Un grupo informático de la Universidad de Copenhague, junto con otras universidades, ha utilizado el aprendizaje automático (machine learning) para analizar 3,5 millones de libros y descubrir que los hombres suelen ser descritos con adjetivos relacionados con su comportamiento, mientras que los adjetivos atribuidos a las mujeres suelen estar asociados con su apariencia física. Los resultados son preocupantes y sugieren que existe una tendencia a retratar a las mujeres en roles y estereotipos tradicionales, mientras que los hombres son retratados como más activos y en una variedad más amplia de roles.
Según un estudio “Unsupervised Discovery of Gendered Language through Latent-Variable Modeling” realizado en 2019 por personal informático de la Universidad de Copenhague, en colaboración con personal investigador de Estados Unidos, los adjetivos más utilizados para describir a las mujeres en la literatura son «guapa» y «sexy», mientras que en el caso de los hombres se utilizan términos como «recto», «racional» y «valiente». Para llegar a esta conclusión, el personal investigador analizó un conjunto de datos de 3,5 millones de libros publicados en inglés entre 1900 y 2008, incluyendo tanto literatura de ficción como no ficción, utilizando un nuevo modelo informático.
«Hemos podido comprobar claramente que las palabras utilizadas para referirse a las mujeres se refieren mucho más a su apariencia que las empleadas para describir a los hombres. Así, hemos podido confirmar una percepción generalizada, solo que ahora a nivel estadístico», afirma la informática y profesora adjunta Isabelle Augenstein, del Departamento de Informática de la Universidad de Copenhague.
Un estudio revela cómo son vistos hombres y mujeres en la literatura
En el estudio se analizaron 11.000 millones de palabras extraídas de 3,5 millones de libros publicados en inglés entre 1900 y 2008 a través de Google Ngram Corpus. De los libros se extrajeron los adjetivos y los verbos asociados a sustantivos de género específico y analizaron si las palabras tenían un sentimiento positivo, negativo o neutro. Los resultados mostraron que se utilizan con más frecuencia verbos negativos relacionados con el cuerpo y la apariencia en descripciones de mujeres que en hombres, mientras que los hombres son descritos con mayor frecuencia por sus comportamientos y cualidades personales.
Sus análisis demuestran que los verbos negativos asociados al cuerpo y la apariencia se utilizan con una frecuencia cinco veces mayor en las mujeres que en los hombres. Los análisis también demuestran que los adjetivos positivos y neutros relacionados con el cuerpo y la apariencia aparecen aproximadamente el doble de veces en las descripciones de las mujeres, mientras que los hombres se describen con mayor frecuencia utilizando adjetivos que hacen referencia a su comportamiento y cualidades personales.

Este estudio demuestra cómo la tecnología puede ayudar a analizar grandes cantidades de datos para detectar prejuicios de género en la literatura. Más teniendo en cuenta el avance de la tecnología lingüística y de la inteligencia artificial. Destacar que, aunque muchos de estos libros se publicaron hace varias décadas, siguen desempeñando un papel activo, señala Isabelle Augenstein. Y es que los algoritmos utilizados para crear máquinas y aplicaciones capaces de entender el lenguaje humano se alimentan de datos en forma de material textual disponible en Internet.
«Los algoritmos trabajan para identificar patrones, y siempre que se observa uno, se percibe que algo es ‘cierto’. Si alguno de estos patrones hace referencia a un lenguaje sesgado, el resultado también será sesgado. Los sistemas adoptan, por así decirlo, el lenguaje que utilizamos las personas y, por tanto, nuestros estereotipos y prejuicios de género», explica Isabelle Augenstein.
Los hallazgos del estudio sobre la descripción de hombres y mujeres en los libros son preocupantes. Por un lado, muestran que los libros reflejan y perpetúan los estereotipos de género presentes en nuestra sociedad. Y, por otro lado, estos estereotipos pueden tener un impacto negativo en las personas, especialmente en las mujeres y las niñas, limitando sus opciones de vida y carrera, y llevando a la discriminación y la desigualdad de género. Ahora bien, ¿hay que corregir toda la literatura anterior? (Como se quería hacer en los libros de Roald Dahl). Bajo mi punto de vista, creo que para cambiar estos estereotipos es importante trabajar en la educación y en la conciencia sobre el lenguaje sexista en la literatura y la importancia de la igualdad de género en la sociedad actual. Sólo de esta manera se puede lograr una representación equitativa de hombres y mujeres, no solo en la literatura, sino también en todos los ámbitos de la vida.
Fuentes: LitHub | Universidad de Copenhague |
Habría que ver el porcentaje de hombres y mujeres que escribieron esos libros. Supongo que hay un sesgo masculino, porque la mayoria de esos 3,5 millones de libros deben estar escritos por hombres.
Saludos!
Así es, Alejandro. El propio estudio señala: «Los investigadores señalan que el análisis tiene sus limitaciones, ya que no tiene en cuenta quién escribió los pasajes individuales y las diferencias en los grados de sesgo dependiendo de si los libros se publicaron durante un período anterior o posterior dentro de la línea de tiempo del conjunto de datos. Además, no distingue entre géneros, por ejemplo, entre novelas románticas y no ficción. » Saludos… :)