La Biblioteca del Instituto Hyde puso y difundió por los periódicos de la época sus estrictas normas de acceso.  Sin duda que buscaban un mejor y mayor uso de la misma, sin tener que preocuparse por los supuestos “maleantes” que acudían a ella. Es por eso por lo que entre las reglas prohibían el acceso a personas que mintieran al personal bibliotecario o que fueran con la cara sucia. Habría que tener en cuenta que era el año 1930 y que no estaban muy extendidas las bibliotecas públicas. Eso sí, hay normas bibliotecarias que todavía siguen vigente en la actualidad.

El «instituto literario» descrito en el testamento de Julia Hyde tenía inicialmente su sede en un edificio de la calle High Street, pero en 1904 las Hermanas Paget de Hadley (que podrían haber sido las albaceas de Julia) construyeron, en lo que hoy es Church Passage, el «Instituto Hyde».  El dinero del testamento de Julia Hyde se gastó en mobiliario, libros y equipamiento para el Instituto, que contenía salas de lectura (abiertas al público de forma gratuita) y una biblioteca, gestionada por suscripción.    Finalmente, en 1930, el Consejo del Condado de Hertfordshire se hizo cargo de la gestión de la biblioteca del Instituto Hyde; los fideicomisarios subarrendaron los locales y el contenido por la suma de 1 libra. La biblioteca permaneció en Church Passage hasta 1991, cuando se trasladó a un nuevo edificio en Stapylton Road.

Buscando información por internet, comentar que numerosos medios señalan que el anuncio que os voy a mostrar a continuación salió publicado en el periódico inglés Nottingham Post. No obstante, me ha sido imposible encontrar dicha referencia. Pero encontré el anuncio publicado, un 29 de mayo de 1930, en el The Singapore Free Press and Mercantile Advertiser (periódico inglés con sede en Singapur).

Rules for public library 1930

NORMAS PARA LA BIBLIOTECA PÚBLICA

PROHIBICIÓN DE MENTIROSOS Y CARAS SUCIAS.

Normas estrictas, las cuales han sido aprobadas por el Consejo del Condado de Hertfordshire, deben ser impuestas por la Biblioteca del Instituto Hyde, Barnet Vale.

LOS USUARIOS DE LA BIBLIOTECA EN EL FUTURO NO DEBEN:

Entrar a la biblioteca si sus caras están ofensivamente sucias.

Quedarse dormido en las mesas.

Comer sus almuerzos mientras leen periódicos, libros, etc.

Fumar en el edificio.

Dejar sus tarjetas de visita.

Molestar.

Patear o dañar el mobiliario.

Llevar perros dentro de los portales.

Decir mentiras al bibliotecario.

Entrar cuando estén en estado de embriaguez.

Entrar si tienen viruela.

Para terminar, me gustaría agradecer a mi colega de Facebook Ysabel Meseguer Serrano que me pasase esta información. ¡Muchísimas gracias!