Se puede calificar a la comprensión lectora como la asignatura pendiente de la enseñanza en España. Es difícil culpabilizar solamente a los centros educativos cuando todos somos responsables del fomento de la lectura de la población infantil y juvenil a nuestro cargo. Tanto los centros educativos como las familias, e incluso las bibliotecas, deben cimentar los pilares del aprendizaje en la comprensión de lo que se lee, e inculcar los múltiples beneficios de la lectura en cuanto a rendimiento académico, adquisición de conocimiento y medio de entretenimiento.
Informe PISA de lectura en España
El informe PISA 2018. Resultados de lectura en España, en el cual han participado más de 35 000 estudiantes de 15 y 16 años (4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria) de todas las ciudades y comunidades autónomas, indica que el rendimiento del alumnado español muestra continuas oscilaciones, y en el ciclo PISA 2018 (476,5) refleja valores similares a los de 2003 y 2009, pero alejados del máximo de 2015 (495,6).
La competencia lectora según PISA se define como la capacidad de los estudiantes de comprender, emplear, valorar, reflexionar e interesarse por los textos escritos para alcanzar unos objetivos, desarrollar el conocimiento y potencial propios y participar en la sociedad.

Dicho informe indica que la puntuación media de rendimiento en lectura del conjunto de países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) se encuentra en el nivel 4 de la escala de lectura, de 480 a 553 puntos. La puntuación media estimada de los estudiantes de España alcanza los 477 puntos, significativamente inferior a la de la media OCDE (487) y al Total UE (489).

Me gustaría destacar tres puntos del informe, aunque todo el informe en sí es realmente interesante y útil. El primero sería que los chicos (464) alcanzan una puntuación media 26 puntos inferior a la de las chicas (490), de forma similar a países como Alemania o Hungría, entre otros. El segundo sería que el 12 % de los estudiantes de España tiene origen migrante y obtienen una puntuación media estimada en lectura (451 puntos) 32 puntos inferior a la de sus compañeros nativos (483 puntos). Y el tercero sería, y como no podía ser de otra manera, que existe una estrecha relación entre leer por placer y el rendimiento académico.
Existe una fuerte relación entre el rendimiento académico del alumnado y el disfrute de la lectura. Disfrutar leyendo es una condición previa para alcanzar una lectura eficaz, lo que, a su vez, conduce a una mejora de la destreza lectora a través de la práctica
El apoyo en la comprensión lectora de la población infantil
Bien es cierto que gran parte de la responsabilidad recae en el papel del profesorado, pero, y como he comentado anteriormente, no deben estar solos en este camino de fomento de la lectura. Las familias deben reforzar el aprendizaje e inculcar la necesidad de la comprensión lectora.
Confieso que, y eso que he hablado y escrito bastante sobre ello, desde el ámbito familiar puede resultar complicado inculcar los valores y beneficios de la lectura. Así que toda ayuda que se pueda ofrecer en la consecución de esta habilidad será bien recibida. Existe una gran variedad de ayudas extra que se pueden ofrecer desde el ámbito familiar. Desde reservar 30 minutos al día para leer libros o noticias con nuestros hijos hasta que reciban clases de lengua particulares.
Estoy seguro que, aun con toda la buena intención que yo pueda tener, un profesor (también sumaría al personal bibliotecario) conoce mucho mejor las técnicas y métodos para para hacer que entiendan lo que están leyendo. Desde textos literarios, a noticias o problemas matemáticos. Sin duda que cualquier alfabetización temprana que demos a la población infantil puede ayudarla para el resto de su vida.
Deja tu comentario