En esta vida o cuantificas lo que cuesta y vale un servicio público o date por muerto por esa falsa creencia de la gratuidad al ir al médico o a una biblioteca, por ejemplo. Como son datos que la gran mayoría de los ciudadanos puede ignorar es muy fácil decidir hacer recortes (hablando ya del caso de las bibliotecas) en sus presupuestos, eso sí… no hay que esperar que con los recortes se ofrezca el mismo o mejor servicio. Según el INE (dato recogido en el estudio de Fesabid que se menciona en este post), cada ciudadano paga anualmente unos 32 euros en impuestos para mantener la red de bibliotecas y sus servicios.
Todo recorte tiene su repercusión (negativa) y de eso Glòria Pérez-Salmerón hablará el próximo 20 de agosto en el congreso que la IFLA celebrará en Lyon. Ya podéis echarle un vistazo a su paper «Bibliotecarios ante la crisis: ACCION». En él trata de mostrar como las bibliotecas, a pesar de la crisis y los recortes, son organizaciones más que rentables, defendiendo que son una inversión y no un gasto.
La preocupación sobre cómo la crisis financiera ha afectado al funcionamiento de las bibliotecas en España en los últimos años ha impulsado la reacción del sector bibliotecario además de evaluar con rigor los resultados de sus servicios con una amplía gama de indicadores – como por ejemplo los obtenidos sobre el desarrollo de las colecciones y el número de usuarios de las bibliotecas – a efectuar estudios sociológicos y obtener herramientas que evidencian el valor social de la biblioteca. Se han empleado dos metodologías para demostrar que las bibliotecas contribuyen a una economía competitiva y para proporcionar a bibliotecarios y gestores de los servicios bibliotecarios y de información argumentos para defender que las bibliotecas son una inversión y no un gasto; y también su posicionamiento frente a la competencia de otros sectores.
Sin embargo, como sabemos, la crisis financiera puede resolverse si reaccionamos con bravura, pero otras cuestiones en torno a la incertidumbre sobre la lectura electrónica y los derechos de autor en las bibliotecas podrían convertirse en una verdadera crisis si los bibliotecarios no actuamos con rapidez.
Entre 2008 y 2012 la reducción presupuestaría en las bibliotecas públicas de España (las cuales suponían el 62,9% de todas las bibliotecas) fue del 35,9% y tuvieron una disminución del 43,6% en las adquisiciones de las colecciones. Hecho que también se vio reflejado en la reducción media de empleados en las bibliotecas, siendo tal reducción de una persona por cada cinco de la plantilla. Así que nos encontramos con un periodo de pobres colecciones y baja moral entre el personal de las bibliotecas.
Si las bibliotecas fuesen empresas no quedaría más que pensar en su más que probable cierre ante tales datos y al ver que el futuro cercano no es muy alentador… pero tales cifras no hacen doblegar las fuerzas de las bibliotecas y son muchas las que ven las otras cifras. Otras cifras que muestran como se ha producido un aumento del número de visitantes y usuarios en las bibliotecas… a pesar de todo.
Está claro que los servicios bibliotecarios necesitan ser vistos como una inversión y en ningún caso como un gasto. Son varios los informes que tratan de mostrar tal afirmación con datos de retorno económico por dinero invertido. Sin salir de nuestras fronteras, tenemos el estudio “El valor económico y social de los servicios de información: Bibliotecas”, elaborado por Fesabid, y que habla de un retorno de 2,80 euros por cada 1 invertido. Dicho informe habla también de que el usuario-tipo de biblioteca pública valorar los servicios prestados en 17,7 euros al mes (212 euros al año) y que el 45,6% de las visitas a bibliotecas públicas se aprovechan para hacer pequeñas compras para el hogar o personales o se va a bares o restaurantes, gastando una media de 15,50 euros… por lo que atraen el consumo a comercios cercanos.
El Sistema Español de Bibliotecas (públicas, académicas y científicas) contribuye a la sociedad con entre 3.100 y 4.200 millones de euros al año según datos del 2010, siendo la inversión y el gasto de 1.107 millones de euros.
La cifra más baja (3.100 millones de euros al año) es el resultado de la aplicación del método (APM) Asignación de Precio de Mercado a los servicios prestados por las bibliotecas para investigadores, académicos, profesionales, estudiantes y usuarios de las bibliotecas públicas. La cifra más alta de 4.200 millones de euros al año, es la resultante de la aplicación del método (VC) Método de Valoración Contingente. Es decir, lo que los usuarios hubiesen pagado por los servicios que ofrecen las bibliotecas, de haber sido estos proporcionados por una empresa privada.
Por último, y haciendo referencia de nuevo al paper de Glòria Pérez-Salmerón, se necesita mostrar que las bibliotecas no son un gasto sino una inversión, se necesita aproximar estos resultados a otros resultados que se presentan de los servicios públicos para demostrar su valor económico y se necesita mostrar que las bibliotecas están contribuyendo a la construcción de sociedades más sólidas.
Postpost
Confío totalmente en el dato dado por Fesabid sobre los 32 euros al año de impuestos para bibliotecas, aunque no lo he encontrado en el INE tal y como mencionan en la encuesta final del estudio y del que Glòria también hace referencia.
Lo que he encontrado sobre cómo se usan nuestros impuestos es una web llamada ¿Dónde van mis impuestos? y en su sección de bibliotecas arroja datos de un gasto de 0,92 euros per-capita (real)… solamente espero que no nos estén haciendo el truco de tocomocho al pagar nosotros 32 euros y que no llegue ni siguiera a invertirse un euro de ellos en las bibliotecas.
@JulianMarquina, los datos de ¿Dónde van mis impuestos? solo hacen referencia a los presupuestos del Estado: faltan CCAA y Admon. local
— Paco Fernández (@pacofernandez) agosto 7, 2014
@JulianMarquina Además, entiendo que se refieren únicamente a los gastos gestionados desde Cultura (no al conjunto de la AGE) — Paco Fernández (@pacofernandez) agosto 7, 2014
[…] En esta vida o cuantificas lo que cuesta y vale un servicio público o date por muerto por esa falsa creencia de la gratuidad al ir al médico o a una biblioteca, por ejemplo. […]
[…] media de 30 € anuales por parte de cada ciudadano en el caso de España. Véase el informe sobre Inversiones en bibliotecas en España Como todos los servicios públicos, levantar el cierre cada mañana supone invertir: en personal, […]
[…] Cada ciudadano paga 32 euros de impuestos al año para bibliotecas (2014). […]