Echa un vistazo la colección de libros que tienes en casa. Seguro que algunos (o muchos) de ellos no has llegado ni siquiera a terminar de leerlos, e incluso de empezarlos. Ocupan un preciado lugar tanto en tu vida como en tu casa. ¿Y si llega alguien y te dice que te deshagas de ellos? ¿Y si además te tienes que deshacer de esos que has leído pero que no te hacen sentir nada? Pensarás que es una locura. Que tus libros son tu preciado tesoro y te gusta tenerlos, aunque no los hayas leído o te hagan sentir feliz.

Marie Kondo tiene a medio mundo revolucionado. Esta experta organizadora es una de las personas más influyentes del mundo y su libro, «La magia del orden», ha sido un auténtico éxito. Destacar de ella su capacidad organizadora, aunque yo destacaría más su capacidad de expurgo. El orden es más fácil de conseguir si se tienen menos cosas. Pero, ¿qué baremo utilizar para saber con qué quedarse y con qué no? ¡La felicidad! Ya os habéis podido imaginar que esta “magia organizadora” no se puede utilizar en las bibliotecas.

Recientemente, Netflix ha estrenado un nuevo reality¡A ordenar con Marie Kondo!») en el cual la experta organizadora ayuda a clientes a ordenar su hogar haciendo algunos cambios y los inspira para alcanzar la felicidad. Pero ha habido algo que ha hecho que no le acompañe toda la fama que se le esperaba (o por lo menos algo de controversia), y es que en algunos medios se daba por hecho que Marie Kondo decía que solamente se podían tener 30 libros en casa.  

Me puse a investigar sobre el asunto. Quería llegar a ese momento en el que Marie Kondo decía que solamente se podían tener 30 libros en casa para poner el grito en el cielo… pero nunca lo encontré. Leí su libro (sobre todo la parte dedicada a la organización [expurgo] de libros) y vi la serie de Netflix (con mayor atención al capítulo 5 en el cual dos escritores se ponen manos a la obra para reducir su biblioteca). ¡¡Y no leí ni vi nada sobre la cantidad de libros que se deben tener en casa!!

En su libro, Marie Kondo dice que ella (ELLA) procura no tener más de 30 libros en casa a la vez. Que los libros tienen su momento… y que para no perderse recomienda mantener colecciones pequeñas. La metodología que utiliza es sencilla (la llama “método de reducción de volumen”): poner todos los libros que se tienen en casa en el suelo, si son muchos dividirlos en categorías (Generales, Prácticos, Visuales, Revistas) e ir uno por uno preguntándose si ese libro te hace feliz. Los que sí, se quedan (si son muchos te recomiendo estos programas para gestionar tu biblioteca personal). Los que no, para donar a la biblioteca o reciclar. El objetivo final es tener en las librerías solamente los libros que te hacen feliz.

“Los libros son de las cosas que a la gente le cuesta más trabajo desechar […] aunque no necesariamente sean ávidos lectores”

Luego también dice que hay libros que solamente se quedaría por una frase. Al principio pensó en copiar dichas frases en un cuaderno y deshacerse de los libros, pero le resultó una tarea muy laboriosa. Luego pensó en fotocopiar las frases y recortarlas, pero también le llevaba mucho tiempo. Luego arrancar las hojas de los libros con las frases relevantes y pegarlas en un cuaderno, pero era una tarea muy engorrosa. Así que terminó poniendo dichas páginas arrancadas en un fichero. En 5 minutos se deshizo de 40 libros.

En cuanto al capítulo de la serie destacar solamente una frase (y nada de la cifra funesta de 30 libros en casa):

“Los libros son un reflejo de nuestros pensamientos y valores. Ordenando los libros verás que tipo de información es importante para ti en este momento”.

La Vanguardia fue uno de esos medios que afirmó que Marie Kondo había dicho que en cada casa solamente debería haber 30 libros. Además, preguntó a varios escritores sobre esta reducida cantidad de libros. A lo que algunos dijeron (algo cabreados, todo hay que decirlo):

“Me parece una bobada. ¿Treinta? ¿A santo de qué? ¿Y por qué no 27? ¿O 35? Me gustan las casas llenas de libros. Me gusta mi casa llena de libros. Vivida de libros”. (Núria Cadenes)

“No escogería nunca treinta libros y basta. Que Marie Kondo haga lo que quiera en su casa que yo en la mía hago lo que me parece” (Quim Monzó)

A la hora del expurgo, también hay otros escritores que se acuerdan (para bien y para mal) de las bibliotecas:

Al igual que hace la autora de Permagel, Redondo los da a bibliotecas de barrio o de hospitales, “casi siempre andan escasos porque los pacientes a los que les dan el alta se los llevan a casa para terminarlos”. Pero la opción de las bibliotecas no siempre es viable. Fernández Mallo cuenta que “el problema es que en muchos sitios ya ni regalados los quieren”. Y Monzó añade: “Hace décadas intentaba darlos a bibliotecas públicas. Pero a partir del momento que vi que, cuando los ofrecía, me ponían mala cara y no los querían (“Uf, los tendríamos que catalogar…”) los tiro al contenedor”.

Confieso que me da algo de penilla Marie Kondo. Que vayan a por ella de esta manera sin haber dicho nunca nada sobre la cantidad de libros que hay que tener en casa (o por lo menos, de verdad, que no lo he encontrado). También hay otros medios que han salido en su defensa, como por ejemplo Genbeta: “Cazadores de fakes: no, Marie Kondo nunca ha dicho que debas tener solo 30 libros en casa”. Sin lugar a dudas que vivimos en un mundo con mucha información, pero cada vez más desinformación. Y, para terminar, si a Marie Kondo le hace feliz tener 30 libros en casa, pues adelante. Si a ti te hace feliz tener 589, pues genial… hasta Marie Kondo estaría orgullosa de ti porque realmente esos libros te hacen sentir bien.