El Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) ha elaborado y publicado el documento técnico «Pautas para la gestión, conservación y disfrute público del patrimonio cultural en la desescalada de la crisis sanitaria». Esta guía ofrece recomendaciones detalladas para la adecuada conservación de bienes culturales y para su uso en las condiciones óptimas de seguridad y salud. Por cierto, cuenta con la aprobación del Ministerio de Sanidad según se puede leer en la nota de prensa del Ministerio de Cultura y Deporte.
El texto ofrece un manual de referencia que tiene en cuenta tanto las manifestaciones culturales que formar el patrimonio cultural como sus diversas titularidades, usos, tipos de gestión, tamaño o personal responsable. Además de las pautas generales, la guía detalla otras específicas que afectan a la protección de bienes muebles e inmuebles, a las celebraciones y visitas en lugares de culto, monumentos, yacimientos arqueológicos, cuevas y abrigos rupestres, espacios museísticos, archivos y bibliotecas y manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial.
Centrándome única y exclusivamente en lo referente a las recomendaciones para el trabajo y visita en archivos y bibliotecas, comentar que me ha gustado mucho la aportación de soluciones ante las distintas problemáticas que se pueden dar en los puestos de trabajo e instalaciones. Algo, sin duda, interesante como es que los documentos se consulten en superficies secas (después del uso intensivo de geles hidroalcohólicos u otros productos de limpieza), la apertura de las redes Wifi al no poderse utilizar los equipos informáticos, o que aquellas instituciones que han permanecido cerradas y no han sido atendidas en las dos o tres semanas anteriores a su reapertura, se pueden considerar descontaminadas.
Los archivos y bibliotecas son las principales instituciones en las que se custodia el patrimonio bibliográfico y documental. Estos centros presentan como particularidad la convivencia del servicio a usuarios e investigadores, con la manipulación necesaria de sus fondos, y programas de gestión y conservación de los mismos. Es preciso llevar a cabo una planificación y diseño de medidas para, a continuación, realizar una implantación de acciones compatibles con las necesidades de seguridad del personal, del público y de las propias obras, y todo ello prestando los servicios que las autoridades estimen en cada momento del proceso de desescalada.
Pautas específicas para la correcta conservación del patrimonio bibliográfico y documental
- Siempre que sea posible se favorecerá la digitalización de la documentación y su envío o descarga de manera remota. Así se reduce la visita presencial y se evita manipular la documentación.
- Para las consultas necesariamente presenciales se establecerá un servicio de cita previa atendiendo a las limitaciones de aforo y a las mesas de investigadores de las que se dispone.
- Si procede, se hará uso de mascarilla por parte de trabajadores y usuarios.
- Se deberá tener especial cuidado en el uso de hidrogeles o jabones para la limpieza de manos. La documentación se debe manipular únicamente con guantes totalmente limpios y secos.
- La documentación se apoyará sobre las mesas de consulta, mostradores o carros cuando las soluciones desinfectantes utilizadas en su limpieza estén totalmente evaporadas y las superficies secas.
- Los documentos y el material de archivo al que tengan acceso los usuarios de manera presencial deberán quedar en cuarentena durante un período mínimo de diez o catorce días antes de poder ser utilizados de nuevo.
- Conviene prestar especial atención a la revisión y cambio en el periodo recomendado de elementos de filtrado en sistemas de climatización, control de contaminantes, aparatos de aspiración, etc.
Pautas para espacios de acceso público en archivos y bibliotecas (principalmente salas de consulta y salas de investigadores)
- Las instituciones que han permanecido cerradas y no han sido atendidas en las dos o tres semanas anteriores a su reapertura, se pueden considerar descontaminadas.
- En las salas de estudio y de consulta, se deberá mantener la distancia de seguridad aconsejada de dos metros entre los usuarios e investigadores.
- Los ordenadores y medios informáticos destinados para el uso del público, no podrán ser empleados por usuarios e investigadores; se les facilitará por lo tanto la conectividad a la red para que puedan utilizar sus equipos personales.
- La maquinaria de reprografía, fotocopiadoras, escáner, etc. se deben desinfectar y limpiar de forma regular; su uso debe realizarse por el personal de la institución.
- Los suelos y muebles (siempre que carezcan de valor histórico o artístico) se podrán limpiar y desinfectar con las pautas habituales.
- Las mesas y sillas empleadas para la consulta tendrán que ser desinfectados después de cada uso, al igual que los manillares de puertas, interruptores, etc. En la medida de lo posible, sería aconsejable eliminar las sillas con tapicería.
- En las zonas de entrada del exterior, siempre que no sea patrimonial, tránsito sin obra y aseos, se aconseja la limpieza con productos a base de cloro (hipoclorito sódico) o con actividad viricida autorizados por Ministerio de Sanidad. Se recomienda la ventilación frecuente y periódica para evitar acumulación de COVs.
- En la entrada/salida de cada sala de uso público se deberá disponer de una solución de base alcohólica. Antes de abandonar el recinto se realizará una limpieza de manos para minimizar el posible contagio con otros espacios.
- En la salida de las zonas de uso público sería recomendable colocar un contenedor con el fin de retirar los residuos según lo dispuesto por el Ministerio de Sanidad.
Pautas para espacios restringidos al personal de la institución (depósitos, almacenes, talleres de restauración, salas de reserva, etc.)
- Se recomienda elaborar un plano colorimétrico con las áreas diferenciadas según la tipología del producto de limpieza requerido para ese fin, teniendo en cuenta los estudios y materiales.
- Las zonas de depósito con control de tránsito y acceso restringido, al ser zonas seguras, en las cuales los fondos se reincorporan después de la cuarentena, no precisan de una limpieza más específica que la que se venía realizando previa a la pandemia. En este caso es aconsejable la limpieza con detergentes suaves.
- En las áreas de trabajo y talleres con poca movilidad de personal, se aconseja la limpieza con detergentes suaves. Se debe evitar el uso de alcoholes en superficies de madera acabadas. Es conveniente proteger los bienes para evitar cualquier posible interacción.
- En los espacios restringidos para el personal de la institución se aconseja una revisión de los espacios y circuitos de obras acordes a las nuevas medidas de prevención.
- Se aconseja crear una zona/sala de cuarentena para el aislamiento de las obras.
- En este espacio se depositarán las obras para que el virus se desactive solo. Diversos informes corroboran que en el papel la desactivación del virus se produce entre seis y nueve días.
- El periodo de cuarentena aconsejado por el Ministerio de Sanidad para este tipo de bienes es de catorce días.
- Cada institución estudiará qué espacio le permite crear una zona de aislamiento donde se depositarán los fondos consultados y las devoluciones efectuadas. Este aislamiento debe realizarse solamente en el lugar preparado para este fin. Estos espacios estarán debidamente aislados y preferiblemente con ventilación propia, evitando la ventilación cruzada con otras zonas aledañas.
- Para reducir o evitar la limpieza y desinfección del pavimento, se recomienda disponer en el suelo de su entrada de una bayeta, alfombra o papel, que se impregnará o rociará de una solución hidroalcohólica o de hipoclorito rebajado para poder desinfectar la suela de los zapatos al salir, una vez que se hayan depositado los documentos.
- Las obras deben situarse en una bolsa plástica de poliéster o polietileno transparente lo que permite reducir la interacción con el objeto contenido en su interior y minimizar el riesgo de contagio.
- Se monitorizará la movilidad de las obras y su estabilidad (humedad y temperatura) en la sala, con el fin de evitar una variación considerable al ventilar y obtener valores que puedan propiciar su deterioro. En esta sala se incluirán, además, los fondos procedentes del exterior de la institución: préstamo para exposiciones temporales o interbibliotecario, adquisición, etc.
- Algunos archivos y bibliotecas tienen dentro de sus espacios restringidos talleres de restauración. Estos talleres, además de seguir las recomendaciones de carácter general para la contención del riesgo en toda la población, disponen de productos y maquinaria común que requieren unas recomendaciones específicas.
- Cada trabajador realizará una limpieza frecuente de su superficie de trabajo; es conveniente que manipule y utilice las herramientas de forma individualizada.
- Las batas o indumentaria de trabajo se lavarán en las condiciones que marcan las autoridades sanitarias y se guardarán en los lugares destinados a tal efecto.
- El material de trabajo individual es conveniente que se desinfecte después de cada jornada. Se aconseja proteger las brochas con fundas de plástico.
- No es conveniente que se compartan zonas o equipos de trabajo que puedan comprometer la salud del personal. Se planificarán los trabajos con el fin de adecuar el número de trabajadores presenciales al espacio disponible en dichas zonas.
- En el caso de utilizar equipos o maquinaria de uso común como laminadoras, cámaras de succión, griferías de cubetas de lavado, carros de secado, se debe limpiar al finalizar su uso por el mismo trabajador, con un papel o bayeta impregnada en la disolución alcohólica al 70%, insistiendo en botonaduras y asas.
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