No importa el lugar en el que estés, casi importa más el lugar en el que se encuentre nuestro Smartphone. Y casi sin duda alguna uno de los sitios a los que nos dirigimos nada más echar mano del móvil es a las redes sociales, en concreto a Facebook. No obstante, ¿Qué nos mueve a apegarnos al “cara libro”? Puede que tenga que ver con la sed de contacto que tenemos con nuestros amigos íntimos y no tan íntimos, a través de las diferentes formas de mensajería instantánea; leemos las noticias que el muro de Facebook nos sugiere; y asistimos a los eventos que el imperio de Zuckerberg nos proporciona, con su entramado de algoritmos y análisis de datos para ofrecernos casi a la carta lo que “aparentemente buscamos y queremos”.

Fuente: pixabay.com

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Asimismo, cuando no sabemos qué hacer porque la cola del supermercado es demasiado larga, el tren tiene unos pocos minutos de retraso, y comenzamos a tambalear las piernas porque parece que el mundo real es algo aburrido ya que no se mueve, en este momento, la tendencia es una vez más vamos a rescatar el Smartphone,  y “alejop”, sin quererlo ni beberlo ya estamos en el Facebook. ¿Podemos encontrar entonces alternativas a este gigante multiusos que todo lo quiere copar?

Y es que Facebook como ya hemos dicho, ha revolucionado no solamente la forma en la que nos relacionamos con las personas, sino también el modo en el que nos comunicamos. Entre las estrategias que Facebook puso en marcha para captar más la atención de los internautas hace más de un año, fue la de centrarse en la creación de videos virales sin sonido. La razón es clara: leemos en imágenes y miramos buscando casi viñetas en movimiento.

Nuestra forma de percibir el entorno ha cambiado la manera en que procesamos la información y escapar de las continuas mejoras que Facebook nos propone es complicado. Si escogemos una de las tesis que avalan este hecho es la del ideólogo Eli Pariser, quien en su libro El filtro burbuja apunta a que plataformas de Internet como Facebook y Google, a través de sus complejos algoritmos consiguen filtrar tanto la información que le llega al internauta. De manera que al final éste solamente recibe las ideas que le son afines desechando argumentos contrarios y enriquecedores.

Por ello no está de más conocer alternativas a Facebook desde post especializados en estos temas como este de 1and1. Ya que al final, como dice el propio Pariser en el artículo de elpais.com mencionado más arriba, “la democracia requiere que los ciudadanos vean las cosas desde otros puntos de vista, pero en lugar de eso estamos cada vez más cerrados en nuestras burbujas”.

Desconectados: una alternativa radical

Por supuesto, que no podía faltar una corriente más extremista, la que va más allá de elegir entre las nuevas plataformas que hacen ya la competencia al Facebook como Diaspora, Ello o Path. Hablamos de lo que significa ignorar a uno de los grandes de Internet, se les llama los desconectados, que aunque cueste encontrarlos los  hay, y han decidido renunciar a estar presentes en las redes sociales para dedicarse a eso de la vida real.

Tal vez eso de la vida real ya sea algo así como una mezcla entre lo virtual y lo real, podríamos decir que una compaginación entre ambas sin tener que renunciar a la otra. El ser humano, si Aristóteles no se equivocó en su tesis, es un “animal social” pero puede que también lo sea a través de la tecnología, o al menos con ayuda de ella. Lo bueno de la tecnología, las redes sociales y aplicaciones es que te puedes conectar y desconectar de momento cuando tú quieras. Aún podemos elegir, veremos por cuanto tiempo. ¡Disfrutemos mientras podamos!