La actividad presencial en las bibliotecas está siendo limitada en función del grado de afectación del COVID-19 en cada país. Cada uno de ellos está afrontando de manera diferente el desafío del coronavirus según el grado de contagios y propagación entre su población. Habría que tener en cuenta que existen más de 2,6 millones de bibliotecas en todo el mundo. Y es por eso por lo que la IFLA ha llevado a cabo un sondeo entre las bibliotecas para conocer de primera mano la situación de cada una de ellas.
Hay desde bibliotecas que siguen, más o menos, con su actividad habitual imponiendo una serie de recomendaciones de higiene hasta bibliotecas que han realizado un cierre total de sus puertas, las cuales han llevado el 100 % de su actividad a Internet. También hay otras que han impuesto una serie de restricciones, como restringir eventos en los que se reúnan las personas, y otras que realizan un servicio mínimo como el servicio de préstamo físico.
Actividad (más o menos) habitual en las bibliotecas
En muchos países los casos de contagio del virus son limitados y los gobiernos no han tomado medidas específicas. Sin embargo, se aplican las recomendaciones normales de una buena higiene. En esta situación, por ejemplo, las bibliotecas toman las siguientes medidas:
- Garantizan el acceso a jabón y agua tibia.
- Garantizan el suministro de alcohol en gel.
- Mantienen las superficies limpias, al igual que los juguetes y las computadoras de las bibliotecas.
- Garantizan que alientan la recuperación del personal y de los usuarios cuando se sientan enfermos, en lugar de que asistan a las bibliotecas.
- En sus sitios web incluyen páginas con vínculos útiles a información confiable para los usuarios y promueven la alfabetización mediática frente a posible información falsa que circula en línea.
Algunas restricciones en las bibliotecas
Hay más casos de contagio y los gobiernos están comenzando a actuar para restringir eventos más grandes. También alientan de manera activa a las personas a tomar más medidas para resguardar la higiene. En este caso, las bibliotecas están tomando las siguientes medidas:
- Reconsideran la programación de talleres o de horas del cuento, en especial para grupos de riesgo, como los usuarios adultos mayores. Toman medidas adicionales para garantizar la higiene, entre ellas la desinfección de superficies duras. Además, sacan de circulación elementos más riesgosos como juguetes o cascos de realidad virtual.
- Consideran el cierre de espacios de estudio donde las personas pueden pasar períodos de tiempo más prolongados en compañía de otros.
- Se preparan para posibles restricciones más severas, por ejemplo, al garantizar que todo el personal tenga la capacidad y las herramientas para trabajar de manera remota (si fuera posible), y que, también en la medida posible, los servicios se puedan prestar de manera digital.
Servicio mínimo en las bibliotecas
En muchos países las medidas son más estrictas. Se imponen límites más severos a las reuniones públicas, se advierte específicamente a los grupos en riesgo y se cierra la mayoría de las regiones afectadas. En estos casos, las bibliotecas están adoptando las siguientes medidas:
- Cierre total de espacios. Se ofrece solamente la posibilidad de pedir prestados libros o de devolverlos en el mostrador de atención al público, o en algún buzón destinado a ese fin. Algunos países están experimentando un sistema de préstamo y devolución de libros desde el vehículo del lector. Otros sólo permiten visitas que cuenten con reserva previa.
- Implementación de políticas de cuarentena para la devolución de libros.
- Implementación de planes para ofrecer servicios remotos, por ejemplo, prestamos electrónicos, aprendizaje en línea, o apoyo para clases remotas.
- Medidas para completar la implementación del trabajo remoto para todo el personal, y la verificación de éstas, además de la posibilidad de que los que ya puedan trabajar en forma remota lo hagan.
Cierre total de las bibliotecas
Donde las medidas son muy estrictas las bibliotecas se vieron obligadas a cerrar, o han optado por hacerlo luego de evaluar los riesgos para los usuarios y el personal. En estos casos las bibliotecas están tomando las siguientes medidas:
- Garantizan que todo el personal trabaje desde su casa, salvo algunas pocas excepciones. Cuando el personal concurre al trabajo garantizan que se respeten las normas de distanciamiento social.
- Asignan nuevas obligaciones a los bibliotecarios en otros departamentos dentro de las municipalidades; por ejemplo, que utilicen sus capacidades para el manejo de información en servicios sociales o de apoyo sanitario.
- Generan una comunicación fluida con los usuarios sobre las oportunidades de uso de los recursos o servicios de la biblioteca.
- Organizan la hora del cuento en formato digital.
- Promueven el uso de bibliotecas digitales y otras herramientas.
- Ofrecen prorrogar los plazos para la devolución de libros físicos y aumentan el número de libros electrónicos que los usuarios pueden solicitar en préstamo.
- Ponen a disposición de otras actividades el espacio y el equipamiento de las bibliotecas, tales como la impresión de equipos de protección personal.
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Hola, el centro universitario privado en el que trabajo ha cerrado todas sus instalaciones desde el 11 de marzo. En la biblioteca trabajamos 2 personas y hemos estado teletrabajando en casa (mantenimiento de las bases de datos, actualización y puesta al día de las bibliografías, revisión de los catálogos, comunicación con profesores y alumnos,etc.) hasta el 13 de abril que se nos ha comunicado a ambos un ERTE. Se considera que al estar cerrada la biblioteca, deja de tener función de atención a usuarios. A nuestro catálogo online y a la base de datos de publicaciones periódicas se accede con claves personales. Llevamos años intentando que se invirtiera en más recursos digitales, pero han preferido optar preferentemente por recursos en papel y presenciales. La labor de gestión interna que realizábamos en teletrabajo no les ha parecido suficiente.
Me gustaría conocer si otras personas bibliotecarias se encuentran en nuestra situación.
Quería compartir nuestra desolación por esta decisión que, en nuestra opinión, infravalora la labor de los bibliotecarios.
Un saludo
Teresa
Hola, Teresa. Lamento mucho la situación que expones. Mucho ánimo con todo. Un fuerte abrazo!