Cuando compras un libro en papel sabes que ese libro será tuyo hasta que dure el material. El tiempo que duré en tu poder ya es cuestión del uso y cuidado que le das al libro, o si se lo prestas a algún amigo o familiar olvidadizo. Además no hay ningún problema en que dejes tu colección de libros en herencia, la dones a una biblioteca o la vendas en el mercado de segunda mano. El libro en papel es un bien físico. Un bien que puedes tocar, un bien que ves (y que también ocupa espacio).

Se piensa que los libros electrónicos pueden llegar a ser más duraderos que los libros en papel. De hecho, un libro electrónico por mucho que se use en un tiempo determinado no se verá deteriorado. Se mantendrá igual. Pero la verdad es que tiene un duro competidor (vale, que no es competidor… que es colega y convivirán juntos) que tiene una “tecnología” tan simple y efectiva como es el papel.

 

En el libro electrónico entran en juego otras variables en su deterioro. Variable como el formato de ese libro electrónico y que puede cambiar en pocos años. Variable como el software de lectura de los libros electrónicos y que puede dejar de funcionar o no recibir más actualizaciones. Variable como que el propio distribuidor de contenidos digitales cierre y te deje sin tu preciada colección.

Y es que estamos a expensas muchas veces de las plataformas digitales (de la nube). Recuerdo el caso de Megaupload, el cual dejó a muchísimas personas sin millones de archivos legítimos. O el caso en el que Amazon borró de los libros 1984 y Animal Farm a algunos usuarios de Kindle. Por no hablar de que tus contenidos digitales (y por muchos que tengas o te hayas comprado) morirán contigo y no podrás transferirlos o dejarlos en herencia como le pasó a Bruce Willis. Esto nos tiene que hacer recordar que, y volviendo al tema de los libros electrónicos, los libros electrónicos no son libros, sino servicios electrónicos. Servicios electrónicos con un principio y un fin. Y todo esto por no hablar del control que las plataformas digitales pueden realizar sobre tus datos y sobre la información que compartas (y de la cual puede que no te estés dando cuenta).

El artículo de Lucía Caballero en Hora de Router lo deja todo muy claro, qué será de nuestros libros, discos y películas si los gigantes se desploman. Un artículo muy certero en cuanto a la posesión física de las cosas, ya sean estos libros, discos o películas. Como ella misma mencionó “en el mundo digital, nada es para siempre”. Y es que estamos a expensas de que el software funcione y que las plataformas que nos proporcionan ese contenido sigan funcionando.

Tú pagas, pero nosotros cuidamos tus contenidos digitales

Si te compras libros en Amazon para tu Kindle, que sepas que ellos pueden decidir hasta cuando vas a poder disfrutar del contenido que tú tan religiosamente has pagado. En sus Condiciones de uso de Amazon Kindle dicen que se reservan el derecho a modificar, suspender o cancelar el Servicio, parcial o íntegramente, siempre que lo consideremos oportuno. También dicen que se reservan el derecho a modificar las condiciones de uso y que el uso continuado de Kindle, su software y servicio posterior a dicha modificación es una aceptación de los nuevos términos.

También pueden extinguir el contrato firmado en la compra de tus contenidos y sin necesidad de preaviso. En caso de terminación del Contrato, Amazon podrá denegarle de inmediato el acceso al Servicio o al Contenido Digital sin reembolsarle importe alguno.

En cuanto a la información que les facilitas también lo dejan bastante claro: La información facilitada a Amazon podrá almacenarse en servidores fuera de tu país de residencia. También dice, y deja claro, que tú eres el responsable de cualquier información que proporcionas a terceros con el uso de Kindle o aplicaciones de lectura… y ya el uso que hagan estos terceros con tu información no es cosa suya (y puede que tampoco tuya).

Si compras tus libros electrónicos a través de la App Store de iTunes (Apple), que sepas que ellos también deciden lo que hacen con los contenidos digitales que te venden. En sus Términos y condiciones dicen que iTunes y los Editores se reservan el derecho a modificar, suspender o retirar cualesquier producto, contenido o material que formen parte de las Tiendas en cualquier momento y sin previo aviso. Además dice que iTunes no será el responsable de lo que pase en dichas modificaciones. También es cierto que dice (no sé cómo lo gestionará) que la retirada de un producto de una tienda y que tú has comprado previamente no afectará y podrás seguir disfrutando de él.

Algo que hay que tener en cuenta de los libros que compres en iTunes es que dichos iBooks (como los denominan ellos) no podrán ser visualizados en ningún ordenador, sino únicamente en dispositivos iOs con software compatible. Además dejan claro que lo que compres no te da derecho alguno a guardarlo en tu disco duro: La entrega de Productos de iBooks Store no supone una transmisión, a su favor, de ningún derecho de uso de los Productos de iBooks Store con fines promocionales o ni de ningún derecho de grabación de los Productos de iBooks Store en disco.

Que optas por comprar tus libros electrónicos en Google Books, que sepas que Google también decide hasta cuando vas a utilizar tus libros. En sus Términos de servicio dicen que si Google o el titular de los derechos de autor de la obra pierden los derechos de proporcionarle cualquier contenido digital, Google dejará de servir dicho contenido y puedes perder la capacidad de utilizarlo.

Por si fuera poco esto, Google también tiene el derecho de suspender, modificar o interrumpir el servicio en cualquier momento sin responsabilidad para él. Además dice que los titulares de los derechos de autor de los contenidos digitales pueden actualizarlos e incluso cambiar su configuración.

Y si te pasas de la cuenta, pues te la pueden cerrar: Si usted no cumple con alguno de los términos de las condiciones del servicio, Google podrá resolver automáticamente sus derechos, incluyendo la revocación de su acceso al Servicio o Contenido Digital, sin previo aviso y sin reembolso de los honorarios pagados por usted.

Y aún hay más con Google. Google también vende libros a través de Google Play Books. Las Condiciones de servicio de Google Play dejan claramente al comprador de contenidos digitales un poco (por no decir bastante) indefenso (y puede que a la larga sin contenidos). Y es que Google puede eliminar el contenido de tu dispositivo o dejar de proporcionarte acceso a algún contenido que hayas comprado. Esto para los casos en los cuales el contenido deje de estar disponible o que Google deje de disponer de los derechos correspondientes o suspenda el servicio. [Pero no hay que alarmarse en demasía, Google te avisará de que el contenido será eliminado con tiempo para que te descargues una copia o para que decidas tú si te devuelve el dinero].

Lo que sí deja claro es que o aceptas sus condiciones o te puedes ir buscando otro proveedor de contenidos o te quedas “disfrutando” de una versión desactualizada: Si te niegas a aceptar las condiciones actualizadas, no podrás comprar más contenido a través de Google Play y se seguirá aplicando a tu uso del Contenido la última versión de las Condiciones que hayas aceptado. [Vamos, que también te dejará que cojas tus contenidos y te los lleves si no aceptas las modificaciones en las condiciones]

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