Una jueza de Estados Unidos ha sentenciado a cinco jóvenes grafiteros a leer doce libros en un año. Dichos adolescentes pintaron grafitis racistas en una escuela en el estado de Virginia en el año 2017. En lugar de mandarles a un centro de menores o a realizar trabajos para la comunidad, Alejandra Rueda (fiscal y abogada adjunta de la Commonwealth) persuadió a la jueza Avelina Jacob para que aceptara su plan basado en la lectura de doce libros de una lista de treinta y cinco, entre los que se encontraban, por ejemplo, «El color púrpura» de Alice Walker, «Todo se desmorona» de Chinua Achebe, o «Matar un ruiseñor» de Harper Lee.

Los libros trataban acerca de algunos de los períodos más oscuros de la historia, e incluían novelas sobre discriminación, esclavitud y el Holocausto.

Pensaba (¡y acertó!) que la lectura sería más efectiva para reconducir la incívica conduzca de estos adolescentes. Pero no solamente bastaría con leer dichos libros, además tenían que escribir un ensayo sobre cada uno de ellos. La sentencia se complementaba con una visita al Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos y a la exposición del Museo Nacional de Historia Americana sobre el internamiento de japoneses-estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Para finalizar, debían escribir un ensayo final de todo lo que habían aprendido con dichas lecturas y visitas.

Habiendo crecido en México en una familia literaria bilingüe – su madre era bibliotecaria de la escuela – Alejandra Rueda dice que debe su propia conciencia cultural y racial a ciertos libros que su madre le recomendó. Su madre determinó que sus hijas deberían saber sobre el Holocausto, el odio racial y las implicaciones de tener prejuicios basados ​​en la raza, la religión o el origen étnico. [Fuente: BBC. Graffiti punished by reading – ‘It worked!’ says prosecutor]

Los resultados obtenidos fueron positivos ya que, en los dos años siguientes a dicha sentencia, los adolescentes no han vuelto a delinquir. Dicha sentencia fue aplicada también a otros adolescentes que se encontraban en la misma situación, y se está evaluando dicho sistema para reducir la reincidencia.

¿El resultado? No sólo ninguno de los niños ha reincidido, sino que el éxito de la sentencia pionera de lectura ha llevado a que otros delincuentes sean tratados de la misma manera y ha impulsado una revisión del sistema de justicia juvenil en el condado de Loudoun.

Según palabras escritas en el ensayo final por parte de uno de los jóvenes: «me siento especialmente mal después de escribir este documento sobre cómo hice que alguien se sintiera mal. Todos deben ser tratados con igualdad, sin importar su raza, religión u orientación sexual. Haré todo lo posible para asegurarme de que nunca vuelva a ser tan ignorante».

Alejandra Rueda dijo en una entrevista concedida a la CNN: «Hay tantas cosas que he aprendido sobre la guerra y sobre la discriminación de leer los libros. […] (Los jóvenes) Deben abrir los ojos a las cosas horribles que la gente ha hecho en el mundo en nombre del género, la raza y la religión. Los libros son la mejor manera de combatir eso».

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