Existe cierta confusión entre la mayoría de las personas sobre el personal bibliotecario. El estereotipo impuesto y las funciones son dos de los temas que más desconocimiento acumulan, hasta que se conocen (por supuesto). El círculo cercano de estos profesionales ya sabe, por ejemplo, que para ejercer hay que estudiar. Del Biblioqué han pasado a pronunciar perfectamente Biblioteconomía y ni se les ocurre decir la típica frase de si para colocar libros hay que estudiar. Algo que también saben es que no necesariamente tienen que estar leyendo las 24 horas del día.
Ahora hay tratar que ampliar ese círculo y pasar a otro nivel. Twitter (como siempre) se presenta como una buena herramienta para el conocimiento y la viralización. Como ya pasó con el hashtag #CuadrosBibliotecarios, la semana pasada muchos profesionales usaron la red para desmentir mitos sobre la profesión y aportar un poco de conocimiento sobre esos temas más controvertidos y que nada tienen que ver con las bibliotecas y su personal. ¿Cómo? Pues a través de la ingeniosa (y conocida) frase de Troy McClure de Los Simpson: «Tal vez me recuerden por éxitos como». Eso sí, previo saludo y presentación del puesto.
Por ejemplo, en los tuits que os mostraré a continuación se comentan temas como que el personal bibliotecario hace mucho más que ordenar libros, que no los colocan por tamaños, que no están todo el día sentados tras el mostrador, que no han elegido esta profesión porque les encante leer o que no se han leído todos los libros de la biblioteca. Que para ejercer sí hay que estudiar, que sí saben sonreír, que no lo saben todo (pero sí pueden saber dónde encontrarlo), que no son adivinos, que no les gusta mandar callar a la gente o que no tienen por qué llevar gafas ni moño. Y, para terminar este pequeño resumen, que las bibliotecas no son sitios aburridos en los que no hay nada que hacer, que no hay que pagar por llevarte los libros a casa (los libros no se alquilan, se prestan), que Google no es mejor que las bibliotecas y que no se aceptan todo tipo de libros en donación.
Hola, soy bibliotecaria. Tal vez me recuerden de anteriores éxitos como:
– No, el color de la portada no vale para saber de qué libro me habla.
– No, no tiene que pagar para llevarse los libros a casa.
– Sí, ser bibliotecaria es mucho más que ordenar los libros.
Hola, soy bibliotecaria; tal vez me reconozcas por éxitos como:
– Sí, hago algo más que colocar libros.
– No, no he leído todos los libros que hay aquí.
– No, no sé cuál fue ese cuento de tapas rojas que tanto le gustó a tu niña.
– Llevas libros, comics, pelis y música; bien ¿no?
Hola, soy bibliotecario y, tal vez, me conozcas por éxitos como:
• No, mi trabajo no es chistar a la gente.
• No, no me he leído todos los libros.
• No, no soy una anciana espigada con moño y gafas de pasta (bueno, lo de las gafas sí).
• No, el libro no estaba así.
Hola! Soy bibliotecaria. Seguro me conoces por éxitos como:
Para ordenar libros se estudia
No me he leído todos los libros de la biblioteca
No necesariamente pueda recomendarte un buen libro para leer
No soy bibliotecaria porque me encanta leer (aunque me encanta)
No lo sé todo
Hola, soy bibliotecaria. Tal vez me recuerdes de anteriores éxitos como: «Sí, para esto se estudia» ; «No, la asignatura de hacer callar no existe» y mi gran Best-seller «Os parece que no hacemos nada aparte de estar sentadas pero estáis muy equivocados»
Hola, soy bibliotecario y si, para eso tuve estudiar, sin ir lejos fue un pregrado de 5 años de duración. Y no, no soy una base de datos «parlanchina» que localiza cualquier libro con solo mencionarle el color de la carátula.
Hola, soy bibliotecaria y tal vez me conozcas de éxitos como:
– Sí, es una carrera y se estudia.
– No, no se acomodan los libros del más grande al más chico.
– No, no tengo ganas de ordenarte la biblioteca.
– Siiiiii se estudia para serlo!!!!
Hola, soy bibliotecaria, tal vez me conozcas x éxitos como:
– No, no leo todos los libros de la biblioteca.
– No, no uso rodete ni anteojos grandes para leer.
– No, no me gusta permanecer en silencio ni me gusta chistar.
– No, no escucho música clásica, me encanta el rock & roll
Hola, soy bibliotecario. Tal vez me recuerdes de anteriores éxitos como:
– No me he leído todos los libros de la biblioteca
– No estudié una carrera de 5 años solo para colocar libros
– Si no me hablas no sé si quieres prestar o devolver el libro.
– No conozco ese de la tapa roja
Hola, soy bibliotecaria. Tal vez me conozcas por éxitos como:
– Sí, para eso también se estudia en la universidad.
– No, no me he leído todos los libros, ni tampoco me dedico a leer.
– No, no es un sitio aburrido donde no hay nada que hacer.
Hola! Soy bibliotecaria y tal vez me conozcas por éxitos como
– No me he leído todos los libros de la biblioteca.
– No ordenó los libros por tamaño.
– No tengo la versión más chica del Quijote de la mancha.
– No tengo el libro rojo ese, tengo el libro del autor x. ???️
Hola, soy bibliotecario; tal vez me reconozcas por éxitos como:
-Sí, pelis porno también
-No, no tengo que leerme todos los libros
-Incunable es otra cosa, eso es un libro viejo y ya lo tenemos
-Tu genealogía familiar? Ni idea, pero si quieres me la puedo inventar ahora mismo
Hola, soy bibliotecaria, tal vez me conozcas por éxitos como:
– Sí, me gusta leer, pero en el curro no puedo.
– No, no me he leído todos los libros de la biblio.
– No, no soy capaz de encontrarte un libro si solo me dices el color de la cubierta.
– Sí, sé sonreír.
Hola soy bibliotecaria, quizás me conozcas de mis anteriores éxitos:
-No, no me he leído todos los libros de la biblioteca.
-Sí, para esto hay que estudiar.
-No, no sé cuál es ese libro azul, gordo sobre una historia de amor.
-Sí, imagino q t hubiera encantado serlo a ti también.
Hola, soy bibliotecaria, tal vez me conozcas por éxitos como:
– no, no me he leído todos los libros de la biblioteca
– no llevo moño ni gafas
– no me gusta vivir en silencio
– no, no leo mucho en mi trabajo
– sí, hay que estudiar para ser esto
Hola, soy bibliotecóloga. Tal vez me recuerdes por mis éxitos “no, no me tengo que leer todos los libros qué hay”, “no, no tengo que leer abundante y amar la lectura” y “ni los libros ni las bibliotecas van a desaparecer por culpa de internet”
¡Hola! Soy bibliotecaria y tal vez me conozcas por mis más mayores éxitos:
– No, no leo todos los libros de la biblioteca
– Podés llevarte otro libro cuando devuelvas el que tenés vencido
– No me alcanza con saber el color de la tapa
– No, no sé cuál es el libro verde de biología
Hola soy bibliotecaria, y tal vez me conozcas por éxitos como: “Qué? Se estudia para eso?”, y “Qué hacés? Ordenás libros en estantes?” – No, no me leí todos los libros de la biblioteca – No, no sé cuál es el libro de tapa azul con letras pequeñas.
Hola! Soy bibliotecaria y tal vez me conozcas por éxitos como:
– No, no leí todos los libros de la biblioteca
– Ser bibliotecario no es sólo ordenar libros y se estudia para serlo
– Si, no tomo mates dentro de la biblioteca
– Los libros se piden prestado no se alquilan
Hola! Soy bibliotecaria escolar, tal vez me conozcan por éxitos como:
-No, no leí todos los libros de la literatura universal.
-Sí, la bibliotecología es una carrera.
-No, no uso rodete.
-No, no somos las Marie Kondo de los libros.
-Sí, trabajamos con las infancias en proyectos.
Hola! Soy bibliotecaria y tal vez nos conozcas por éxitos como:
-No, nos leímos todos los libros.
-No, Google no te dice siempre lo correcto
-Sí, me enojo si guardas libros sin permiso
-SÍ, se estudia para bibliotecaria
-Sí, el título del libro es más importante que su color
Hola, soy bibliotecaria, tal vez me recuerdes de éxitos como:
-Sí, se estudia para ordenar libros
-No, no leí todos los libros de la biblioteca
-Ni idea qué recomendarte, no te conozco
-No, el libro en papel no va a desaparecer
Imagen superior cortesía de Shutterstock
Mi querido Antón Castro me preguntó una vez qué era una Biblioteca y una Bibliotecaria, mi respuesta fue:
‘Hace tiempo que las Bibliotecarias dejaron de ser esas Señoras malhumoradas, con moño, que te miraban por encima de las gafas cuando cruzabas la puerta de la Biblioteca, en silencio, de puntillas, para no despertar a la fiera que llevaban dentro. Esas obsesas del orden que se pegaban la vida clasificando libros polvorientos que a nadie llaman la atención, salvo que seas Indiana Jones. Porque hace tiempo que las Bibliotecas, al menos las Municipales, dejaron de ser esos lugares silentes y tenebrosos a los que únicamente se acudía para hacer alguna consulta o tomar algún libro prestado.
A pesar de ese concepto anticuado y rancio en el que muchos creen, las Bibliotecas han evolucionado a la par que la sociedad, a la par que la tecnología. Una Biblioteca estática es una Biblioteca, lamentablemente, muerta.
No es que se quiera desechar un acto lector relajado, el estudio en silencio o un ambiente monacal; pero las Bibliotecas han de avanzar al mismo paso que el mundo real. Una sociedad cambiante, al mismo ritmo que la tecnología. Y son las Bibliotecas quienes, por su carácter democrático, libre y no excluyente, además de promocionar la lectura de personas de 0 a 120 años, ofrecen la oportunidad de romper la brecha digital que sufren las personas mayores, la integración social de inmigrantes, apoyan la creatividad de los más pequeños, ayudan a dudar sobre las ideas formando un pensamiento crítico, tienden su mano a la reinserción laboral de aquellas personas que, desesperadas, vienen a pedir ayuda para hacer un CV o apuntarse al paro por Internet, nos empujan a viajar a lugares lejanos…
Las Bibliotecas, sobre todo en los pequeños núcleos rurales, son lugares de referencia en la vida cultural. Lugares de libros, de documentales, de historias, de encuentros y tertulias, de aprendizaje entre todos. En definitiva, pequeños rincones de rehumanización, de contacto persona a persona. Un cara a cara que nos hace más sensibles.
Lugares de historias y anécdotas. Lugares de lo inesperado, porque cuando estás al frente de una Biblioteca, nunca sabes quién va a entrar ni qué te va a pedir. Como la usuaria (porque la gran mayoría son mujeres) que entra por primera vez y te dice “Dame un libro que me guste”; “Busco un libro de tapas rojas”; “Quiero el pijama a rayas”… y de qué talla te preguntas tú con una sonrisa complaciente…’
Hoy añadiría: ‘los Bibliotecarios, porque también hay hombres en el oficio, son personas con las que compartir el tiempo es un lujo, exento de piques y plagado de risas… a pesar de las dificultades con las que, en numerosas ocasiones, nos encontramos en nuestro puesto de trabajo, a pesar de ser ignorados en muchas ocasiones por quienes más deberían apoyarnos…
¡¡¡GRACIAS A TODOS POR HACERLO TAN FÁCIL!!!
Un millón de gracias por compartir con todos nosotros este comentario, Amalia. Saludos :)
Sería interesante remarcar también que los diplomados en Biblioteconomía y Documentos / Licenciados en Documentación / Graduados en Información no sólo podemos trabajar en bibliotecas. Aparte de los archivos, hay muchas empresas que necesitan los servicios de gestores documentales, y nuestra labor es importante ahí. A veces nos acotamos demasiado a nosotros mismos, sin pensar que tenemos múltiples posibilidades. Es decir, hay que reivindicar nuestro rol de documentalistas, que creo que es más poderoso hoy en día, por suerte o por desgracia.
Por supuesto, Mario. Podemos salir del bibliotecario, archivero o documentalista. Aquí unas cuantas profesiones: http://www.julianmarquina.es/21-salidas-laborales-para-profesionales-de-informacion-y-documentacion/ Saludos :)
[…] http://www.julianmarquina.es/hola-trabajo-en-una-biblioteca-tal-vez-me-recuerden-por-exitos-como/ […]