La biblioteca pública está expuesta a las múltiples realidades sociales de manera permanente. Una de ellas es el desempleo entre sus usuarios. Personas que quizás nunca antes habían pisado una biblioteca por falta de tiempo o interés, pero que ahora la ven como un refugio en el cual aferrarse para tratar de solventar la situación de falta de empleo. Muchas de esas personas llegan sin saber qué hacer, otras sin saber qué se van a encontrar en la biblioteca, y otras sin saber utilizar un ordenador. Por suerte las bibliotecas están preparadas para ayudar y asesorar a dichas personas.

El paro castiga a jóvenes, inmigrantes, a personas mayores y que nunca en la vida se habían planteado que pasarían por esta situación (entre otros grupos sociales). Personas que precisan información, formación y orientación. Las bibliotecas tratan de poner su esfuerzo, dedicación, recursos y servicios para ayudarlas y asesorarlas con sus necesidades. Es verdad que existen puntos de empleo municipales que se dedican y realizan esta labor. Puntos de empleo saturados y que quizás no den abasto con tal cantidad de gente que precisa información y formación. Como siempre, las bibliotecas están ahí para ayudar y hacer que aprovechen los ciudadanos sus recursos y el entorno digital para la búsqueda de empleo.

A través de acuerdos con oficinas de empleo, o bien por iniciativa propia, las bibliotecas están realizando labores de ayuda para la búsqueda de empleo a su comunidad de usuarios desempleados. Además, su personal se está formando para poder dar un servicio que esté a la altura de dichas necesidades. Formación que reciben para contribuir desde sus bibliotecas a alfabetizar y a formar en competencias digitales a los ciudadanos.

Las bibliotecas públicas siempre priorizan las necesidades de los ciudadanos y ahora tienen un nuevo reto para demostrarlo. Los destinatarios de esta acción formativa son los desempleados de nuestras localidades. Os animamos a desarrollar esta herramienta en las bibliotecas públicas, a formar a los bibliotecarios y a ponerla en marcha en cooperación con otras bibliotecas públicas de vuestras zonas y redes y con los servicios locales de empleo, colectivos y entidades implicados en el grave problema del desempleo. Contribuyamos desde las bibliotecas públicas a la formación ALFIN y a las competencias informacionales de los ciudadanos necesarias para la búsqueda y mejora de empleo.

Existen múltiples bibliotecas que son una clara muestra de ello. José Antonio Merlo-Vega (Profesor y Director del Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Salamanca) recogió hace unos años distintas iniciativas que demuestran la ayuda que las bibliotecas ofrecen a sus comunidades  en el documento “Bibliotecas en acción”. Las Bibliotecas Públicas Municipales del Ayuntamiento de Madrid, la Red de Bibliotecas de Castilla y León o la Biblioteca Regional de Murcia son solamente algunos de los ejemplos.

Servicios que las bibliotecas públicas ponen a disposición de los desempleados

  1. Acceso a la tecnología y distintas herramientas. Las bibliotecas ponen a disposición de los ciudadanos los recursos tecnológicos necesarios para el acceso y tratamiento de la información. Para el caso de los desempleados, las bibliotecas ofrecen ordenadores e Internet para acceder a portarles de empleo o acceder al correo electrónico, procesadores de texto para elaborar el curriculum vitae o la carta de presentación, impresoras para imprimir dichos documentos en el caso de que fuera necesario, escáneres para la digitalización de documentos…
  2. Fuentes de información y bibliografía especializada sobre el empleo y empresas. Uno de los principales recursos de las bibliotecas es la información. Las bibliotecas ponen a disposición de los ciudadanos materiales y contenidos para su conocimiento y autoformación (tanto físicos como digitales) sobre búsqueda de empleo, desempleo, empresas, entrevistas de trabajo, autoempleo y emprendimiento.
  3. Puntos de interés temáticos sobre el empleo. No son pocas las bibliotecas que crean puntos de interés con información exclusiva sobre el empleo. Espacios a los cuales las personas se dirigen directamente sin tener que pasar previamente por el mostrador o tener que recorrer los distintos pasillos cargados de información. La biblioteca facilita toda la información relacionada con el empleo y su búsqueda en un único lugar.
  4. Cursos de formación para la búsqueda de información, recursos y empleo. Las bibliotecas programan distintas actividades de formación para los ciudadanos que buscan trabajo. Esas actividades suelen ir encaminadas a enseñar cómo utilizar la biblioteca y qué información se pueden encontrar en ella relativa a la búsqueda de empleo. También actividades que enseñan cómo utilizar la tecnología (uso básico del ordenador o del correo electrónico), cómo buscar información y empleo a través de Internet y las redes sociales, o cómo elaborar un CV o una carta de presentación.
  5. Ayuda y asesoramiento básico sobre la búsqueda de empleo y el emprendimiento. Hay personal bibliotecario que se ha capacitado y especializado para poder ayudar y asesorar a los usuarios. Ayuda y asesoramiento a personas que no saben por dónde empezar a buscar empleo, que necesitan saber qué ofertas encajan mejor con su perfil o que quieren contactar con una empresa y necesitan saber cuál es la mejor forma de hacerlo. También hay personas que quieren ir un paso más allá y conocer los trámites necesarios para hacerse autónomo o hacer un plan de viabilidad empresarial para montar su propio negocio. El personal bibliotecario está capacitado para ayudar u orientar a dichas personas.
  6. Recursos electrónicos sobre empleo. Las bibliotecas ofrecen una selección de recursos online para facilitar a los ciudadanos la búsqueda de empleo. Entre esos recursos se pueden encontrar directorios de portales de empleo, listados de convocatorias de empleo (público y privado), redes sociales de las principales empresas de contratación, convocatorias de cursos de formación, recursos para la elaboración del curriculum vitae, videocurriculum, cartas de presentación o para saber cómo afrontar la entrevista de trabajo.
  7. Incubadoras de empresas. Algunas bibliotecas van un paso más allá y no se quedan única y exclusivamente en el ciudadano que busca empleo o que necesita formación para un determinado puesto. Algunas bibliotecas son auténticas incubadoras de empresas. Esta acción de ayuda al ciudadano para poner en marcha su proyecto o negocio ya requiere de una mayor ayuda y colaboración por parte de otras entidades (como puede ser la administración, empresas privadas o universidades) con la finalidad de apoyar, asesorar e incluso financiar las buenas ideas o negocios. Algunos ejemplos de incubadoras de empresas en bibliotecas se pueden encontrar en la New York Public Library y su NYC Small Business Resource Center o en la Brooklyn Public Library y su Business & Career Library.

Imagen superior cortesía de Shutterstock

[Texto publicado en la Revista Desiderata]