Quizás sea un simple juego, pero es que las palabras que empiezan por co- tienen una fuerte unión con todo lo relativo a las bibliotecas. Palabra como comunidad, porque la biblioteca es comunidad y la una sin la otra poco sentido tiene en este mundillo. Palabra como colectivo, porque la biblioteca es una agrupación de personas y profesionales con un sentimiento y finalidad común. Palabra como colección, porque… ¡qué haría una biblioteca sin su colección! Quizás estas tres únicas palabras ya hagan un buen triángulo de la definición de biblioteca: colectivo (bibliotecario/a), comunidad (usuarios) y colección (recursos).
Pero la cosa no queda ahí. En las últimas décadas las palabras cooperar y colaborar vienen siendo protagonistas en el sector de las bibliotecas. Las bibliotecas trabajan de manera conjunta y cada una aporta su granito de arena para lograr un mismo fin y que no es más que ofrecer servicios de calidad a los usuarios de la mejor forma posible. Unos últimos años en los cuales la comunicación también ha tenido (y está teniendo) un papel protagonista en las bibliotecas gracias a los distintos medios sociales. Medios sociales en los cuales la constancia es clave del éxito… y no solamente en los medios sociales, la constancia lleva a las bibliotecas firmemente a sortear problemas dando soluciones para adaptarse, avanzar y evolucionar junto a la sociedad.
Una de las finalidades de las bibliotecas es la conexión. La conexión de personas con información con el objetivo de ampliar el conocimiento de los usuarios ante sus necesidades. Y no solamente conectar información y personas, sino también conectar a personas con otras personas. Las bibliotecas son espacios de información, ocio y aprendizaje colectivo. Espacios en los cuales construir relaciones informacionales y personales. Porque las bibliotecas construyen sociedades y son puntos de unión que buscan, y tienen como propósito, convertirse en el tercer lugar. Un tercer lugar en el cual estén las personas y que no sea el trabajo / escuela o el propio hogar. Lugares en los cuales convivir con otras personas. Además las bibliotecas buscan (o han de buscar) la cohesión con el entorno y sus inmediaciones. Reunir y atraer no solo a usuarios, sino también apoyar y desarrollar actividades conjuntas con asociaciones y actividades locales.
Porque las bibliotecas son lugares para coleccionar información y documentos para que sean usados por los usuarios. Lugares para compilar la memoria histórica local y ponerla a disposición de la sociedad. Lugar de reunión y cocreación de las raíces de los barrios de manera colaborativa y conjunta.
Bibliotecas en las cuales la coexistencia de múltiples formatos es ya una realidad. Múltiples formatos para múltiples tipologías de personas / usuarios. Las bibliotecas contribuyen a que las personas sean las que elijan, además buscan que sus propios usuarios salgan lo más satisfechos posibles de las bibliotecas o se lleven una grata sorpresa de ellas. Todo esto gracias a la configuración (reconfiguración o reciclaje) tanto de los profesionales de las bibliotecas como de los servicios, actividades y productos que se ofrecen desde las bibliotecas.
Y no tienen que tener miedo a copiar las buenas prácticas de otras bibliotecas, al fin y al cabo las bibliotecas tienen que ser un único servicio para la sociedad y dar una imagen unitaria (en todo lo que se pueda)… así que copiar y adaptar no hay que verlo con malos ojos, sino como un avance en la oferta de servicios de calidad y éxito.
Está claro que las bibliotecas tienen (y lo están consiguiendo) que conquistar a sus usuarios, hacer que vean a la biblioteca como un lugar en el cual saciar sus necesidades de información, conocimiento, ocio y evasión. Conquistar nuevos usuarios y consolidar la comunidad de usuarios ya existente con ofertas de servicios atrayentes. Estas tienen que contagiar sus ganas de aportar a los usuarios. Que esos usuarios vean a la biblioteca como una organización imprescindible dentro de sus vidas (corazones). Además, es digno de mencionar que las bibliotecas se codean con cualquier tipo de persona sin importar condiciones o economía.
Imagen cortesía de Shutterstock
En definitiva, que las bibliotecas son cojonudas (uy, perdón)
jijijiji… sin duda… ;)
Me ha encantado
Muchas gracias… :)
Yo siempre digo que, para mí, la biblioteca es un hogar, un lugar desde el cual puedo viajar y aprender. Así, en el contexto del co, diría que es un cobijo desde el cual puedo emprender maravillosas correrías.
Muchas gracias por aportar una nueva palabra, Julia… :)
[…] A través de este reto se considera que la biblioteca escolar está en constante adaptación, evolución e innovación, tal y como se comenta «Siempre la biblioteca escolar en “fase beta”». Entre las propuestas de actuación en las bibliotecas escolares destacan la importancia de la colaboración, la co-creación, la comunicación, el compartir y el co-aprendizaje. Sin duda que las palabras que empiezan por CO conquistan la biblioteca. […]