Que las bibliotecas estén en las redes sociales supone un esfuerzo por parte del personal bibliotecario. Esto no es ningún secreto… ni que las bibliotecas tienen ya un largo recorrido en las redes sociales. No, no es un tema muy novedoso… pero sí es cierto que siempre hay algo que contar en relación a ellas (tanto bibliotecas como redes sociales) y su uso profesional en el mundo bibliotecario.

Y es que existen múltiples factores por los cuales las bibliotecas deben estar en las redes sociales. Factores como el acceso a la información de manera inmediata, el poder compartir y difundir dicha información y que se considere de interés. Dinamizar a la comunidad de usuarios en torno a la biblioteca, socializar e interactuar con personas, retroalimentarse de ellas. Fidelizar a las personas y brindarles un buen a través de Internet. Cuidar la reputación online de la biblioteca. Buscar la colaboración a través de las redes sociales, mejorar la visibilidad y posicionamiento local y en Internet…

Sin duda que toda acción realizada por la biblioteca en los medios sociales debe acabar repercutiendo en la creación de comunidad… además de aumentar el uso, consumo y conocimiento de la biblioteca. La biblioteca tiene que conseguir llamar la atención de las personas. Tarea que no es nada fácil al tener que captar su atención en un mundo social donde el tiempo es más bien escaso y la competencia es gigantesca.

Hace unas semanas que leí en el Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios (número 112) su Decálogo para el buen uso de las RRSS en Bibliotecas. Hoy me gustaría aportar un punto de vista similar a dicho decálogo, pero distinto en su forma al enfocarlo directamente al personal bibliotecario desde la cercanía. Y es que los siguientes diez puntos están redactados de tal manera como si le contase y aconsejase a un amigo las claves que debe tener en cuenta a la hora de lanzar la presencia online de la biblioteca.

1. Piensa lo que quieres conseguir, para qué y quién en las redes sociales de la biblioteca

Tanto si tu biblioteca ya estás en las redes sociales como si la quieres lanzar en breve a ellas, hay una serie de simples preguntas que te tienes que formular. Por ejemplo, ¿qué quieres conseguir con la presencia de tu biblioteca en las redes sociales? ¿Para qué? ¿A quién te vas a dirigir?…

Una vez que das respuesta a todas las preguntas y ves que estás animado a continuar con esto de las redes sociales, llegó la hora de diseñar un Plan Social Media para tu biblioteca. Un Plan Social Media en el cual analizar la situación en la que se encuentra tu biblioteca, definir los objetivos que quieres conseguir, conocer a quién te vas a dirigir, qué medios sociales vas a utilizar, diseñar el plan estratégico para conseguir dichos objetivos, ponerlo todo en marcha y monitorizar y medir todas tus acciones.

2. Mentalízate de que menos es más

No es necesario que estés en todas las redes sociales… y no porque sea una locura, sino porque puede llegar a ser una pérdida de tiempo. No todas las personas a las que te quieres dirigir están en las últimas redes sociales que aparecen en el mercado, así que olvida (de momento) esos cantos de sirena que te llaman para abrir un nuevo perfil. Tanto como si estás empezando como si necesitas repensar tu presencia en redes sociales, yo iría a lo seguro: Facebook y Twitter (y un blog).

Es importante tener en cuenta que no es cuestión de publicar más que nadie (pueden llegar a considerarte como spam) y etiquetar a todo el mundo en tus publicaciones para dejarte ver (no avasalles a la gente). Estar en las redes sociales no es una carrera en la que ganar rápidamente seguidores. Estar en las redes sociales es estar con tu gente y ser de utilidad. Así que olvida eso de querer ganar la fama mundial y céntrate en ganar la fama de tu comunidad de usuarios. Y, por supuesto, prioriza la calidad del contenido que compartes a la cantidad.

También quería comentarte el tema de las herramientas existentes relacionadas con las redes sociales. Existen muchísimas, y querer utilizar todas es directamente perder el foco de atención principal de las redes sociales. No te estoy diciendo que no las utilices, faltaría más. Lo que te quiero decir es que con tres o cuatro herramientas puede que sea más que suficiente para publicar, monitorizar, analizar y medir.

3. Trabaja mucho los contenidos que vas a compartir

La calidad es fundamental, así que es más que necesario trabajar muchísimo los contenidos. Estoy de acuerdo en algo que estás pesando ahora mismo, o que has pensado en alguna ocasión… y es el tema de no tener tiempo para hacer buenos contenidos.

Tanto la falta de tiempo como tener días malos en los que las ideas no surgen son problemas comunes, así que no te fustigues por eso. Organízate en función del tiempo que dispongas y mira lo que están haciendo otras bibliotecas por si eso te ayuda a captar ideas (no hablo de copiar, aunque tampoco pasaría nada por implementar una buena práctica de otra biblioteca en la tuya).

También ten en cuenta de que lo que compartes por los medios sociales va a formar una imagen en la mente de las personas y van a crear una serie de asociaciones hacia tu biblioteca. Asociaciones tanto positivas como negativas. Por eso quiero que veas la importancia de crear contenidos de calidad, y de no agobiarles con muchas publicaciones como te he comentado anteriormente.

Juega y trabaja mucho lo visual (si te lanzas a lo audiovisual es que estás ya estás en un nivel de crack). Y, por supuesto, trabaja los contenidos para tu comunidad de usuarios, para Google y para la administración de la que dependes (seguro que le gustará).

Ahh, por cierto, no compartas únicamente contenido tuyo. Hay mucho contenido ya elaborado por otras personas y organizaciones que serán de muchísima ayuda e interés para la comunidad de usuarios de tu biblioteca. Aprovecha esa información ya creada para darle difusión y atraer a la gente hacia tu biblioteca sin tener que crear contenidos desde cero.

4. Ve un paso por delante en tus acciones

Ya te lo he comentado anteriormente, la organización de lo que haces o vas a hacer es fundamental. Es necesario planificar las acciones que vas a llevar a cabo con tiempo y dejar a un lado la improvisación, o utilizarla solamente para determinados momentos en los que es necesaria por alguna noticia de actualidad que quieras destacar.

Para ello te voy a recomendar que te crees un calendario editorial y de contenidos en el que señales las fechas en las que tienes que publicar cada pieza de información. Dicho calendario te servirá de guía que marca los pasos futuros de tus publicaciones. Además es una herramienta de gran utilidad al ir marcando las tareas que tienes pendientes por hacer o que ya tienes realizadas.

Utiliza la programación de las publicaciones para que cada una vaya saliendo el día y la hora que creas conveniente en cada medio social. Por cierto, programar las publicaciones no significa olvidarse y pasar a otro tema, significa adelantar el trabajo para aprovechar mejor el tiempo y la interacción con las personas.

5. Se constante y no decaigas, todo es cuestión de tiempo

En la mayoría de ocasiones un inicio significa una nueva ilusión. Pero ya sabes que empezar algo nuevo también implica momentos de estrés (a ver para qué me he metido en esto), agobio (no me da tiempo hacer todo lo que tengo que hacer) e incluso desilusión (trabajo muchísimo los contenidos, invierto muchísimo tiempo… y no consigo los resultados que esperaba).

No te preocupes, es algo común en la mayoría de los profesionales. Lo bueno es que el tiempo siempre suaviza esos malos momentos que se pasan en los inicios. Y es que puede pasar una semana, dos, tres… dos meses, y ver que los contenidos que publicas con tanta ilusión, trabajo y esfuerzo no están teniendo los resultados que esperabas de ellos. Cálmate. Trata de analizar el porqué. Y date más tiempo y trata de seguir trabajando para conseguir los resultados que esperas conseguir. Ya verás como estos llegarán tarde o temprano.

6. Ten a las personas en el punto de mira, tanto internas como externas

El principal sentido de que tu biblioteca esté en las redes sociales es querer conectar con las personas. Debes tener en cuenta que sin las personas y dicha conexión se pierde el sentido social de las redes, pasando a ser únicamente a tablones de anuncios digitales. Por lo tanto, el foco principal de la presencia de la biblioteca en las redes sociales es ser sociales, como su propio nombre indica. Ni más ni menos.

Dichas personas se podrían clasificar en dos tipos dependiendo de su procedencia con respecto a la biblioteca:

  • Personas internas: personal bibliotecario y administración.
  • Personas externas: usuarios, no usuarios, organizaciones, instituciones, departamentos, asociaciones, la administración nuevamente…

Las personas internas deben estar involucradas en lo que significa para la biblioteca estar en las redes sociales. Es por ello por lo que deberás preocuparte por involucrar, formar e informar a dichas personas. Deja lo de formación (y las normas internas) solamente para el personal bibliotecario y a la administración trata de informar de todo lo que consigues con la presencia de la biblioteca en las redes sociales (esto también cuéntaselo a tus compañeros de biblioteca).

Con las personas externas debes generar conversación, interacción, interés por lo que es la biblioteca y lo que publicas, alianzas, ser cercano… en definitiva, dinamizar la comunidad en torno a la biblioteca. Hacer a la biblioteca la protagonista social y que la gente se interese por ella.

Ahhh, y muy importante, ten en cuenta que la edad mínima para estar en la mayoría de redes sociales es 14 años. Te lo comento por si te quieres dirigir a un público más joven… y que sin duda puede estar ya en las redes sociales.

7. Escucha lo que sucede alrededor de la biblioteca… y un poco más allá

Algo que es de suma importancia es que sepas escuchar qué es lo que está sucediendo alrededor de tu biblioteca. Presta atención a los acontecimientos locales, presta atención y escucha las conversaciones de tus usuarios… ¿Y todo ello para qué? Pues para recibir una información muy valiosa de lo que realmente interesa a las personas y que puede aprovechar la biblioteca para adaptarla a ella a través de lo que ofrece.

También es de suma importancia escuchar qué es lo que sucede más allá de lo que es el entorno de la biblioteca. Y es que puedes ver qué están haciendo en otros sectores para llamar la atención de las personas, puedes ver experiencias y nuevos usos de las redes sociales, puedes captar ideas para la creación de contenido como te he explicado anteriormente…

Así que, escuchar más, hablar menos y tratar de adaptar las buenas prácticas a la biblioteca.

8. Prepárate y acepta el cambio que supone la presencia de la biblioteca en redes sociales

Uffff… a ver por dónde empiezo. Que tu biblioteca esté en las redes sociales está bien porque puedes llegar fácilmente a su comunidad de usuarios, pero (siempre hay un pero) hay una serie de cosas que debes tener en cuenta y que te quiero contar. Y no para desanimarte, sino más bien para prevenirte:

  • Los horarios se diluyen en las redes sociales. Sí, puedes tener un horario de atención en las redes sociales y fuera de ese horario no hacer nada… pero, ¿sabías que publicando por la noche puedes llegar a tener un mayor impacto? O ¿no serías capaz dar un simple gracias a cualquier persona que te felicita por algo en fin de semana?
  • Las redes sociales en la biblioteca supone tener que hacer un esfuerzo en el trabajo al sumar nuevas tareas a las ya encomendadas.
  • No todo lo que hagas va a tener la repercusión que esperas por el simple hecho de estar en las redes sociales.
  • Debes estar preparado siempre para lo peor. Ten en cuenta que no vas a gustar a todo el mundo. Y que la mayoría de las veces se utilizan las redes sociales (sobre todo Twitter) para quejarse en lugar de para felicitarte o darte las gracias por algo.
  • Si te has equivocado, reconoce tu error y no te enroques en una dinámica en la que solamente tú y tu biblioteca puede salir perdiendo.
  • Lo que aprendas hoy, puede que para mañana ya no sirva. Por lo tanto te hace falta una constante actualización y reciclaje.

9. Sigue las normas y usos de las distintas redes sociales

Seguro que ya lo sabes, pero te lo voy a contar de todas formas: Cada red social tiene su propio ‘lenguaje’ y su propio código de conducta / comportamiento. Debes respetar las normas de comportamiento general en Internet (netiqueta)… y que quede claro de que doy por sentado de que sí lo haces.

Por ejemplo, Twitter tiene su propio lenguaje y dicho lenguaje no tiene mucho sentido en Facebook. Facebook exige que las bibliotecas sean páginas (fanpages) y no perfiles de usuario. Todo lo que publicas en las redes sociales pasa a ser propiedad de dichas redes sociales, excepto lo que publicas en un blog y que tienes gestionado en tu propio servidor…

10. Mide, saca conclusiones, corrige si es necesario… y experimenta

Para finalizar, me gustaría comentarte que todo lo que haces en las redes sociales de tu biblioteca deja de tener sentido si no mides lo que haces. A través de dicha medición puedes ver qué es lo que más gusta a la comunidad de usuarios de la biblioteca y los contenidos con los que más interactúan las personas. Y, por supuesto, también puedes ver qué es lo que menos les gusta y lo que no genera ni una sola interacción.

Y es que, a través de la medición, podrás y deberás sacar conclusiones y actuar en consecuencia para apostar por lo que gusta a tu comunidad de usuarios y dejar a un lado lo que menos gusta (eliminar de tu estrategia, corregir o darle otro sentido / vuelta).

También a través de dicha medición y análisis podrás apostar por salirte en alguna ocasión del guión y experimentar con nuevas publicaciones, nuevos contenidos, nuevas redes sociales, nuevas formas de expresarte… Todo dependerá de la confianza y fortaleza que tengas ya en el mundo de las redes sociales.

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