Imaginad por un momento que estáis dando una vuelta por un parque y que de repente os encontráis en el camino con una especie de mobiliario que os llama la atención. Os acercáis a él y descubrís que es una biblioteca. Ahora cerrad los ojos y seguid imaginando. Os dais cuenta de la maravilla del paisaje y la tranquilidad que hay en él. Seguidamente cogéis un libro y os ponéis a leerlo respirando el aire puro y disfrutando la luminosidad que os rodea. ¿No es una maravilla?… Pues abrid los ojos y descubrid que esto que está ahora en vuestra imaginación es realidad (o pronto lo será).
Y no, no estoy hablando de la biblioteca del futuro que se abrirá en un bosque de Oslo allá por el año 2114 con libros que aún no han visto la luz y que jamás han sido leídos… estoy hablando de minibibliotecas proyectadas en parques nacionales. Está claro que si las personas no van a las bibliotecas (o no tienen tiempo para ir), las bibliotecas van donde estén ellas.
Bueno, no son en sí bibliotecas al uso al no disponer de todos los pilares necesarios como para poder considerarlas como tal… pero sin duda que son una aproximación y un acercamiento a las personas que bien merece la pena ser contado. Y es que los alumnos de la Escola d’Art Superior de Disseny de Olot y el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha han colaborado en el diseño de minibibliotecas, rótulos y distinto mobiliario.
A partir de las propuestas presentadas por los alumnos de la EASDO, los técnicos del Parque Natural, con la ayuda del asesor en arquitectura y paisajismo RCR Arquitectes, están trabajando en un modelo propio de minibiblioteca de Parque Natural, que tenga ingredientes de todos los trabajos presentados, que han sido de alto nivel y muy útiles como punto de partida, con la voluntad de que se adapten a las necesidades de cada lugar.
Estas minibibliotecas deben ser resistentes a las inclemencias del tiempo, así que tanto el tipo de material utilizado como la disposición del mismo es fundamental. A su vez deben respetar el entorno e integrarse en él de la mejor manera posible para no romper la línea de la naturaleza ni interferir en ella. Deben incorporar libros e información que sean de utilidad para las personas que caminan o van en bicicleta por allí y servir de lugar de descanso y de lectura.
Ja es poden descarregar els projectes de #minibiblioteques del #PNGarrotxa d’alumnes de l’#EscoladArtiSupDissenyOlot https://t.co/LgpKv0P5Ve pic.twitter.com/PJEMdolO2R
— Parcs de Catalunya (@parcscat) 11 de marzo de 2017
Hay un total de 4 proyectos presentados por los alumnos de la EASDO. Los presupuestos de los mismos van desde los 682 euros de la propuesta más modesta, hasta los 3.616 euros la más ambiciosa. Y que conste que no estoy diciendo que uno sea mejor que otro, en realidad me parecen todos magníficos. Dichas minibibliotecas disponen de libros e información de distintas temáticas (meditación, poesía, arte, filosofía, naturaleza…), además de material de consulta in situ e información gratuita sobre el Parque Natural.

Propuesta de minibiblioteca de David Mallol, Víctor Morcillo y Sergi Planaguna

Propuesta de minibiblioteca de David Sánchez y Xavier Pla

Propuesta de minibiblioteca de Gisela Manzano y Carles Garrido

Propuesta de minibiblioteca de Anna Bosch y Neus Oriol
Antes de terminar quisiera hacer mención a otro tipo de minibliotecas: las minibibliotecas vecinales (Little Free Library). Sin duda que es otra buena iniciativa que utiliza los libros y la lectura como reclamo para la información, el conocimiento y el entretenimiento.
Little Free Library es una organización sin fines de lucro que inspira el amor por la lectura, hace comunidad y estimula la creatividad fomentando el intercambio de libros en todo el mundo.
Imagen superior cortesía de Shutterstock
[…] Ha este tipo de minibibliotecas habría que sumar otras en entornos naturales, como las proyectadas en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha. […]
[…] proyecto consistió en hacer una miniblioteca siguiendo el movimiento Little Free Library. Para ello vació el interior del árbol y le incluyó […]
[…] Infórmate de lugares donde existan ya estas minibibliotecas para poder llevar tus libros y repletar sus estanterías (e incluso dejar más libros en el suelo dentro de una caja porque no cojan más en sus baldas). Por ejemplo, en las cabinas telefónicas transformadas en minibibliotecas o las minibibliotecas en parques. […]