Las bibliotecas públicas siempre están en el punto de mira, y más en periodos de crisis. Los recortes presupuestarios, de horarios y de personal están a la orden del día. Es una auténtica lástima, y una triste realidad, independientemente del partido político que gobierne. Llegará el momento en el que las bibliotecas públicas desaparezcan (espero no vivirlo, ni tampoco que llegue), y es ahí donde las personas se darán cuenta de lo que tuvieron y perdieron por no defenderlas. Es por eso por lo que hay que informar de su necesidad y apostar por invertir en bibliotecas públicas.

Vivimos en una sociedad en la que todo tiene un precio, las bibliotecas también. Mantener tal magna institución tiene un coste (personal, colecciones, edificio…), pero más alto sería el coste de tener una ciudadanía sin acceso a la información o a la tecnología. Una sociedad sin oportunidades y relegada a la ignorancia. Y todavía hay personas que claman al cielo por la existencia de un lugar que ofrece acceso a la información y a la tecnología, y que además ofrece un espacio para investigar, estudiar, entretenerse o trabajar gratuitamente. Un lugar en el que hacen «peligrosas» a las personas por saber y conocer. En fin…

Es verdad que las estadísticas bibliotecarias caen año tras año en lo referente a asistencia presencial y préstamos físicos. Nadie está obligado a ir a una biblioteca ni a usar sus servicios. Pero también es cierto que las bibliotecas no paran de reinventarse y ofrecer cada vez más servicios y recursos adaptados a la sociedad, a la tecnología y a los nuevos tiempos. Quizás haya llegado el momento de poner toda la carne en el asador para crear una verdadera necesidad social e invertir en bibliotecas públicas como es debido, o como se espera.

Motivos por los que cuidar e invertir en bibliotecas públicas

Los que me leéis asiduamente ya sabéis todo esto, así que sirva este post para todas esas personas políticas, administradoras y asesoras. Personas que deben defender a las bibliotecas públicas y velar por el buen servicio a través de la dotación de recursos. Porque, y como diría el periodista Walter Cronkite, «cualquiera que sea el coste de nuestras bibliotecas, el precio es barato comparado con el de una nación ignorante». Veamos a continuación una serie de beneficios que aportaría al municipio y a la ciudadanía invertir en bibliotecas públicas:

  1. Retorno de inversión. Empezaré por lo referente al bolsillo. Y es que se tildaría de loca a cualquier persona empresaria que cortase una línea de negocio que le diese un beneficio de 3 euros por cada euro invertido. Y que además tuviera un impacto tan directo y positivo sobre la sociedad y sobre la economía local.
  2. Inclusión e igualdad social. Todas las personas son iguales cuando acceden a la biblioteca. En las bibliotecas no existen diferencias sociales, económicas ni de clases. En las bibliotecas se busca la sinergia de la unión, mezcla e intercambio de las personas de manera proactiva. Un espacio así en cualquier municipio siempre un plus en cuanto a inclusión e integración de la ciudadanía.
  3. Información y formación. Las bibliotecas públicas buscan crear sociedades fuertes, más formadas e informadas. Se ocupan, sobre todo, de favorecer el acceso informativo y tecnológico, además de promover la formación básica, a cualquier persona. Con ello se busca reducir, incluso eliminar, las brechas sociales existentes.
  4. Espacio físico y online. Las bibliotecas están en uno y en todos los lugares a la vez. Se puede acceder presencialmente a la biblioteca física desde su localización, pero también se puede acceder a la misma biblioteca de manera online desde cualquier lugar y momento. Las bibliotecas ofrecen espacios de reunión, consulta, estudio, investigación, evasión e imaginación tanto de manera presencial como a través de Internet. Un claro ejemplo del tercer lugar, tanto en sus instalaciones como plataformas digitales.
  5. Recursos, servicios y actividades «gratuitas». No toda la información ni toda actividad de entretenimiento tiene que ser de pago. En las bibliotecas públicas todo (o casi todo) es gratuito. (Ese «gratuito» es una falsa creencia como que en las bibliotecas todo es antiguo o que todo puede encontrarse por Internet. Las bibliotecas públicas son pagadas y mantenidas a través de los impuestos que la ciudadanía paga. La lástima es que no se las doten de una mayor partida presupuestaria). Las bibliotecas públicas son información, ocio y entretenimiento de calidad y legal al alcance de cualquier persona.
  6. Personal bibliotecario formado y comprometido socialmente. El personal bibliotecario es el encargado de dar vida a las bibliotecas. Es por eso por lo que la formación, además de la motivación, es de suma importancia para que pueda ofrecer un servicio actual y de calidad a su comunidad de personas usuarias. Ni que decir tiene que el compromiso social adquirido por el personal bibliotecario es encomiable e intachable. Su trabajo y dedicación con todas las personas hace que este puesto de trabajo sea uno de los más valorados por la ciudadanía.
  7. Fomento y desarrollo de las competencias lectoras. La comprensión lectora está de capa caída entre los jóvenes (y no tan jóvenes). De hecho, y por ejemplo, las aulas españolas han retrocedido más de una década en rendimiento lector. Las bibliotecas tienen mucho que decir en este aspecto ya que fomentan el hábito, disfrute y adquisición de competencias de lectura. La inversión en recursos, servicios y actividades se hace más que necesaria para fomentar y facilitar la adquisición de esta competencia entre la ciudadanía.
  8. Las bibliotecas públicas son mucho más que libros. Es verdad que los libros y la lectura es uno de los principales servicios de las bibliotecas, pero no lo es todo. Con la finalidad de llegar a la ciudadanía, y de cubrir muchas de sus carencias, las bibliotecas públicas ofrecen un sinfín de recursos y servicios adaptados a ella. Como, por ejemplo, talleres de idiomas y de uso de la tecnología, servicios de orientación para el empleo y recursos para su búsqueda, información local y global y lucha contra la desinformación…
  9. Libre acceso a la información y a la tecnología. Las bibliotecas públicas facilitan el acceso a la información y el acceso a la tecnología de manera libre. Cualquier persona puede tener acceso a los recursos que las bibliotecas ponen a disposición del público. Y, además, cualquier persona puede hacer uso de la tecnología presente en la biblioteca para diferentes motivos, los cuales pueden ir desde trabajo / estudio hasta entretenimiento.
  10. Independencia informativa, privacidad y anonimato. Se puede decir que las bibliotecas son de las pocas entidades que quedan en el mundo que mantienen su independencia de poderes políticos, comerciales y comunicativos, y en las cuales prima la privacidad de las personas y la veracidad y neutralidad informativa. Además, el personal bibliotecario está entre las 5 profesiones que proporcionan mayor confianza y fiabilidad informativa.

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