El 1 de agosto de 2014 es una fecha que no se olvidará fácilmente en el mundo de las bibliotecas por la aprobación del Real Decreto 624/2014. En dicho Real Decreto se manifiesta y desarrolla la remuneración a los autores por los préstamos de sus obras realizados en determinados establecimientos accesibles al público. Vamos, que es el día en el cual por cada préstamo y por cada usuario las bibliotecas tendrán que pagar un canon establecido a las entidades de gestión de derechos de autor para que estas, a su vez, se lo hagan llegar a los autores. Fue, y sigue siendo, un día triste para las bibliotecas… y no tanto para autores y entidades de gestión de derechos de autor al hacer efectiva una Directiva Europea de 1992. Sin duda que una batalla épica, y larga, la ganada.
Y sin duda que la ley está para ser cumplida, aunque sea injusta para el mundo de las bibliotecas. No les queda otra que resignarse y pasar por el aro. Lo de cerrar las puertas y dejar al mundo a la deriva no está entre los planes de las bibliotecas… aunque haya gente que lo sugiera y lo prefiera para ahorrar dinero.
Tim Worstall un colaborador de la prestigiosa revista Forbes escribió “Cerremos las bibliotecas y proporcionemos a todos los ciudadanos una suscripción a Amazon Kindle Unlimited” argumentando que de este modo, su país natal Reino Unido, podría ahorrar una gran cantidad de dinero a los contribuyentes. Según su argumento el Reino Unido gasta ahora 1,7 mil millones de libras en bibliotecas públicas, y de este modo gastaría solo un mil millones de libras.
Vuelvo a traer este tema a mi blog después del duro golpe que dio el Tribunal Supremo a las bibliotecas la pasada primavera. El hecho no es el anuncio del pago que la Generalitat de Catalunya ha realizado en concepto de derechos de autor por el préstamo de obras en sus bibliotecas. Un total de 346.000 euros, cifra que incluye la regulación de cantidades pendientes desde el 2010 al 2015. El hecho de traer de nuevo este tema es que los escritores y traductores no están de acuerdo con la cantidad recibida… que quieren una remuneración justa por el préstamo de sus obras. Vamos, que quieren cobrar más de las bibliotecas. Sí, ir a casa a comer y que te cobren el menú después de haber comprado tú todos los ingredientes.
Además de que quieren una remuneración justa (y no una tarifa simbólica) en el préstamo público de sus obras, los escritores y traductores dicen:
- Que están siendo discriminados con respecto a sus colegas de otros países de la Unión Europea. Con lo bonito que hubiese sido que fuesen ejemplo para el resto de países de la Unión Europea al negar el cobro de dicha cantidad y dar la imagen de respeto a la bibliotecas.
- Que se les hace una expropiación de la propiedad intelectual de sus obras. No tienen en cuenta que se les paga los derechos de autor cada vez que una biblioteca compra un libro (parece que piensan que los libros son regalados a las bibliotecas)… por no hablar de que un préstamo no es una venta perdida.
- Que cobran cantidades más de 100 veces por debajo de las de países como Italia o Polonia, y más de 1.000 respecto a Francia o Alemania. Si se llegase a equiparar esto, la Generalitat de Catalunya habría pagado entre 34.600.000 y 346.000.000 euros en esos 6 años que han pagado ahora… Lo que da que anualmente tendrían que pagar entre 5.766.600 y 57.666.000 euros. O fallan las cuentas o el resto de países van sobrados de presupuesto para bibliotecas.
Y es que el tema de la Propiedad Intelectual es muy complicado. Difícil de entender. Injusto para el mundo de las bibliotecas. No se dan cuenta de que las bibliotecas a las que exigen son defensoras de los derechos de autor (de sus derechos). Son promotoras de libros, autores y de la lectura (de sus libros). Son entidades difusoras e igualitarias que hacen que sus obras lleguen a más personas (que ellos y sus obras sean más conocidas)… La verdad es que no llego a entender este mundo que trata de esta manera a las bibliotecas.
Sin duda que es un tema que divide y del cual algunas personas / asociaciones / federaciones responsables del mundo de las bibliotecas NO quieren hablar. Por un lado no les queda otra que aceptar el Real Decreto para no ponerse a malas con la justicia, entidades de gestión y autores. Por otro lado, tampoco quieren reconocer esto para no echarse encima al mundo de las bibliotecas y que deben defender.
Pero como vivimos en un mundo loco todo es más entendible. Un mundo en el cual no tardaremos en ver a la gente manifestarse en contra de las bibliotecas. Un mundo en el cual las bibliotecas serán perseguidas y sus responsables encarcelados cuales piratas de libros electrónicos. Un mundo en el cual las empresas que proporcionan el mobiliario a las bibliotecas exigirán el pago por utilización de las sillas o de las mesas. Un mundo en el cual las bibliotecas que tendrán que poner cadenas y candados a los libros y que cada persona que quiera uno que pague en la máquina, tal y como sucede con los televisores en los hospitales públicos. Un futuro en el cual se dirá “si no puedes pagar una biblioteca, no tengas biblioteca”.
Imagen superior cortesía de Shutterstock
Creo que los lectores también deberían cobrar por leer según que cosas, muchas veces por obligación.
De muchos libros comprados deberían devolver el importe, porque después de leídos o empezados a leer te das cuenta de que lo pagado no valía la pena.
De los libros con erratas mejor no hablar, hay algunos de ahora como:Aurea Bibliographica de Víctor Infantes, con 40 erratas o más.
Sí, tienes razón… hay cosas que ni aunque se les pague a los lectores… ;)
¿No han pensado los escritores que hay autores a los que nadie los leería si no fuese por las bibliotecas y la promoción que se da en las bibliotecas de sus libros? Siendo como es la realidad de la lectura en España, todo se reduciría a bestsellers y autores superventas, o sea, venderían cuatro. Las bibliotecas hacen lectores que sí, prestan sus libros en las bibliotecas, pero después compran libros por propia iniciativa, lo cual al final beneficia al escritor. Es como tirarse piedras sobre su tejado.
Totalmente de acuerdo. Tirarse piedras sobre su tejado… o pan para hoy hambre para mañana… :(
No acabo de entender este espíritu derrotista, que además parece echar toda la culpa al RD de 2014.
Yo creo que la fecha más lúgubre fue agosto de 2006. Desde la condena del TJE, España «debe» pagar el canon.
En 2007, con la «Ley de la lectura, el libro y las bibliotecas», nuestro país aceptó pagar ese canon: 20 céntimos de euro por cada ejemplar de obra adquirido con destino al préstamo.
En 2014 se estableció otra forma distinta de pagarlo.
Evidentemente no nos gusta ninguna de las formas.
Pero lo asombroso es que estemos parados. ¿Por qué Fesabid, tras muchos años de lucha, parece haber decidido tirar la toalla?
Unos bibliotecarios han pedido ayuda al Tribunal Supremo, que, evidentemente, no puede decir nada sobre el tema.
Esta cuestión se ha de batallar en los ámbitos europeos, no aquí. Y Fesabid puede hacerlo, como se hizo durante más de una década.
Además Fesabid tiene a una representante en la Junta directiva de Eblida. ¿Por qué tampoco ya no se hace nada desde Eblida?
Algunos hitos de esta historia:
1992 Primera Directiva europea
1994 Primera transposición en España
Proceso sancionador contra el Reino de España
2006 Sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia Europeo
2007 La Ley de la lectura, el libro y las bibliotecas asume el pago de la remuneración
2014 Nueva fórmula del cálculo de la remuneración por préstamo.
Mil gracias Pedro por ponernos a todos en situación con respecto al pago por préstamo en las bibliotecas… :)
[…] El 1 de agosto de 2014 es una fecha que no se olvidará fácilmente en el mundo de las bibliotecas por la aprobación del Real Decreto 624/2014. En dicho Real […]
Igual en el mundo de las bibliotecas habría que ir pensando en adquirir obras cuyos autores acepten que estas puedan prestarse sin pagar ningún tipo de canon, a cambio la biblioteca publicita la obra. Poco a poco habrá que ir cambiando y adaptándose y ofrecer lo que otras empresas privadas no les interesa.
En breve saldrá publicado un debate en la SEDIC sobre este tema. En él preguntaba sobre hacer esto y no es posible… :(
[…] seguro que impide las descargas ilegales. La finalidad de este modo de actuación es proteger los derechos de propiedad intelectual que afectan a estas […]
Bueno, no se uds. pues no vivo en sus países. Yo vivo en Cuba. Sin embargo, me parece que el asunto del Derecho de autor es muy sencillo en mi país, si el libro llega a la Biblioteca es porque lo han comprado para que esté en ella o lo han donado o intercambiado con otras instituciones. Si el libro se publica es para que todos los conozcamos, ¿no es así?.
Entonces, no entiendo el «tira y encoge» con el asuntito del Derecho de Autor.
Además la Biblioteca tiene sus mecanismos para saber cuando entró y por cuál vía, si es la compra, el donativo o el intercambio. Y en qué fecha entró y en qué fecha se puso al servicio en las salas de lectura, igual sucederá con las Digitales, existen mecanismos para ello. No sé por qué se complican tanto.
Además si el libro, el artículo se publicó es porque se quiere divulgar, cuál es el problema?. El asunto no es la Biblioteca así que vamos a irnos quitando ese pensamiento de que la Biblioteca tiene la culpa. Si existe algún plagio, la culpa es de quien lo hace no de una Biblioteca… ¡¡¡ Por Dios !!!
Gracias por tu comentario, Ivette. Ya sabes que en ocasiones tendemos hacia la complicación… :(
Me parece que hay un argumento que se puede entender, aunque uno no esté de acuerdo. El precio de un libro y los derechos que van incluidos en él no puede ser el mismo para venderselo a un particular que para ponerlo a préstamo y que lo lean cientos de personas, porque está claro que la «utilidad» extraida al libro es muy diferente. En el extremo, el Estado podría compra un sólo libro y prestarlo online a toda España gratuitamente. En la música, no es lo mismo comprarte un CD para tu casa, que ponerlo en una boda con 400 invitados en un evento que cuesta 50.000 euros. Podemos tenerle todo el cariño que se quiera a las bibliotecas, pero entiendo perfectamente la Ley y su razón de ser. Claro, estoy partiendo de la base de que escribir un libro es un negocio legal y legítimo, pero mucha gente parte de la base de que, como es cultura, tiene que ser gratis. Bueno, pues entonces que lo pague el Estado y todos felices.
Gracias por tu comentario, David… :)