estadística exacta de ellas y que las represente.

También veo obvio que se publique más en papel cuando la gente prefiere leer más en papel. [Me salió la vena hater, lo siento]

Según el artículo No, e-book sales are not falling, despite what publishers say, publicado en Fortune, se comenta que fuera de esos cauces normales de publicación de libros electrónicos las publicaciones indie, las publicaciones a través de Amazon y de pequeños y medianos editores aumentan… En otro lugar está la publicación de libros electrónicos de los llamados editores Big Fish y que caen de manera estrepitosa.

No, e-book sales are not falling, despite what publishers say by Fortune

En cuanto a si se lee más en digital comentar que hay datos que me hacen pensar que tenemos cierto grado (alto) de Síndrome de Diógenes Digital, es decir, intentamos acumular tanto para leer en digital que realmente nos es imposible. Libros electrónicos de libre descarga, manuales, los 1.500 libros de la literatura clásica y que nunca leeremos (o volveremos a leer). Tenemos infinidad de libros electrónicos que nunca leeremos totalmente y que nunca llegaremos a abrir. Y no lo digo yo, lo dice la empresa Kobo… la cual informó que el 60% de los libros electrónicos nunca se abren. Y pienso yo, ¿para qué los compran entonces?… Porque no es lo mismo comprar un libro impreso y no abrirlo o leerlo, pero que se quiere tener por la edición del libro a tener un libro electrónico, el cual no se puede exponer ni mostrar fácilmente… aunque bien es cierto que en el mundo de las cosas coleccionables no me meto porque en esta vida hay de todo.

¿La lectura digital tendrá un final feliz?

Hay noticias que me hacen ver un hilo de esperanza en la lectura digital, como la que salió hace unos días y que fue la compra de Oyster por Google (Oyster es una plataforma de lectura en streaming) [Ya sabéis que yo soy muy de Google]. Algunos daban esta noticia como algo malo para la lectura en streaming diciendo que no había tal negocio, pero yo no veo nada mal que te compre Google para seguir desarrollando el producto y trabajando en pro de la lectura en streaming bajo la marca Google Play Books. De hecho, la lectura en streaming es lo que puede curarnos de esa ansia digital que nos da la pertenencia de infinidad de archivos guardados en gigas y gigas.

También confío en el formato digital como medio de autopublicación y conseguir buenas obras por poco dinero. Lo que no me fío es del negocio que se quiere hacer las editoriales (quizás esas que están dentro de Big fish y que están cayendo de manera estrepitosa) con las bibliotecas en cuanto a la venta de libros electrónicos. Libros electrónicos que suelen valer 2 o 3 veces más a las bibliotecas que el precio de venta al público.

Supongo que todo este mundillo tendrá un final feliz si cambia. Si cambian los hábitos lectores de las personas y se animan a leer más en digital, si las bibliotecas amplían su oferta de títulos, si las editoriales hacen un negocio justo con las bibliotecas y no tratan de aprovecharse de ellas, si hay grandes empresas (bibliotecas, Amazon, iTunes, Google Play Books, 24symbols…) que trabajen en pro a la lectura digital para acercar la lectura a cualquier persona de manera rápida, sencilla y barata.

En definitiva, el libro electrónico tendrá un final feliz (o más bien inicio prometedor) si se adaptan las personas a su lectura, si se amplía su oferta y atractivo, si se desarrollan nuevas plataformas que faciliten a las personas el acceso a los libros electrónicos y si se llega al punto entre lo que cuesta todo y lo que el público estaría dispuesto a pagar.

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