Parece que esta historia no va a acabar nunca… y es que es más que probable que la resolución de la Corte de Apelación sea ya un punto final en esta historia en la cual Google se ha visto enfrentando al gremio de autores y editores de Estados Unidos por la digitalización masiva de libros, aunque ha sido mandado el asunto al tribunal inferior.

En el año 2002 Google empezó a escanear los libros de todo el mundo y firmaron acuerdos con las bibliotecas de grandes universidades, como las de Michigan, Harvard o Stanford, siendo su objetivo el de utilizar todo ese conocimiento para un propósito mayor como es el de desarrollar una nueva forma de inteligencia artificial.

Google escaneó 10 millones de libros, pero había un gran problema: más de la mitad de estos libros, seis millones de ellos, estaban bajo derechos de autor. Autores de todo el mundo lanzaron una campaña contra Google. En otoño de 2005, el Gremio de Autores de América y la Asociación de Editores Americanos presentaron demandas. Pronto se sentaron con Google para intentar negociar a un acuerdo. Y tres años después, el resultado fue el Acuerdo sobre Google Books, de 350 páginas que se hicieron públicas en octubre de 2008.

Desde el otoño de 2009, el juez Denny Chin celebró las audiencias en Nueva York para evaluar la validez del acuerdo sobre Google Books. Y en marzo de 2011 dictaminó en contra.

Google-Books
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Mismo juez que en noviembre de 2013 determinó que escanear los libros correspondía a un uso justo, porque era “altamente transformativo” y porque no daña el mercado de la obra original.

“Google Books entrega significativos beneficios públicos”, afirmó el juez, indicando que podría ser una herramienta importante para la investigación y que expandirá el acceso a literatura para las personas ciegas, además de ayudar a preservar los textos del desgaste físico del papel.

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“Este ha sido un camino largo y estamos encantados con el fallo de hoy. Como hemos dicho, Google Books cumple con las leyes de copyright y actúa como un catálogo de tarjetas para la era digital – dándole a los usuarios la posibilidad de encontrar libros para comprar o tomar prestados”, dijo Google.

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Sentencia positiva para Google ya que el juez estimó que con su digitalización no dañaba el mercado de la obra original ni quitaba ingresos a los escritores, que era una herramienta importante para la investigación, que ayudaba a los lectores a descubrir nuevos libros (y por lo tanto a generar ingresos para los autores), que toda la sociedad se beneficiaba de esto, que proporcionaba una buena base para el acceso a la literatura para personas ciegas, que preservaba los textos ante el desgaste del papel, que no incumplía las leyes del copyright y que esta digitalización no evitaba la compra de un libro al mostrarse únicamente fragmentos.

Tras esta sentencia la Asociación de Escritores afirmó que apelaría esta decisión ya que Google hizo ediciones digitales sin autorización y de obras protegidas con copyright. Pues bien, esta apelación ya tiene resolución del juez Barrington Parker en la cual se rechaza la demanda presentada por no ir en contra de los derechos de autor.

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En una decisión escrita por el juez Barrington Parker, el panel de tres magistrados de Manhattan dijo que la creación de una base de datos con texto completo y habilitada para búsquedas era un «uso quintaesencialmente transformador» de una obra protegida por derechos de autor, un principio legal que sustenta un fallo que dice que es legal copiar y almacenar libros electrónicamente sin requerir autorización de sus autores y editores.

«No hay evidencia de que los escritores escriban con el propósito de permitir búsquedas de texto en sus libros», escribió Parker en un caso seguido muy de cerca por la industria editorial. Agregó que permitir la búsqueda en todo el texto «agrega al original algo nuevo con un propósito distinto».

Agregó que era importante que el archivo «no permita a los usuarios ver porción alguna de los libros donde están buscando». Como resultado, agregó, «no se añade a la circulación ningún ejemplar nuevo legible para humanos».

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En definitiva… de nuevo un juzgado vuelve a dar la razón a Google por los motivos de que la creación de una base de datos con libros digitalizados (como es la Biblioteca Digital HathiTrust) para la búsqueda en sus contenidos no viola los derechos de autor ya que a través de estas búsquedas nunca darán el resultado completo del texto de un libro sin la autorización de los titulares. La digitalización de estos libros están protegidos los principios de “uso justo” ya que se considera que es algo transformador para la sociedad y además facilitan el acceso a los textos a las personas con discapacidad visual que con ayuda de software específico podrán tener acceso a sus contenidos.

HathiTrust
HathiTrust

HathiTrust Statement on Authors Guild v. HathiTrust Appeal Ruling http://t.co/3mrYKxH6Qa

— HathiTrust (@hathitrust) junio 10, 2014