Glòria Pérez-Salmerón es toda una institución dentro del mundo de las bibliotecas. Conocida y admirada en todo el sector bibliotecario por su carisma y cercanía, ha sabido dejar huella en todos los proyectos, iniciativas y caminos que ha tomado. No hay que olvidar su paso por la Biblioteca Nacional de España, Fesabid o la IFLA. Ahora, y tras su fin de ciclo como presidenta de la IFLA, ocupará el cargo de presidenta de la Stichting IFLA Global Libraries Foundation, la cual gestiona el legado del programa de Global Libraries de la Fundació Bill&Melinda Gates cedido a la IFLA.

Hoy me gustaría hablar y reproducir íntegramente el discurso final de Glòria Pérez-Salmerón como presidenta de la IFLA. Y es que el pasado 29 de agosto fue su último día en el cargo. Ese día, y mientras se celebraba la edición número 85 de la Conferencia General y Asamblea de la IFLA en Atenas, quiso compartir con todos los allí presentes y seguidores desde la distancia sus sentidas palabras tras su paso como presidenta de dicha institución.

Se marcha no sin antes dejar un legado que perdurará en el tiempo. De hecho, la nueva estrategia de la IFLA ha sido realizada de forma inclusiva y participativa bajo su mandato.

Su visión se basa en crear un campo bibliotecario fuerte y unido que impulse sociedades alfabetizadas, informadas y participativas. Para lo cual tratará de llevar a cabo la misión de inspirar, involucrar, habilitar y conectar el campo bibliotecario global.

Glòria Pérez-Salmerón: «Bibliotecas: motores de cambio»

«Bibliotecas: motores de cambio» ha sido el lema que ha acompañado a Glòria Pérez-Salmerón durante todo este tiempo. Un tiempo en el que ha sabido transmitir su creencia y convicción de que las bibliotecas pueden ser catalizadoras sociales. Este movimiento global ha conseguido que los bibliotecarios intensifiquen sus esfuerzos para que los tomadores de decisiones sepan que las bibliotecas son motores del cambio social y puedan cambiar la vida de millones de personas a través del acceso significativo a la información.

En su mandato ha conseguido unir a millones de bibliotecarios para que impulsen el progreso de las bibliotecas, y ha hecho que las bibliotecas tengan la confianza y oportunidad tan necesaria para ver que pueden (y tienen) que impulsar el progreso formativo e informativo de las personas. En definitiva, ver y hacer sentir que las bibliotecas son espacios que favorecen una mejora considerable en el estatus personal, comunitario y profesional de todas las personas.

«No somos empresas, pero debemos ser emprendedores, buscar siempre, oportunidades para hacer más, para hacerlo mejor».

Pero este cambio de mentalidad y de acción no ha sido únicamente externo a la IFLA, sino que la propia IFLA también se ha visto reforzada y transformada. Glòria Pérez-Salmerón describía a la IFLA «como una anciana, llena de sabiduría, fuerte en sus convicciones, pero necesitada de apoyo para caminar sola». A su marcha se puede decir que, y gracias a la sabiduría colectiva y a los valores profesionales, la IFLA ya camina sin ayuda y se ha hecho caminar al sector bibliotecario general de manera reforzada, erguida y orgullosa.

En este proceso de adaptación, evolución y cambio ha habido una orientación hacia la atención de las demandas de la sociedad. Unas demandas en las que todo el sector está implicado: bibliotecas, profesionales, asociaciones, empresas… Esto se puede ver claramente en el compromiso adquirido por la IFLA con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Porque las bibliotecas no tienen miedo a los nuevos desafíos, formas de pensar y de actuar. Y es que las bibliotecas pueden y quieren mejorar el mundo a través del acceso a la información de manera global y democrática. El trabajo colaborativo organizado entre todas las bibliotecas hará que marquen la diferencia y puedan satisfacer las necesidades de acceso a la información.

El discurso final íntegro de Glòria Pérez-Salmerón como presidenta de la IFLA

¡HOLA!

Estimados colegas, mi presidencia llega a su fin hoy, 29 de agosto de 2019. Y esta tarde es mi turno para dar gracias.

Gracias a todos los que han estado dispuestos a unirse a nuestra conversación, dispuestos a construir nuestra conversación, dispuestos a conducir nuestra conversación.

Porque, en esencia, IFLA es una conversación global sobre cómo mejorar las bibliotecas y la vida de sus usuarios al satisfacer sus necesidades de acceso a la información.

Me vienen a la mente muchos pensamientos para transmitiros en mi discurso de despedida. Pero esta es mi declaración que resume mi mensaje como presidenta de la IFLA.

IFLA está con vosotros, con todos vosotros sentados en esta sala, y con todos los bibliotecarios del mundo. La comunidad global de bibliotecarios.

Sé que ser presidente de la IFLA es un gran privilegio.

¡Estoy seguro de que nuestros expresidentes compañeros sentados en la primera fila estarán de acuerdo conmigo!

Sí, es un honor y un privilegio.

El privilegio de poder reunirme con tantísimos miembros del sector global de bibliotecarios.

El de poder ver vuestro trabajo.

El de poder hablar con vosotros sobre el presente y el futuro de las bibliotecas. Sobre lo que es importante para vosotros. Sobre lo que necesitáis.

En el fondo, sabemos que representa ser bibliotecario. ¿Cuáles son los valores que compartimos?

– Igualdad, libertad, justicia, paz y progreso.

Los valores sobre los que se basa el diálogo, la democracia.

Puedo confirmar esto. Todas las conversaciones que he tenido, los ejemplos que he visto me aportan esta evidencia.

Pero más allá de los valores compartidos, quiero argumentar que también hay un sentido compartido de nuestra misión. Un deseo no solo de defender lo que hemos logrado, sino de ir más allá y hacer más.

Porque no somos solo una comunidad global, sino un movimiento global.

Mi lema como presidente de la IFLA es «Bibliotecas: motores de cambio». Ya lo sabéis.

Con esto, quería compartir mi creencia, mi convicción, de que las bibliotecas pueden ser un ecualizador, un habilitador, un catalizador.

Una fuerza para un mundo mejor.

Mi experiencia ha demostrado que estoy lejos de estar solo en mi creencia.

Que no hay falta de dedicación. No falta inspiración. No falta acción para convertir esta convicción en realidad.

Motores del cambio. Yo puedo decirlo, ¡pero vosotros lo estás haciendo!

Millones de bibliotecarios, impulsando el progreso.

¡Las bases del movimiento están en su sitio!

Pero no podemos parar aquí. Necesitamos seguir adelante. Mantener el impulso. Construir el movimiento.

Para hacerlo, no solo es el mundo que nos rodea lo que buscamos cambiar.

Necesitamos mirar hacia nosotros mismos, hacía nuestra propia mentalidad.

Cómo pensamos sobre lo que estamos haciendo ahora. Cómo exploramos nuevas oportunidades. Cómo trabajamos juntos, mi querida presidenta electa.

No somos empresas, pero debemos ser emprendedores, buscar siempre, oportunidades para hacer más, para hacerlo mejor.

Debemos dar la bienvenida a lo nuevo, mientras nos aseguramos de proteger lo que es importante del pasado y del presente.

Necesitamos ser conscientes de lo que nos hace especiales, pero nunca olvidemos que somos parte de nuestras comunidades, de las sociedades a las que servimos.

Aprovechar la experiencia global y la inspiración para generar un impacto local. Para mejorar tanto la forma en que hacemos nuestro propio trabajo, como nuestra capacidad de construir alianzas con otros.

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, tenemos el marco perfecto para hacerlo.

Una llamada global por parte de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas, en todas las áreas de acción de gobierno.

De la pobreza a las alianzas mundiales, pasando por la agricultura, la educación, el empleo, la innovación y el buen gobierno.

Metas, indicadores, evaluación y seguimiento, una excelente manera tanto de organizar nuestro propio pensamiento, nuestra propia acción como de mostrarla.

Todo con la aprobación, con el compromiso de los gobiernos.

De manera crucial, los ODS también subrayan la necesidad de nuevas formas de pensar, nuevas formar de actuar.

Y no solo los gobiernos deben ser más efectivos para logar que el desarrollo, sino todos nosotros también debemos serlo.

Nosotros, los bibliotecarios, debemos provocar que ocurra. Es el mensaje de la Visión Global, y un mensaje que he enfatizado como presidenta de la IFLA.

Porque muchos de los desafíos que enfrentamos, como los de dimensiones planetarias: cambio climático, epidemias, contaminación; aquellos que pueden parecer locales, se repiten de una comunidad a otra, en todo el mundo.

Estos desafíos requieren una respuesta, una respuesta positiva, efectiva y comprometida, de las bibliotecas.

Entonces pues, todos necesitamos ver las conexiones entre los problemas. Para reenfocar los esfuerzos. Comprometerse a no dejar a nadie atrás.

Necesitamos asumir el compromiso de acceder a la información que atrajo a tantos de nosotros a esta profesión, y compartirlo, convencer a quienes están en el poder.

No es fácil. Todos tenemos nuestras especialidades, nuestro tipo de biblioteca, nuestras prioridades, nuestros hábitos, los distintos idiomas, las zonas horarias, las estructuras y prácticas actuales pueden interponerse en el camino.

Pero es necesario.

Y con confianza y optimismo, podemos lograrlo.

Ya lo he dicho. Me siento tan privilegiado de haber tenido la oportunidad de dirigir IFLA, junto con los miembros de la Junta de Gobierno y el Secretario General de IFLA, en este momento especial.

La transformación de la IFLA.

Una transformación real, centrada en el futuro, que necesita un líder fuerte al mando.

Gracias Gerald. Estás haciendo posible esta transformación, ¡todos te lo agradecemos!

Tengo muchos buenos recuerdos de este viaje.

Estoy muy feliz de haber sido un «líder del movimiento», alentando a los bibliotecarios a intensificar sus esfuerzos para abogar con los tomadores de decisiones, para asegurarnos que sepan cómo, al proporcionar un acceso significativo a la información para todos, las bibliotecas son motores del cambio social.

Ha sido un papel fácil para mí, porque estoy absolutamente convencida de que podemos cambiar la vida de millones de personas.

Trabajar para discutir cómo las bibliotecas organizadas y habilitadas pueden marcar la diferencia.

Cómo no solo podemos adaptarnos, sino adelantarnos a las tendencias.

Cómo podemos construir fuertes campos de bibliotecas nacionales, con fuertes relaciones con los tomadores de decisiones y los gobiernos.

Cómo podemos ocupar nuestro lugar en el corazón de las políticas y estrategias para lograr los ODS.

Cómo podemos definir, y realizar, la Visión Global de IFLA.

Tuve el honor de celebrar dos reuniones de la presidenta de la IFLA, en Barcelona y en Buenos Aires, donde pude profundizar en estas ideas.

Compartir las perspectivas de expertos de todo el mundo, sobre bibliotecas, sobre su papel, ahora y en el futuro.

Intercambiar con grandes audiencias, proponer grandes ideas.

Para acelerar nuestro trabajo para construir un sector bibliotecario global, capaz de cumplir con la Visión Global.

En mis discursos, cuando he estado hablando sobre la transformación de IFLA, describí a IFLA como una anciana, llena de sabiduría, fuerte en sus convicciones, pero necesitada de apoyo para caminar sola.

Esta imagen me ha ayudado a explicar a nuestros colegas el cambio que IFLA necesita hacer en sí misma. Tomar nuestra sabiduría, nuestros valores y realizar nuestro potencial, caminar sin ayuda y más aún, ayudar al sector bibliotecario en general, a caminar reforzado, a caminar erguido y orgulloso.

Nuestra nueva estrategia, que espero los haya inspirado, comprometido, habilitado y conectado a todos, es nuestra forma de hacer que esto suceda.

Puedo decir que IFLA está más viva que nunca.

Más capaz de unir el sector bibliotecario, para ayudarlo a enfrentar los desafíos de la globalización y convertirlos en oportunidades para servir a nuestros usuarios.

Mejor capacitado no solo para satisfacer las necesidades de los usuarios, sino para abogar activamente por el acceso a la información como un requisito esencial para el desarrollo personal y social.

Más capaces de definir las acciones (acciones claras, innovadoras y efectivas que podemos llevar a cabo nosotros mismos y con nuestros socios) para lograr nuestra visión.

Más capaces de mostrar, definitivamente, que las bibliotecas son una inversión, no un gasto.

El sector bibliotecario es asombroso, vosotros sois asombrosos. Solo puedo esperar haberos brindado el servicio que vosotros y la IFLA se merecen.

Ha sido un momento intenso, pero también ha sido el momento más increíble, maravilloso e inspirador en mi carrera profesional.

He aprendido mucho y todavía estoy aprendiendo de ustedes, mis queridos colegas. ¡Todos los días aprendo de vosotros!

En mis conversaciones con bibliotecarios y asociaciones, tomadores de decisiones y socios, he visto cuánto puede hacer la IFLA por ellos, cómo la Visión Global de la IFLA es solo un punto de partida para crear un Movimiento Global.

Una vez más, quiero agradecer a mi empleador la «Diputación de Barcelona», por su total apoyo durante mi tiempo en IFLA, y por darme el tiempo para llevar a cabo mi trabajo.

Como cualquiera que me haya escuchado hablar sobre Barcelona lo sabe, ¡soy un gran embajador de mi ciudad natal!

¡Gracias también a FESABID, la Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Especialistas en Información y Museólogos, de la que también fui presidenta, ¡dos veces! Me proporcionó una excelente formación para mi tiempo en IFLA.

Gracias a mi gran familia que ha crecido con 3 miembros más en los últimos 3 años, y a mi madre por su ayuda y paciencia infinita.

Gracias a la directora del programa de bibliotecas globales de la Fundación Bill y Melinda Gates, Deborah Jacobs, la ex presidenta Donna Scheeder y el secretario general de IFLA, Gerald Leitner, mis compañeros de viaje en el camino hacia el futuro de IFLA. He aprendido mucho de ustedes tres.

Gracias también a las antepasadas ​​madres de la IFLA, Claudia Lux, Ellen Tise, Ingrid Parent, Sinikka Sipilä y Donna Scheeder.

Gracias a mis colegas en la Junta de Gobierno. Me alegra que muchos de ustedes sirvan un segundo mandato, apoyando a Christine mientras asume la Presidencia. Has sido un gran apoyo para mí. Mis mejores deseos para todos ustedes, tanto los que se quedan como los que se van.

Y finalmente, les agradezco a todos ustedes, mi encantador personal de IFLA, su experiencia y compromiso con nuestra Federación es increíble, ¡gracias por eso!

¡Gracias a nuestros colegas griegos, al Comité Nacional a todos los bibliotecarios griegos para hacer posible esta conferencia!

Gracias a nuestros voluntarios.

¡Sois geniales!

Me gustaría terminar mi discurso, con las sabias palabras de Pompeu Fabra, un destacado ingeniero catalán que vivía muy cerca de mi casa en Badalona, ​​donde trabajó intensamente en lengua y gramática catalana.

Cuando terminó su increíble trabajo, dijo:

Cal no abandonar mai ni la tasca ni l’esperança

Que en castellano significa:

«No debemos abandonar nunca ni nuestro cometido ni nuestra esperanza”

Sigamos sus consejos y «trabajemos juntos» para continuar nuestra importante tarea de entregar lo mejor para nuestro futuro.

Hemos encendido los motores, hemos iniciado los motores del cambio social.

Ahora debemos crear un movimiento global para brindar un acceso significativo a la información para todos.

Le deseo a Christine, mi sucesora, todo lo mejor en su tarea.

¡Hasta luego!

Les estoy muy agradecida.

Glòria Pérez-Salmerón Presidenta de la IFLA 2017-2019