Las bibliotecas tienen que ir de la mano de con la sociedad. No existe razón alguna para no hacerlo. Sus servicios tienen que ir en función de sus usuarios. De nada vale poner en marcha un servicio que se piensa que va a ser muy bueno para que luego no sea utilizado o sea utilizado muy por debajo de las expectativas que se tenían de él. Y que conste que esta vez no estoy señalando a ninguno de ellos.

Y es que el futuro de la biblioteca no depende únicamente de las propias bibliotecas. Todas las personas y usuarios tienen que estar invitados a decidir, comentar y expresar qué es lo que esperan de las bibliotecas y qué les gustaría encontrarse en ellas. Sin lugar a dudas que el futuro de la biblioteca depende de la sociedad. Ahora bien, está claro que no todo vale. Tiene que haber un grupo de expertos en la materia para indicar si procede o no tal servicio o tal otra cosa. Un grupo que defienda la identidad de lo que es la biblioteca y sepa ver un poco más allá de lo que es ahora y en lo que se podrá convertir o adaptar en un futuro cercano.

El Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) busca esa adaptación de sus bibliotecas para la comunidad de usuarios. Es por ello por lo que ha creado un proyecto (The Future of Libraries) en el cual participen para construir el futuro de las bibliotecas tanto profesores, personal bibliotecario, estudiantes y expertos en la materia. Y se han puesto fecha para tener recopiladas todas las necesidades: la finalización del curso académico 2015/2016.

Quieren, y necesitan, pensar en el futuro de la biblioteca. Quieren evolucionar y liderar el proyecto evolutivo de las mismas. Y es que todos los cambios en la cultura, la tecnología, la edición, la investigación y la enseñanza requieren transformaciones iguales en las bibliotecas. Cambios que buscan en las bibliotecas fomentar la producción / creación, la utilización, la difusión y la preservación de conocimiento.

Puntos clave en los que las bibliotecas tienen que trabajar y grupos de acción

El MIT tiene identificados unos puntos clave a tratar y se han divido en grupos de acción para conseguirlos. Además han implementado un banco de ideas en el cual toda la comunidad del MIT puede aportar lo que les gustaría encontrar en las bibliotecas y someter dicha petición a votación popular y comentarios de mejora.

Entre los puntos clave que tienen identificados está el desarrollo de herramientas, la utilidad local y global de las bibliotecas y la promoción de los valores del MIT, mejorar creación y difusión de conocimiento, el trabajo sobre colecciones (organización, gestión, usos productivos…) y el diseño de espacios, la influencia de las bibliotecas en la formación de los estudiantes, el papel de la biblioteca como espacio de encuentro y de intercambio, la búsqueda de colaboradores externos e internos y la ayuda de las bibliotecas en la contratación de nuevos profesores e investigadores.

Por otro lado, se han creado tres grupos de trabajo (o de acción) formados por profesores (en su mayoría), bibliotecarios/as y estudiantes. Los grupos en cuestión son los siguientes y tienen la siguiente misión:

  • Grupo de “Descubrimiento y uso”: Personas, tecnología, políticas, sistemas y herramientas que promuevan el descubrimiento y uso de recursos académicos.
  • Grupo de “Comunidad y relaciones”: El papel de las bibliotecas de investigación como un bien público (a nivel local, nacional y mundial) y las relaciones de las bibliotecas con otros jugadores en el sistema de comunicación académica, como editores, agencias gubernamentales, industria y otras bibliotecas, museos y archivos.
  • Grupo de “Administración y sostenibilidad”: La responsabilidad de la conservación a largo plazo y la sostenibilidad del expediente académico y las estructuras (herramientas, sistemas, políticas, infraestructura, y modelos de negocio) asociados a la producción y difusión del conocimiento.

Banco de ideas sobre la biblioteca del futuro del MIT

Hasta la fecha de redacción de este post hay un total 57 sugerencias subidas al banco de ideas. Sugerencias que van desde la colección de la biblioteca (física o digital), sus espacios, su integración en la comunidad, herramientas y tecnologías de descubrimiento, organización y preservación de la información, soporte a la investigación y publicación, y soporte a la enseñanza y aprendizaje.

Entre las ideas aportadas destacan las sugerencias sobre el open access, la comodidad de los usuarios y la apuesta por el entorno físico, y la mejora de las colecciones y secciones. Las 5 ideas que más apoyos tienen de la comunidad son relativas a:

  • La ampliación de las políticas de acceso abierto para incluir a todos los miembros de la comunidad del MIT. [Ver aquí]
  • La apertura de la biblioteca al área de las Humanidades y el acceso abierto de esta área. [Ver aquí]
  • La creación de un entorno más acogedor en la biblioteca y apertura de una cafetería. [Ver aquí]
  • El mantenimiento de la función específica de las bibliotecas en la vida académica como recurso intelectual y proporcionar espacios de estudio. [Ver aquí]
  • La mejora de las colecciones y secciones de la biblioteca. [Ver aquí]

Y… ¿por qué no coger esta idea en España?

Bueno, en España ya tenemos algo parecido (por no decir idéntico). Y es el Consejo de Cooperación Bibliotecaria. Consejo que existe desde el año 2008 y cuyos objetivos son:

  • La promoción de la integración de los sistemas bibliotecarios de titularidad pública en el Sistema Español de Bibliotecas.
  • La elaboración de planes específicos para favorecer y promover el desarrollo y la mejora de las condiciones de las bibliotecas y sus servicios.
  • La promoción y fomento del intercambio y formación profesional en el ámbito bibliotecario.
  • Informar preceptivamente las disposiciones legales y reglamentarias que afecten a las bibliotecas españolas en conjunto.
  • Proponer la puesta en marcha de proyectos.
  • La preparación, estudio y desarrollo de todo tipo de actuaciones relacionadas con las bibliotecas que le encomienden las conferencias sectoriales de Cultura y de Educación y la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas.

Además, también se dividen en grupos de trabajo y han trabajado el tema del futuro de las bibliotecas y hacia donde deben ir (o irán) como se puede ver en el informe “Prospectiva 2020: Las diez áreas que más van a cambiar en nuestras bibliotecas en los próximos años”.

Quizás algo que sea interesante a implementar es el banco de ideas. Un banco de ideas en el cual la comunidad de usuarios (y no usuarios) de las bibliotecas puedan aportar su granito de arena y decir qué es lo que les gustaría que fuesen o tuviesen las bibliotecas. Eso sí, que fuesen ideas tenidas en cuenta y que no cayesen en saco roto.

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