Si, has leído bien, los bibliotecarios ven a los medios sociales como una carga de trabajo, además de no contar con formación específica cualificada en el uso de los mismos y tener que optar por la autoformación. Estas y otras conclusiones las puedes leer en la extensa y profunda tesis doctoral (muy esperada por mi parte) de Nieves González y que lleva por título «La rentabilidad de la biblioteca en la web social» (dirigida por José Antonio Merlo). A través de este trabajo de investigación se quiere demostrar si existe la rentabilidad de las bibliotecas en la web social.
Las bibliotecas buscan en los medios sociales la satisfacción de los usuarios (compromiso, interacción, participación, escucha, cumplir expectativas…), que los usuarios utilicen más la biblioteca y sus servicios (tener una mayor visibilidad, mejorar el tráfico web…), mejorar su reputación como organización e influencia en la comunidad, sin dejar a un lado el ahorro de costes.
Las bibliotecas invierten en los medios sociales entre 3 y 10 horas semanales. Tareas como la gestión de contenidos y comunidades, la formación y el marketing son las más comunes dentro de los medios sociales de las bibliotecas. Los medios más utilizados son Facebook, Twitter, Youtube, los blogs y Flickr.
No es fácil medir la rentabilidad (ROI) en las bibliotecas, ya que estas no basan sus objetivos en el retorno económico directo con las acciones que realizan. Las bibliotecas basan más sus actividades, y buscan la rentabilidad, en el impacto de las relaciones que tengan con sus usuarios (IOR). Aún así, y sea cual sea la rentabilidad buscada, las bibliotecas deben establecer métricas, indicadores y KPIs para poner medir las acciones realizadas y ver si se van cumpliendo objetivos marcados.
Hay una clara correlación entre actividad (que influye en el tamaño de la audiencia) en medios sociales e influencia, participación (IOR) y conversión (ROI).
La inversión (costes) que deben hacer las bibliotecas no es tanta en tecnología, donde es casi imperceptible, como en horas de trabajo del personal. Los bibliotecarios ven los medios sociales como una carga de trabajo.
El personal de las bibliotecas se ha autoformado en el uso de los medios sociales en su mayoría, siendo este uno de los retos percibidos (falta de formación). Los bibliotecarios tienen que tener conocimientos analíticos.
Las bibliotecas no están monitorizando su actividad en los medios sociales (salvo las que son realmente activas). En los medios sociales en los que no hay una presencia activa o se han abandonado, no se monitorizan. Al no haber un retorno inmediato las bibliotecas están descuidando esta actividad. Los medios sociales y su gestión no son una preocupación para las bibliotecas, al igual que no ven la necesidad de la figura del community manager.
Las métricas cuantitativas (número de seguidores…) no son tan importantes como las métricas cualitativas (de actividad, acción…). En el cuadro de métricas debe de haber de los dos tipos y se deben incluir en el informe periódico a comunicar a la biblioteca. Siempre es bueno compararse con otras bibliotecas.
Las bibliotecas presentan una línea creciente en cuanto al número de seguidores en los medios sociales. La media de publicaciones subidas a medios sociales por parte de las bibliotecas es de 106 al mes y la de comentarios respondidos es de 24,87 al mes.
El blog sigue siendo el medio más utilizado por las bibliotecas para apartar contenido a la red. La media de post al mes es de 10.
La actividad en los medios sociales tiene que tener la finalidad de atraer el tráfico a la web de referencia (todas las bibliotecas de la muestra han aumentado las visitas a la web). El porcentaje de visitas a la web procedentes de los medios sociales da una media del 1,34% (en el sector comercial esta media está en el 1,14%), la media del % de visitas nuevas es del 40,63%, la de tasa de rebote es del 55%.
Los comentarios que reciben las bibliotecas a través de los medios sociales son en su mayoría neutros (59%), seguidos de positivos (35%) y negativos (7%).
La rentabilidad de los medios sociales en las bibliotecas debe estar bien planificada en el plan de marketing digital. Una campaña de promoción de tres meses es suficiente para conseguir y demostrar la rentabilidad de las actividades en la web social en las bibliotecas.
Las etapas de la planificación del plan de marketing son las siguientes:
- establecer el objetivo que se quiere conseguir;
- seleccionar el canal más adecuado en el que esté el target;
- diseñar el Plan de Acción en el que especifica cuáles van a ser las acciones que se van a realizar, cuáles son los contenidos de los que se va a hablar, de donde se van a extraer, cuáles son las fuentes, con qué periodicidad, frecuencia de publicación, responsables, técnicas se van a utilizar para crear “engagement” con los usuarios;
- establecer el sistema de evaluación en función de los indicadores de seguimiento, de las métricas que se han establecido;
- redactar las Política de uso de los medios sociales por parte de la biblioteca que incluya un protocolo de actuación en momentos de crisis y un plan B;
- comunicar los resultados, tanto dentro como fuera de la organización y compartir las experiencias de éxito, porque van a avalar los proyectos futuros. Hay que elaborar informes de resultados y comunicar a los líderes y grupos de interés.
Las bibliotecas deben formularse una serie de preguntas antes de comenzar con su plan de marketing:
- si tienen objetivos claros, medibles, alcanzables, en los medios sociales;
- cuentan con los recursos humanos suficientes para alcanzar estos objetivos;
- ofrecen contenidos de calidad para mantener conversaciones en los medios sociales;
- saben en qué medios sociales está la audiencia, los stakeholders;
- disponen de una web preparada para atraer la atención de los usuarios, una vez captados desde los medios sociales;
- la organización ha incorporado a su cultura los medios sociales;
- cuentan con una estrategia en medios sociales y un Plan de acción;
- tienen una política de uso de la web social que les proteja;
- cuentan con métricas e indicadores, KPIs, establecidos para cada objetivo, que se miden en función del plan de acción;
- son lo suficientemente flexibles para cambiar sobre la marcha;
- tienen la suficiente agilidad como para cambiar la política de contenidos para ajustarse a los gustos de sus usuarios.
Imagen cortesía de Shutterstock
Gracias Julian por tan buen resumen. Todo un mérito ante una tesis tan larga. Lo bueno que tiene un trabajo de investigación a estas alturas de la vida es que lo haces por el mero hecho de disfrutar y no como requisito. De ahí que haya salido tan larga;). Todo el mérito es para esas 12 + 3 bibliotecas españolas que de forma más que generosa han aportado sus datos durante largos periodos de tiempo. Sería interesante comparar estos resultados que describes con los que se puedan recoger en unos años. ¿Te animas? Te nomino a…
Gracias a ti por compartir tus conocimientos con todos nosotros. ¿Qué si me animo?… creo que todavía tengo que aprender muchísimo para llegar a esas alturas de la vida de las que hablas… :) pero muchas gracias por la nominación… ¡y quién sabe!. Un abrazo Nieves
Como bibliotecario que soy, estoy relativamente de acuerdo. En mi experiencia, como bibliotecario de una pequeña biblioteca rural, donde trabajo yo solo y donde yo solo he de realizar todas las tareas: adquisición, catalogación, clasificación, ordenación, préstamo, atención al usuario, actividades de animación, centro de internet… es verdad que atender a las redes sociales es un extra de trabajo y por lo tanto de tiempo. Pero también he de decir que si hoy en día no estás en las redes es como si no exisitieras y tengo que decir que desde que mi biblioteca empezó a estar en Facebook y a tener su blog, observo un retorno mucho más alto en cuanto al conocimiento de toda la labor que aquí se hace tanto entre mis propios usuarios como entre otros compañeros y por lo tanto también un mayor reconocimiento de lo que se hace. Todo esto se ha traducido en una mayor afluencia de público a mi biblioteca. También ha supuesto una excelente herramienta de comunicación, de anuncio de actividades, una mejor forma de informar a determinados sectores (usuarios jóvenes sobre todo con el uso de twitter) a los que antes era bastante más difícil llegar.
Aún así, es verdad que muchas veces llega a ser una carga, como ya digo, sobre todo para los que estamos solos gestionando todas las actividades propias de una biblioteca.
Hola Juan José… muchísimas gracias por dejar plasmada tu experiencia como bibliotecario (u hombre orquesta). La verdad es que la situación del bibliotecario único es de elogiar ya que con pocos recursos son capaces de hacer mucho y de apuntarse a todo. Felicidades y a seguir así… :)
Hola Julian,
Saludo desde Cartagena, Colombia.
Es todo un reto y aun más cuando en nuestro país debemos proteger los datos de información de nuestros usuarios, lo cuál quiere decir, que no podemos tener cuentas de facebook de perfil sino de fan page, para que ellos pueden seguir las actividades, servicios, productos y lo relacionado a temas relacionados con la Bibliotecología.
Hola José Felipe,
Sin duda… la presencia de las bibliotecas en los medios sociales tienen que ser a través de fan pages. Si eres perfil, además de lo que dices, puede Facebook cerrártelo sin previo aviso por incumplir sus condiciones.
Saludos.
[…] “El personal de las #bibliotecas se ha autoformado en el uso de los medios sociales http://www.julianmarquina.es/los-medios-sociales-en-las-bibliotecas-son-una-carga-de-trabajo-para-su…” 14 de enero de 2015, 12:53 p.m. […]
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[…] Source: http://www.julianmarquina.es […]
[…] Si, has leído bien, los bibliotecarios ven a los medios sociales como una carga de trabajo, además de no contar con formación específica cualificada en el uso de los mismos y tener que optar por la autoformación. […]
[…] que ver a los medios sociales como una oportunidad, aunque suponga una carga de trabajo, como cualquier otra actividad realizada en la biblioteca. Lo bueno es que ya son más y más los […]
[…] “El personal de las #bibliotecas se ha autoformado en el uso de los medios sociales http://www.julianmarquina.es/los-medios-sociales-en-las-bibliotecas-son-una-carga-de-trabajo-para-su…” 14 de enero de 2015, 12:53 p.m. […]
[…] Si, has leído bien, los bibliotecarios ven a los medios sociales como una carga de trabajo, además de no contar con formación específica cualificada en el uso de los mismos y tener que optar por la autoformación. Estas y otras conclusiones las puedes leer en la extensa y profunda tesis doctoral (muy esperada por mi parte) de Nieves González y que lleva por título «La rentabilidad de la biblioteca en la web social» (dirigida por José Antonio Merlo). A través de este trabajo de investigación se quiere demostrar si existe la rentabilidad de las bibliotecas en la web social. […]
[…] sí… la presencia de la biblioteca en los medios sociales es una carga de trabajo, pero… ¿quién tiene miedo a trabajar en el trabajo? ¿Quién no busca la satisfacción propia […]
A mi como usuaria de redes sociales, opositando a bibliotecas desde hace 4 años y medio y ahora moviendo eventos de gestión cultural por mi cuenta me parece imprescindible la presencia en las redes sociales de las bibliotecas
Es algo totalmente necesario para la comunicación de las bibliotecas con las personas… :)
[…] Han pasado ya unos cuentos años desde que las bibliotecas se subieron al tren de las redes sociales. Bibliotecas que han experimentando en sus propias carnes tanto el éxito como el fracaso en la conexión con sus usuarios y la visibilidad buscada. Es verdad que las redes sociales consumen mucho tiempo, que hace falta formación para el personal encargado de llevarlas y que es necesaria una mínima planificación y organización de las tareas para conseguir los objetivos marcados. En definitiva, las redes sociales hay que tomarlas como una función más dentro de todas las funciones llevadas a cabo por el personal bibliotecario… y sí, son una carga de trabajo. […]