Sin duda que las bibliotecas son espacios para estar informados de las novedades… e incluso sean estas de la moda y colecciones de ropa de la temporada. Basta con ver a los usuarios que acuden a ellas para darse cuenta uno de lo que se llevará este año: estilo de la ropa, colores, calzado, complementos… Una sobrecarga informativa de la cual hasta la mismísima Biblioteca del Museo del Traje tendría que estar orgullosa e informar puntualmente.

Es difícil definir un comienzo de la unión entre biblioteca y moda. La verdad es que la moda siempre está ligada con cualquier actividad de la vida diaria, pero en los últimos años parece que esa unión entre biblioteca y moda ha ido creciendo… y no, no hablo solamente de que el libro El tiempo entre costuras haya sido de los libros más prestados en las bibliotecas españolas en el año 2014. Estoy hablando de moda dentro de bibliotecas y donde tanto la una como la otra son igual de protagonistas.

Por supuesto que no estoy hablando de esas “nuevas bibliotecas” que surgen y que prestan ropa (en alquiler, of course = se rompe la magia) como es el caso de La Ropateca. Estoy hablando de las bibliotecas de verdad… bibliotecas públicas y universitarias, principalmente.

Y eso que no han sido pocas las quejas que ha habido por usuarios sobre lo de llevar tacones en las bibliotecas e incluso hay bibliotecas que han recogido el guante y han creado carteles para pedir un poco de control en los pasos. Tampoco han sido pocas las veces que he visto a personas en jornadas sobre bibliotecas haciendo ganchillo o tejiendo gorros y bufandas de lana. Sin duda que el mundo de las bibliotecas y la moda tienen una unión algo más que especial.

Una de las principales uniones entre biblioteca y moda a destacar, y que me llama muchísimo la atención, es la llevada a cabo desde la Biblioteca Regional de Murcia. En esta biblioteca se ha cedido un espacio para crear la Pasarela BRMU y en el cual se exponen las colecciones de modistas murcianos, como Fernando Aliaga, Constanza Mas, Carmen Ramil, Las culpaSS, Pedro Lobo o Titis clothing. Actividad que fue precedida por la acción estético-bibliotecaria de montar un salón de belleza africano en la propia biblioteca. También, desde la Biblioteca Regional de Murcia, se montó un taller de iniciación a la máquina de coser en su sala de exposiciones (“Mis primeras puntadas”).

También desde la Biblioteca Pública Municipal “Miguel Delibes” del barrio de Montequinto en Dos Hermanas han realizado varias actividades ligadas con la moda. Actividades como puedes ser la presentación de la colección Blanco & Negro del Grupo Enfasys, el desfile de moda “Alma flamenca” o un taller de patronaje y confección.

Hasta la propia Biblioteca Nacional de España, en este caso su museo, se dejó seducir por la costura y montó la exposición “De la geometría a los pespuntes. Tratados, manuales y sistemas de corte y confección en la BNE”. A través de esta exposición montaron varias actividades como visitas a talleres de confección, talleres para la realización de patrones, realizar propuestas de diseño sobre maniquí… sin dejar de lado una buena selección de fondos de la biblioteca y que iban desde finales del siglo XVI hasta los años cuarenta del siglo XX.

No hay que pasar por alto el taller “Leer y coser” montado por la biblioteca del municipio de Fraga (Huesca) y donde se combinaban las actividades de ganchillo con la lectura. El objetivo era “recuperar las viejas tradiciones de reunirse a coser y escuchar historias”, además de fomentar el hábito lector entre los adultos.

Luego están los eventos de moda en los cuales las bibliotecas son un magnífico escenario para que luzca la ropa de manera maravillosa. Durante la Semana de la Moda de París las bibliotecas fueron protagonistas. También en la British Library se montó una pasarela (en sus escaleras) para que desfilasen las modelos y donde se concentraron más de 1.400 creativos y  expertos de la moda. Y, como no, desde la New York Public Library no se iban a quedar atrás y también pusieron (y ponen) a disposición de modistas sus espacios para la realización pasarelas de moda. Destacar que uno de sus últimos eventos fue el pase de moda de Victoria Beckham.

Para acabar, y como acaban los buenos desfiles de moda, no habría que dejar pasar por alto la celebración de bodas en las bibliotecas. Bodas donde los novios son los protagonistas de su celebración en un marco incomparable como es una biblioteca. En la New York Public Library se pueden celebrar si estás dispuesto a gastarte entre 20.000 y 50.000$, también en la Boston Public Library por unos 28.000$, en la Indianapolis Public Library, en la State Library of New South Wales

Ya veis que las bibliotecas y la moda no es simplemente los usuarios que van a ellas. Las bibliotecas y la moda tienen una relación más estrecha de lo que desde un principio podíamos imaginar, e incluso existe una moda bibliotecaria que a más de uno le encantaría tener en su armario. Si conoces alguna iniciativa más que ligue a la biblioteca y al mundo de la moda no dudes en ponerla en el espacio de los comentarios.

Imagen cortesía de Shutterstock