El carnet de biblioteca es una llave que abre infinidad de puertas cargadas de oportunidades. Lamentablemente no todas las personas saben esto, y es por eso por lo que la prescripción bibliotecaria se presenta como uno de los mejores remedios. El personal bibliotecario difunde de maravilla los beneficios de las bibliotecas y de ser socio de ellas, pero quizás haya que ir un paso más allá y hacer que las «personas ganadas» de las bibliotecas se conviertan en las perfectas anfitrionas y prescriptoras en su entorno más cercano. Y qué mejor que serlo regalando el carnet de biblioteca a los seres queridos.
Pero no todo es tan fácil como parece, y es que el carnet de biblioteca es un elemento, un servicio, personal e intransferible. Por lo tanto, requiere que sea la propia persona (adulta) la que vaya a solicitarlo. Por lo que el regalo puede perder la capacidad de sorpresa. No obstante, para los menores de edad, el propio padre, madre o persona tutora puede solicitar el carnet de la biblioteca y dejarlo en el árbol de navidad como un estupendísimo regalo. Además, ¡¡es un regalo gratuito!! Desde aquí, y me lanzo a la piscina, animo a que las bibliotecas creen mecanismos que permitan el regalo del carnet de biblioteca de una persona hacia otra sin que pierda ese elemento de sorpresa.
Desde hace años circula por la red la imagen que ilustra este post. Ya sabéis que me gusta enlazar y mencionar las fuentes originales, así que comentar que esta imagen es del dibujante Rob Rogers. En ella aparece un joven que le pide a Santa Claus libros, ordenadores… además de viajar a través del tiempo y el espacio. Santa Claus parece que lo tiene todo controlado y le da al joven un carnet de la biblioteca. Por cierto, destacable el elfo que aparece al fondo con un mensaje para salvar las bibliotecas.
Porque, tal y como diría la bibliotecaria Laura Bush: «He encontrado que lo más valioso en mi cartera es mi carnet de biblioteca», o el cofundador de Microsoft Bill Gates: «Con el carnet de la biblioteca pública en la mano, tienes acceso a Internet y a un mundo de oportunidades», o el escritor Roy Blount Jr.: «¿Una imagen vale más que mil palabras? Un carnet de biblioteca vale millones». Así que, ¿qué mejor regalo que el carné de la biblioteca? Por cierto, no me gustaría olvidar en este post a todos aquellos municipios que regalan el carnet de la biblioteca a los recién nacidos junto con un libro o un pequeño lote de libros. Felicidades por la iniciativa.
¿Por qué regalar estas Navidades el carnet de biblioteca?
Bien es cierto que para acceder a la ayuda del personal bibliotecario o para consultar en sala el material (sobre todo el relativo a los libros en papel), no es necesario ser socia de la biblioteca. No obstante, no está de más serlo por las múltiples diferencias (llamémosle beneficios) existentes entre no serlo y serlo.
1. El carnet de biblioteca es gratuito y permite formar parte de un gran club.
El carnet de biblioteca no tendrá ningún coste económico asociado en su creación (en la gran mayoría de las bibliotecas públicas) y mantenimiento. Este carnet permite formar parte de uno de los mayores clubes del mundo (el cual está compuesto por más de 550 millones de personas según el IFLA Library Map of the World) y disfrutar de todos los beneficios y servicios de las bibliotecas.
2. Ofrece no solo el acceso, sino el préstamo de multitud de libros, periódicos y revistas, además de series y películas, tanto analógicos como digitales.
La gran colección de la biblioteca está a disposición de toda persona portadora del carnet de biblioteca. Esto quiere decir que cualquier persona socia de la biblioteca puede acceder y (lo más interesante) llevarse o disfrutar desde casa tanto de la colección física como digital de la biblioteca: libros en papel, periódicos, revistas, libros electrónicos y audiolibros, CDs y DVDs de música, series y películas, streaming de documentales, conciertos, series y películas, acceso al quiosco digital para la lectura de revistas y periódicos electrónicos…
3. También permite la utilización y el préstamo de material que quizás no sabías que se prestaran desde las bibliotecas.
Existen bibliotecas que van un paso más allá de los contenidos y suman a su oferta de préstamos recursos de toda índole. Como, por ejemplo, lupas, portátiles, lectores de libros electrónicos, videojuegos, espacio y mobiliario, cámaras fotográficas y de vídeo, instrumentos, ratones de ordenador, regletas, trípodes, herramientas de trabajo, drones, huertos, semillas, bancos de tiempo (personas)…
4. Permite la consulta de fondos especializados.
Habría que sumar también la posibilidad de acceder a la consulta de material especializado y que va más allá de los recursos literarios o audiovisuales. Estoy hablando de los fondos especializados. Estos fondos consultables desde las bibliotecas ofrecen el acceso a personas investigadoras o académicas a revistas científicas de pago, bases de datos, hemerotecas, libros y documentos antiguos…
5. Permite hacer reservas de materiales y desideratas a través del catálogo online
Además, poseer el carnet posibilita que las personas socias puedan acceder al catálogo de la biblioteca y realizar desde reservas de materiales hasta peticiones de compra (desideratas).
6. Permite el préstamo y devolución en cualquier biblioteca de la red de bibliotecas.
Tener el carnet de biblioteca permite, por ejemplo, solicitar el préstamo en la biblioteca de tu barrio o municipio y devolverlo en cualquier otra biblioteca de la misma red de bibliotecas. Y viceversa. Estoy es posible gracias al préstamo intercentros.
7. Permite el acceso y utilización de dispositivos tecnológicos e Internet de la biblioteca.
El carnet también posibilita la utilización de los diferentes recursos tecnológicos de la biblioteca, incluido Internet vía cable o a través de WiFi. Dispositivos tecnológicos como ordenadores, impresoras, impresoras 3D, herramientas audiovisuales y otros recursos presentes en los denominados bibliomakers.
8. El carnet de biblioteca permite participar en multitud de actividades y talleres formativos.
Y no todo son recursos, también abren puertas a una gran variedad de actividades. Como, por ejemplo, desde clubes de lectura y talleres hasta exposiciones, conferencias y cursos de formación (búsqueda de empleo, inglés, concina…).
9. Posibilita que la biblioteca lleve el material solicitado a personas mayores y dependientes
El carnet abre una ventana de posibilidades para personas mayores y dependientes que no se puedan desplazar hasta la biblioteca. Y es que son múltiples las bibliotecas que ofrecen un servicio de préstamo a domicilio. Es decir, la propia biblioteca se encarga de llegar el material hasta la casa de dichas personas.
10. El carnet de biblioteca permite el acceso a descuentos en comercios y entidades culturales.
Son muchas las bibliotecas y redes de bibliotecas que se asocian con comercios y entidades culturales de sus municipios y provincias. Así pues, las personas socias de las bibliotecas pueden tener acceso a una serie de descuentos y promociones en museos, teatros, cines, librerías…
Me gusta mucho esa propuesta! M sobrina nieta desde los cuatro años tiene su Carnet! Hay que difundir!
Muchas gracias, Stella. Me alegra que te haya gustado la propuesta. Sin duda, que cuanto antes empiecen a conocer la biblioteca, mucho mejor… :)