El papel de la biblioteca es de suma importancia y necesidad. Para que estas puedan desarrollar y potenciar su misión hace falta que cuenten con profesionales preparados dispuestos a llevarlas a otro nivel. Profesionales que sean capaces de conectar las bibliotecas con las personas, y que estas se queden con una impronta más que positiva de lo que las bibliotecas pueden suponer en sus vidas.
Para ello el profesional de biblioteca debe convertirse en una persona cercana y de confianza para las personas. Además, debe contar con una actitud proactiva de «venta» de los servicios y actividades de la biblioteca. Sin olvidar trabajar y potenciar la atención, escucha y ofrecimiento de soluciones como nexo de unión e imagen de la biblioteca que es. En definitiva, convertirse en el bibliotecario que toda biblioteca debería tener. Ahora bien, y comentado todo esto, ¿cómo llegar a ser el profesional de biblioteca que toda persona querría tener a su lado? (y sin llegar al extremo de ser un bibliotecario de 24 horas).
Vaya por delante que no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Sé que lo fácil es hablar desde mi posición y que otra cosa es el día a día. Por no hablar de la multitud de situaciones que te dejan sin ánimo y fuerza, o de las múltiples dificultades y trabas administrativas. Sí, lo sé. Además, el día a día te deja sin tiempo para nada… pero te animo a que tu biblioteca no se quede sin personas y se convierta (y te conviertas) en una «biblioteca de cercanía» para ellas. Es por eso por lo que me gustaría compartir contigo unas pequeñas claves a trabajar para tratar de que las personas se sientan importantes en y desde sus bibliotecas.
1. Mantén una actitud cercana y positiva.
No debes pasar por alto que el personal bibliotecario es el motor de las bibliotecas. Tu imagen, actitud y voz son la imagen, actitud y voz de la biblioteca en la que trabajas, y por lo tanto su imagen. Es fundamental que mantengas una actitud positiva y cercana hacia las personas. Es verdad que hay días y días… días buenos en los que sale sola esta actitud, y otros días en los que hay que hacer un gran esfuerzo para conseguirla. Es clave saludar, sonreír, ser cortes y resolutivo ofreciendo soluciones, lanzar mensajes positivos y reforzar el apoyo de las personas ante sus necesidades.
2. Informa sobre qué es la biblioteca a las nuevas personas que van hasta ella…
En ocasiones se piensa que todas las personas saben qué es una biblioteca y cuáles son sus funciones. Lamentablemente no siempre es así y se tiene, incluso, una percepción e imagen equivocada de ellas. Es por ello por lo que es fundamental ante las nuevas personas usuarias (incluso también en las que llevan más tiempo) hacer una presentación de lo que es la biblioteca, lo que se puede hacer en ellas y destacar sus beneficios. Tómate tu tiempo para ello y que haz que perciban tu interés (y que es el de la biblioteca). Esto te servirá para conocer mejor a las personas, además de para mostrarles de primera mano el conjunto bibliotecario. Si no tienes mucho tiempo, te recomiendo que realices una serie de visitas guiadas programadas mensualmente.
3. … y recomienda otros usos de la biblioteca a las personas que ya la conocen.
Como comentaba en el anterior punto, sería bueno incluso hacer una presentación de la biblioteca para las personas usuarias que llevan más tiempo con nosotros para renovar así la percepción y conocimiento hacia la misma. No obstante, otra cosa que puedes tener en cuenta es recomendar y animar a aquellas personas que hacen un solo uso de la biblioteca (por ejemplo: estudiar, préstamo de libros, uso de ordenadores…) a que utilicen y sean usuarias de otros servicios y actividades (por ejemplo: club de lectura, servicio de referencia, exposiciones temáticas…). Con esto conseguirás afianzar más el sentimiento de pertenencia de las personas hacia la biblioteca, además de reforzar su fidelización.
4. Haz de la biblioteca un lugar de confianza.
El objetivo es conseguir que las personas se sientan cómodas y seguras en la biblioteca. Que la perciban como un espacio cercano de confianza y no como lugar extraño o ajeno en sus vidas. Para ello el trato personalizado e individualizado es fundamental, así como dotar a la biblioteca de distintos cauces de libertad de expresión, diversidad, integración y protección de la privacidad y anonimato de las personas.
5. Potencia tu capacidad creativa y sorpresiva.
Es verdad que la monotonía y salir del día a día cuesta y es complicado. Dicha percepción puede llegar hasta las personas usuarias de la biblioteca y, por lo tanto, bajar su nivel de interés más allá de uso principal que hagan de la biblioteca. Es por ello por lo que debes pensar de forma creativa cómo sorprender a las personas usuarias de la biblioteca. Sí, es algo que te llevará tiempo, pero los resultados pueden ser espectaculares… aunque no llegues a percibirlos directamente. Piensa en rincones o espacios temáticos en la biblioteca, programa actividades diferentes y que salen de lo común, trabaja en servicios diferentes para fidelizar a los usuarios y acercar a todo tipo de públicos, gamifica la experiencia de las personas en la biblioteca…
6. Interésate por las personas.
Una biblioteca sin personas es una biblioteca huérfana de sentido. Las personas son las que dan vida a la biblioteca y sin ellas se pondría en serio peligro su existencia. Las personas necesitan sentirse queridas e importantes, por lo que tu labor es fundamental como profesional representante de la biblioteca. Escucha a las personas y presta interés a lo que te cuentan, trata de dar soluciones a sus necesidades informativas y de conocimiento, invítalas a que saquen un mayor partido de la biblioteca… En definitiva, tómate tu tiempo con ellas, y ellas nunca te fallarán a ti ni a la biblioteca.
7. Haz que las personas participen en las actividades de la biblioteca.
En ocasiones, bien por falta de conocimiento, de interés o de tiempo muchas actividades de las bibliotecas no cuentan con todo el apoyo esperado por parte de las personas. Es por ello por lo que debes tratar de difundir y presentar las distintas actividades llevadas a cabo desde la biblioteca a todas las personas posibles. No basta únicamente con la difusión por Internet o tablones, hay que ir un paso más allá y hablar con las personas para informarles y preguntar por su interés. En este acercamiento también puedes hacer un pequeño sondeo sobre qué le parece la actividad propuesta, el horario y qué actividades le interesaría que se realizasen desde la biblioteca. Seguro que en poco tiempo esas personas se verían sorprendidas porque se están llevando a cabo sus sugerencias, y resulta que son las mismas que las de otras muchas personas.
8. Recomienda libros, pregunta cómo les fue e invítales a que lo cuenten.
El préstamo de libros sigue siendo el servicio estrella en las bibliotecas, aunque con una tendencia decreciente. Aun así, es el servicio que las personas más utilizan y, por lo tanto, sobre el que más conocimiento tendrías que tener. Vaya por delante que recomendar libros no es una tarea fácil, requiere conocer a la persona y sus gustos. Pero ahí es donde entra en juego el interés, la cercanía y el conocimiento de la persona comentado anteriormente. Trata de hacer una ficha de lector que te facilite conocer a la persona. Y que esta tarea no se quede únicamente en una simple recomendación, sino que trata de interesarte por si le gustó el libro, si lo recomendaría a otras personas e incluso si les gustaría hacer una valoración del libro en el catálogo de la biblioteca.
9. Enseña a las personas que van a la biblioteca a buscar y usar la información y la tecnología.
Dar la información sin enseñar cómo se consiguió es, en la mayoría de las ocasiones, una tarea fácil y cómoda, pero quizás no la mejor para el aprendizaje de las personas que la solicitan. Es por ello por lo que puedes ocupar un puesto de relevancia en sus vidas si te propones a alfabetizarlas en el uso de la información y la tecnología que utilizas para llegar hasta ella. Programa actividades formativas por tipología de usuarios y edades, forma a las personas para que dispongan de pensamiento crítico, sepan detectar fake news y confiabilidad de fuentes de información, y, sobre todo, potencia el contacto para la resolución de dudas.
10. Convierte a la biblioteca en el centro de vida social, cultural y de conocimiento del municipio.
Las bibliotecas no solamente influyen en la vida de cada persona, sino también en la vida social, cultural y del conocimiento del conjunto del municipio. Es por ello por lo que eres el máximo responsable de intentar hacer que la biblioteca ocupe un puesto de responsabilidad e importancia en la comunidad. Convertir a la biblioteca en el núcleo social y cultural no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Conoce a asociaciones y organizaciones locales para tratar de llevarlas hacia la biblioteca y llegar a acuerdos con ellas. Incita y potencia a que los centros educativos tengan en cuenta la importancia de las bibliotecas en sus programas docentes. Llega a acuerdos con comercios locales para incitar el tránsito de personas y la utilización de la biblioteca. Genera noticas que quieran presentar el alcalde o los concejales… .
Para terminar, comentar que estas son solamente algunas ideas. Seguro que tienes mejores para hacer que la biblioteca ocupe un puesto importante en la vida de las personas y del municipio. Estaré encantado y agradecido de leerlas a través de los comentarios.
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Muy buenas recomendaciones.
Gracias
Muchas gracias, Antonio… :)
[…] Es por ello por lo que las administraciones y gobiernos locales (e incluso compañeros) deben dar la importancia, oportunidad y confianza a estos profesionales para que puedan llevar a la biblioteca a otro nivel dotándoles del apoyo, medios y recursos necesarios. Este reconocimiento motivará, o podrá motivar, un cambio de actitud del personal bibliotecario que haga que la biblioteca se convierta en un verdadero centro de vida social, cultural y de conocimiento del municipio. […]