No me gustaría vivir en un mundo sin bibliotecas y sin archivos. Realmente me asusta cada vez que leo que cierran bibliotecas, que los archivos están colapsados y su información es inaccesible, que se despide al personal e incluso que el trabajo en bibliotecas y archivos podrían ser realizado por máquinas. Puede que nunca lleguemos (hablo en general) a darnos cuenta de su valor real ya que es algo que tenemos a nuestra disposición y que utilizamos (e incluso infrautilizamos)… y es difícil ponernos en un escenario de inexistencia o liquidación de bibliotecas y archivos, pero intentemos imaginarlo.

Para empezar, y es algo fácil de suponer, todo el acceso a la información sería de pago.  No todo el mundo tendría las mismas oportunidades de conocimiento y estaríamos frente a una sociedad desinformada y manipulable. Toda nuestra información sensible circularía sin control por los mercados negros de la información. No tendríamos acceso ni conocimiento de nuestro pasado ya que no se guardaría ninguna información. Existiría tal brecha social que la sociedad estaría dividida en sociedad informada y sociedad desinformada.

Si no existiesen bibliotecas ni archivos… ¿habrían llegado hasta nosotros, por ejemplo, la teoría de la gravedad de Isaac Newton o la teoría de la relatividad de Albert Einstein? ¿La gente podría haber leído obras como Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes o Hamlet de William Shakespeare? ¿Dónde quedarían los antiguos textos egipcios o griegos?… Quizás no nos plantearíamos estas preguntas porque ni por asomo hubiésemos escuchado hablar de ellos.

¿Qué pasaría en el mundo si no existiesen las bibliotecas y los archivos?

  1. No habría promoción cultural ni del conocimiento. La gente leería menos y tendría menos información a su alcance. Estaríamos frente a una sociedad menos culta y más manipulable.
  1. No existiría el libre acceso a la información ni a la tecnología (ordenadores, Internet…) para todo el mundo por igual. El derecho de acceso a la información y al ocio cultural sería solamente para unos pocos. Quizás Internet sería un mayor negocio de lo que es hoy en día.
  1. Todo el pasado sería olvidado (¡no existiría!) e incluso se podría manipular fácilmente. Muchas de las obras creadas no existirían pasados unos años. La humanidad estaría condenada a repetir errores del pasado y a ser guiada en sus pasos futuros. La proliferación de noticias falsas (fake news) sería una tónica general diaria.
  1. La desprotección social sería una realidad. La protección de datos tanto de personas, autores, empresas, organizaciones, gobiernos… quedaría en entredicho. El mercado negro de la información estaría plagado de información sensible. Todos estaríamos expuestos y desprotegidos ante nuestros actos y ante cualquier información que creásemos y compartiésemos al haber un mayor control sobre la información.
  1. La propiedad intelectual y los derechos de creación también quedarían en entredicho. No habría forma fiable de control de las creaciones con el paso del tiempo y la copia sería una práctica habitual entre los que tuviesen acceso a la información.
  1. La evolución del conocimiento estaría mermada. Sería imposible la investigación y el desarrollo social. La sociedad no crecería de manera independiente y autónoma, al igual que la ciencia y sus avances sociales, tecnológicos, médicos, culturales…
  1. Existiría un gran caos informacional. Localizar cualquier información sería una tarea casi imposible. Además, el acceso a la poca información guardada podría llegar a tener un valor económico tan alto que sería prácticamente inaccesible para el mundo.
  1. No existiría la transparencia. Al haber una sociedad menos informada, con menos acceso a la información y con menos medios para acceder a ella, la transparencia brillaría por su ausencia. Nadie se vería obligado a dar información de actos sociales, políticos, gubernamentales o empresariales… y de dar dicha información, ésta podría estar manipulada.
  1. La brecha social sería aún mayor. Existiría una gran brecha entre personas pudientes y no pudientes en cuanto al acceso a la información y la tecnología. No habría servicio de apoyo a la ciudadanía, ni a personas. Está claro quién dominaría el mundo y a las personas. Personas que no tendrían posibilidad de réplica, reclamación o sugerencia.
  1. Dejarían de existir unas de las pocas entidades independientes (bibliotecas y archivos) que no cuentan con presiones comerciales ni políticas para hacer su trabajo. Y en el caso de creación de otras entidades para la gestión de información y conocimiento estarían bajo el paraguas de la presión económica y política.

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