No hay duda que las bibliotecas, y sus bibliotecarios, están para ayudarte en tus necesidades informativas, de ocio y conocimiento. Las bibliotecas crean sociedades más formadas e informadas a través de sus servicios y atenciones hacia sus usuarios. El trato directo (cara a cara) entre bibliotecario y usuario es la mejor forma de resolver las inquietudes, ya que las dudas o necesidades pueden ser resueltas con mayor rapidez y sin ningún tipo de malentendido por la falta de ese mirar a los ojos al usuario y saber qué es lo que te está diciendo y qué es lo que necesita.

Denys Prykhodov / Shutterstock.com
Denys Prykhodov / Shutterstock.com

No obstante hay otras formas de ponerse en contacto con las bibliotecas para resolver dudas puntuales e incluso que necesitan un poco más de elaboración. Algunas de estas formas de contacto son las comunes y convencionales de siempre (de hace ya tiempo, mucho tiempo) como es el teléfono o el correo electrónico… y otras son más “de ahora” como pueden ser las redes sociales o Whatsapp.

Los medios de comunicación y contacto han cambiado. Para no remontarme al contacto por carta o notas al bibliotecario marcaré el inicio (tecnológico) desde el teléfono, donde casualmente ahora también nos encontramos. Es decir, se empieza por el teléfono, se continua por Internet… se mezcla todo y es donde nos encontramos ahora (pero sin cable en el teléfono, mayor rapidez en Internet y nuevas plataformas de comunicación).

A continuación trataré de mostrar las distintas formas que tienen los usuarios de ponerse en contacto con las bibliotecas (de más antiguas a más modernas):

Teléfono (voz). Bajo mi punto de vista no es el mejor método de contacto con una biblioteca, aunque puede ser el más rápido para obtener una respuesta. Ha de usarse para consultas breves y que no lleven más de un minuto. El teléfono implica al bibliotecario dejar de hacer otras funciones o aumentar su estado de estrés si tiene mucho lío en la biblioteca.

Correo electrónico. Para muchos usuarios es su principal modo de contacto con la biblioteca. Es una tecnología asentada y que la gran mayoría de personas (internautas) tiene. Permite elaborar todo tipo de preguntas… sencillas o que requieren una respuesta más elaborada. Las bibliotecas deben proporcionar este correo a sus usuarios o poner un formulario de consulta en su sitio web.

Chats. Excelente servicio de consulta el que se ofrece desde las bibliotecas vía chat. Permite realizar preguntas rápidas en los horarios de atención de este servicio y en el cual se sabe a ciencia cierta que hay un bibliotecario en el otro lado que tratará de ayudarte en tiempo real (y con tiempo para ello). Mención especial en este apartado a Pregunta, las bibliotecas responden, servicio que no sé si todo el mundo conoce, pero que deberían tener bien guardado en los favoritos de su ordenador.

Facebook. Facebook ha hecho que las comunicaciones sean más rápidas, ágiles y directas… además de poner cara a las personas. Cualquier mensaje publicado en el muro de una biblioteca debería ser contestado lo antes posible. Los usuarios buscan la rapidez de los medios sociales para resolver sus dudas. Además, a través de Facebook, también está la posibilidad de recibir mensajes internos y que desde hace poco la plataforma está “premiando” con una distinción de rapidez en la contestación.

Twitter. Al igual que Facebook, los usuarios también buscan en Twitter la rapidez de la respuesta de las bibliotecas. Aunque da para menos texto y explicación, no son pocos los usuarios que realizan sus consultas a través de este medio (aunque en muchas ocasiones son para hacer quejas o sugerencias). También tiene la posibilidad de recibir correos internos (DMs) de cualquier cuenta que siga la biblioteca. Si una biblioteca quiere recibir mensajes directos de cuentas que no sigue deberá activar esta posibilidad en Configuración > Seguridad y privacidad. [Atención, en breve Twitter quitará la limitación de caracteres en los DMs]

Whatsapp. Poco a poco se va implantando en algunas bibliotecas esta nueva vía de comunicación con sus usuarios. Whatsapp, al igual que los chats, permite una comunicación rápida y directa de los usuarios con la biblioteca para resolver dudas puntuales y de rápida respuesta.

Videoconferencia. No es que esté muy implantado en las bibliotecas, pero estoy seguro que sería un plus a la hora de resolver las dudas de los usuarios. Las videoconferencias, ya sean a través de Hangouts o Skype, permite ver al usuario, escucharle y, además, leerle y proporcionarle información a través de texto… por no hablar de la posibilidad de compartir pantalla con ellos.

Imagen cortesía de Shutterstock