Los bibliotecarios y archiveros cuentan con un buen número de santos a los que encomendarse para que todo vaya bien. Santos honrados y venerados a los que se les solicita todo tipo de cosas, desde protección hasta deseos. Bien es cierto que no hay una base científica que verifique esto, pero ya conocéis la frase «la fe mueve montañas». Así que no está de más aferrarse a la fe, y más en los tiempos que corren, aunque sea para ganar confianza y sentir seguridad personal.

Confieso que no soy muy creyente, pero sí respetuoso con las religiones, las imágenes y las personas que las veneran. Bueno, también confieso que en el cajón de la mesita de noche guardo una estampa de San Pancracio. No recuerdo cómo llegó hasta mí, pero desde entonces la guardo (y han pasado ya unos cuantos años). También es cierto que quizás sea más por superstición que por otra cosa.

Comentar que existe una gran variedad de santos relacionados con profesiones humanistas y sociales. De ahí que, por ejemplo y entre otros, los escritores cuenten con Santa Teresa de Jesús, los archiveros con San Benito, los periodistas con San Francisco de Sales, los traductores con San Jerónimo, los humanistas con San Isidoro de Sevilla, los filósofos con Santa Catalina de Alejandría y los bibliotecarios con Santa Viborada de Saint Gall. Por cierto, muchos de estos santos comparten patronazgo con otras causas y profesiones.

A continuación, podréis conocer los santos que son considerados como patrones de archiveros, bibliotecarios, escritores y humanistas en general. Y si conocéis alguno más, no dudéis en comentar el post para incluirlo en la lista.

Santos que son considerados como patrones de archiveros, bibliotecarios, escritores y humanistas en general

San Benito, patrón de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos

Benito de Nursia (Nursia, Umbría; 480-Montecasino, Lacio; 21 de marzo de 547) fue un monje cristiano, considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente y venerado como santo por las Iglesias católica, Iglesia ortodoxa y luterana. Fundó la orden de los benedictinos cuyo fin era establecer monasterios basados en la autarquía, es decir, autosuficientes; comúnmente estaban organizados en torno a la iglesia de planta basilical y el claustro. Es considerado patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes, conocida luego como la «Santa Regla», que fue inspiración para muchas de las otras comunidades religiosas.

Orden por la que se acuerda adoptar el patrocinio de San Benito como fiesta de carácter oficial de los Cuerpos facultativo y auxiliar de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.

[…] El Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, que ha intervenido con su acostumbrada eficacia en el mayor esplendor de todos los actos de este centenario y que ha puesto en su colaboración un decidido entusiasmo, considera como a sus antecesores a aquellos monjes que en los siglos tenebrosos de la Edad Media, no solamente se erigieron en depositarios de la cultura, sino que esforzada, paciente y calladamente la difundieron con generosidad cristiana desde sus famosos escritorios, copiando y miniando esos maravillosos códices que son hoy el prestigio y el orgullo de nuestras bibliotecas y archivos.

Por este vínculo profesional y de especial devoción al santo que supo hacer de sus monasterios focos de santidad y de cultura, viene desde hace años el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos celebrando el día de San Benito como fiesta de corporación y de espiritual homenaje al fundador de la Orden benedictina.

San Benito, patrón de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos

Santa Teresa de Jesús, patrona de los escritores españoles

Santa Teresa de Jesús (Gotarrendura o Ávila, ​ 28 de marzo de 1515 ​- Alba de Tormes, 4/15 de octubre de 1582) ​ fue una monja, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos —rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo—, mística y escritora española. También es conocida como santa Teresa de Ávila. Su nombre secular fue Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Fue beatificada en 1614 (a poco más de treinta años de su muerte), canonizada en 1622 y proclamada doctora de la Iglesia católica en 1970 durante el pontificado de Pablo VI.

Pablo Papa VI. Para eterna memoria. Lumbrera de España y de toda la Iglesia se llama justamente a Santa Teresa de Jesús, no sólo por haber coronado las cumbres de la santidad y, fecundísima de espíritu, haber sido madre de los carmelitas, varones y mujeres, que practican la regla primitiva de su Orden, sino porque además escribió diversos libros llenos de admirable sabiduría. […] Con oportuno recuerdo los escritores españoles han manifestado el deseo de acogerse a su patrocinio. […] Para que aquellos en quienes recae la mayor responsabilidad de los libros y revistas tengan a quien volver los ojos en tan importante tarea y encuentren refugio donde ampararse, Nos accedemos gustosamente a este ruego.

Santa Teresa de Jesús, patrona de los escritores españoles

San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y escritores

San Francisco de Sales (Castillo de Sales, Thorens-Glières, Ducado de Saboya, 21 de agosto de 1567 – Lyon, Francia, 28 de diciembre de 1622) fue un clérigo católico. Fue nombrado obispo de Ginebra, Suiza, pero nunca pudo ocupar el cargo debido al calvinismo y permaneció en su residencia saboyana de Annecy. Fue proclamado beato en 1662 y santo en 1665 por Alejandro VII y doctor de la Iglesia en 1877 por Pío IX. Su festividad es el 24 de enero.

Dejó un importante testimonio escrito sobre la vida cristiana. En 1923 la Iglesia Católica lo nombró santo patrón de los periodistas y de los escritores. […] Con motivo del tercer centenario de su muerte, el papa Pío XI escribió la encíclica Rerum omnium perturbationem, del 26 de enero de 1923, donde le nombró oficialmente patrón de los escritores y pidió a los periodistas y escritores católicos que se fijasen en la moderación y la caridad de san Francisco de Sales.

San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y escritores

San Lorenzo, patrón de archiveros, bibliotecarios, estudiantes…

Lorenzo de Roma, en latín Laurentius (‘laureado’), fue uno de los siete diáconos regionarios de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258, cuatro días después del martirio del papa Sixto II. ​Su nombre se atestigua en los calendarios litúrgicos más antiguos: la Depositio martyrum del año 354 y el Martirologio jeronimiano del siglo V. ​Ambos especifican la ubicación de su sepultura en la vía Tiburtina, y el Martirologio jeronimiano lo califica de «archidiaconus», título que ya antes le había dado San Agustín, quien le dedicó uno de sus sermones (Sermo 302, de Sancto Laurentio). ​Por la misma época, el poeta latino Prudencio le dedicó uno de los himnos de su Peristephanon, y León I el Magno una de sus homilías.

Cuando en 257 Sixto fue nombrado papa, Lorenzo fue ordenado diácono, razón por la cual oficialmente es el santo patrono de los Diáconos, y fue encargado de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es considerado uno de los primeros archivistas y tesoreros de la Iglesia, y es considerado también el patrón de los bibliotecarios.

San Lorenzo, patrón de archiveros, bibliotecarios, estudiantes

Santa Viborada de Saint Gall, patrona de las biblioteca y bibliotecarios

Santa Viborada de Saint Gall (también Wiborada, Guiborat o Weibrath) (f. 926) fue una miembro de la nobleza suaba en la actual Suiza. Fue anacoreta, monja benedictina y mártir, así como la primera mujer formalmente canonizada en la Iglesia católica.

Santa Viborada fue la primera mujer formalmente canonizada en la Iglesia católica, por el papa Clemente II en 1047. Su festividad es el 2 de mayo. En Suiza, Viborada está considerada la patrona de las bibliotecas y los bibliotecarios. En el arte, se la representa cogiendo un libro, para significar los libros que ella salvó y un hacha, que simboliza la manera como murió.

Santa Viborada de Saint Gall, patrona de las biblioteca y bibliotecarios

San Jerónimo, patrón de los traductores, archiveros, bibliotecarios…

Eusebio Hierónimo (Estridón, Dalmacia, c. 340 – Belén, 30 de septiembre de 420), conocido comúnmente como san Jerónimo, pero también como Jerónimo de Estridón o, simplemente, Jerónimo, tradujo la Biblia del griego y del hebreo al latín por encargo del papa Dámaso I. La traducción al latín de la Biblia hecha por san Jerónimo, llamada la Vulgata y publicada en el siglo IV de la era cristiana, fue declarada en 1546, durante el Concilio de Trento, la versión auténtica y oficial de la Biblia para la Iglesia católica latina, hasta la promulgación de la Nova Vulgata, en 1979, el que ahora es el texto bíblico oficial de la Iglesia católica.

La Iglesia católica ha reconocido siempre a san Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a explicar la Biblia; por extensión, se le considera el santo patrono de los traductores.

San Jerónimo, patrón de los traductores, archiveros, bibliotecarios

Santa Catalina de Alejandría, patrona de filósofos, archivistas, bibliotecarios…

Catalina de Alejandría fue una mártir cristiana del siglo IV. Su fiesta se celebra el 25 de noviembre. Su culto tuvo difusión por toda Europa a partir del siglo VI, con énfasis entre los siglos X y XII. Está incluida en el grupo de los santos auxiliadores y es invocada contra la muerte súbita. Algunos académicos modernos consideran que la leyenda de Catalina probablemente se basó en la vida y muerte de Hipatia, con roles invertidos de cristianos y paganos.

Catalina de Alejandría es la patrona de los escolares y estudiantes, filósofos, prisioneros (junto con Leonardo de Noblat, Fernando III de Castilla y José Cafasso), jóvenes casaderas, barberos (junto con Cosme y Damián y Martín de Porres), y de cuantos se relacionan por su oficio con las ruedas: carreteros, molineros, traperos, hilanderas, ciclistas, etc. También del día de las Catalinadas. La Universidad de París, la Universidad de Oviedo y la de Padua eligieron a Catalina como patrona.

Así, también es considerada patrona de apologistas; artesanos que usan ruedas en su trabajo (alfareros, hilanderos, etc.); archivistas; abogados; juristas; bibliotecarios; personas en trance de muerte; educadores; jovencitas; solteras; estudiantes; maestros; afiladores de cuchillos; mecánicos; torneros; enfermeros; filósofos; predicadores; teólogos; secretarias; taquígrafos.

Santa Catalina de Alejandría, patrona de filósofos, archivistas, bibliotecarios

San Isidoro de Sevilla, patrón de los humanistas…

Isidoro de Sevilla (en latín: Isidorus Hispalensis; nacido probablemente en Cartagena, c. 556-Sevilla, 4 de abril de 636) fue un eclesiástico católico erudito polímata hispano de la época visigoda. Fue arzobispo de Sevilla durante más de tres décadas (599-636). Es venerado como santo por la Iglesia católica y contado entre los Padres de la Iglesia. También es uno de los Cuatro Santos de Cartagena.

El 26 de abril se celebra la festividad de San Isidoro de Sevilla. Este santo es considerado uno de los hombres más sabios de su época. San Isidoro está venerado como santo patrón de humanistas: filólogos, filósofos, historiadores, geógrafos, topógrafos y geodestas. Incluso es venerado como santo patrón de Internet.

San Isidoro de Sevilla, patrón de los humanistas

Fuente principal: Wikipedia