Las Misiones Pedagógicas fueron un proyecto de solidaridad cultural creado por el Gobierno de la Segunda República Española en 1931. Su duración no tuvo el mismo éxito que su utilidad, y es que fueron desmanteladas al final de la guerra civil española en 1939. Entre los servicios destacados de las Misiones Pedagógicas estaban sus bibliotecas.

El Servicio de Bibliotecas, coordinado por el poeta Luis Cernuda y los bibliotecarios María Moliner y Juan Vicens de la Llave, fue el más importante de los siete que tenía el Patronato, pues a él estuvo destinado casi el 60 % del presupuesto del mismo en sus tres primeros años de andadura, esfuerzo económico que permitió la creación, en junio de 1936, de 5.522 bibliotecas. […] A pesar de la desaceleración de su etapa final, las Misiones Pedagógicas fueron capaces de establecer una biblioteca en el 11,3 % del total de escuelas primarias existentes en España, en tan solo cinco años de vida.

Las bibliotecas en las Misiones Pedagógicas (Mariano Boza Puerta, Miguel Ángel Sánchez Herrador)

Los maestros eran los encargados de las bibliotecas. Estas servían tanto para los alumnos como para los maestros durante el periodo lectivo. Una vez terminadas las clases se abrían las puertas de las bibliotecas para el resto de las personas, las cuales podían hacer uso de ellas y solicitar libros en préstamo. Como se puede leer en el libro «Patronato de Misiones Pedagógicas: septiembre de 1931-diciembre de 1933» (1934) presente en la Biblioteca Digital de Castilla y León:

Cada biblioteca inicial comprende cien volúmenes de las varias materias, sólidamente encuadernados. Todas las cajas llevan hojas de papel para forrar los libros, registros de páginas con sencillas indicaciones para el cuidado y conservación de aquéllos y talonarios para su préstamo y para la estadística de las lecturas.

Los libros eran marcados con un sello del Patronato de las Misiones Pedagógicas, y algo que me ha llamado la atención son los marcapáginas que se distribuían con ellos. El Museo Etnográfico de Castilla y León conserva dos, los cuales ha digitalizado y publicado en línea en su «Gabinete de Curiosidades Impresas».

Los gabinetes de curiosidades que surgieron en la Europa de los siglos XVI, XVII y XVIII y que fueron los antecesores claros de los actuales museos coleccionaban un sinfín de objetos exóticos sin un criterio claro y definido, simplemente eran “curiosos”. Y con este mismo espíritu nace el Gabinete de curiosidades impresas, microsite ideado y elaborado por la Biblioteca del Museo Etnográfico de Castilla y León que tiene por objeto dar a conocer la ingente y variada cantidad de materiales impresos que las bibliotecas de los museos albergan.

Marcapáginas para las bibliotecas de Misiones Pedagógicas

Estos marcapáginas son de cartulina y tienen una medida de 8,5 x 16 centímetros. Su fecha aproximada es 1934. Destacable el texto que aparece en ellos, y que comparto más abajo. Emilio Ruiz Trueba (bibliotecario del Museo Etnográfico de Castilla y León) comenta cómo llegaron hasta el museo estos preciosos marcapáginas:

Cuando recibes una donación de libros antiguos, en ocasiones, el ‘tesoro’ no es el libro en sí, sino lo que puedes encontrar entre las páginas del mismo. Y esto es exactamente lo que me ha pasado hojeando uno de esos libros que ya forman parte de nuestra biblioteca. Entre el pasar de las páginas aparecen dos tarjetas de color salmón que bajo el epígrafe PATRONATO DE MISIONES PEDAGÓGICAS insertan un breve y delicioso texto relacionado con los libros y las bibliotecas.

Marcapáginas para las bibliotecas de Misiones Pedagógicas

Los libros deben ser tratados no sólo con esmero, sino con cariño, porque son amigos que nos proporcionan placer y enseñanza.

Hay que hacer que los libros duren, para que otros obtengan con su lectura la misma alegría y el mismo deleite que nosotros hemos tenido.

La encuadernación conserva el libro y muchas veces es, además, bonita. Por esto debe procurarse que no se estropeen. Se envía pliegos de papel fuerte para que, el que lo sepa hacer, enseñe a forrar con esmero los libros.

El forro es como la blusa de trabajo, que conserva y guarda limpio el tarje.

Marcapáginas para las bibliotecas de Misiones Pedagógicas 1

Marcapáginas para las bibliotecas de Misiones Pedagógicas

Cuando acabes tu trabajo, lávate las manos y coge el libro que has pedido en la Biblioteca. Busca un sitio tranquilo y lee. Recordarás siempre con placer estos ratos.

Guarda luego el libro cuidadosamente hasta que puedas volver a seguir leyendo. Procura que, al devolver el libro, ya leído, esté tan limpio como cuando te lo entregaron.

¡Buena idea se tendrá de un pueblo donde los libros se leen mucho y se conservan limpios y cuidados!

Marcapáginas para las bibliotecas de Misiones Pedagógicas 2

Me gustaría destacar una frase presente en el libro anteriormente comentado y que habla de la importancia de las bibliotecas para llevar la cultura a los pueblos y a las personas: «En gran número de pueblos la biblioteca estimula al hábito de la lectura a quienes no lo tenían». Algo parecido se puede leer en el discurso inaugural que hizo Federico García Lorca para la biblioteca de su pueblo:

Esta biblioteca tiene que cumplir un fin social, porque si se cuida y se alienta el número de lectores, y poco a poco se va enriqueciendo con obras, dentro de unos años ya se notará en el pueblo, y esto no lo dudéis, un mayor nivel de cultura.

Para finalizar, y con conclusión: La biblioteca es cultura, la biblioteca es del y para el pueblo.