No exagero si digo que las bibliotecas son una de las instituciones más democráticas existentes en el mundo. La inclusión de las personas y su no discriminación son solamente algunas de las muchas características que las definen. Tras el homicidio de George Floyd a manos de un policía el pasado mes de mayo en EE.UU., la IFLA ha realizado una contundente y acertada declaración: El racismo no tiene lugar en la sociedad que las bibliotecas están construyendo.

En respuesta a la muerte de George Floyd y de otras personas en el mundo, la Presidenta de la IFLA, Christine Mackenzie, y el Secretario General, Gerald Leitner, han realizado la siguiente declaración.

Tal y como se indica en el cuarto punto del Manifiesto para las bibliotecas públicas: 100 tesis sobre ellas: «Las bibliotecas son de todas y para todas las personas». Las bibliotecas no solo no discriminan, sino que promueven la inclusión de las personas y la no violencia. No importa la edad de dichas personas, como tampoco importa su religión, condición sexual o color de la piel. Todas y cada una de ellas tienen cabida en las bibliotecas.

A continuación, puedes leer la declaración íntegra de la IFLA ante este triste acontecimiento. Declaración en la que se destacan a las bibliotecas como instituciones para mejorar la vida de las personas. Además de su compromiso para garantizar la participación de todas las personas en ellas y del deseo de construir una mejor sociedad.

La IFLA condena toda forma de racismo por ser esencialmente contraria tanto a los derechos humanos como a los valores de nuestra profesión.

Las bibliotecas son instituciones cuya misión es mejorar la vida de las personas y las comunidades a las que prestan servicios. Lo hacen no solo rechazando la discriminación, sino también promoviendo activamente la inclusión y brindando a todas las personas una oportunidad significativa de ejercer sus derechos a la información, la cultura y la ciencia. La discriminación racial y la violencia basada en la raza —como en el caso reciente de George Floyd, pero también en otros casos en el mundo— no tienen lugar en la sociedad que deseamos construir.

La IFLA, como organización global, se compromete a garantizar que todas las personas participen en nuestras actividades y se beneficien de ellas, sin distinción de ciudadanía, discapacidad, origen étnico, género, ubicación geográfica, idioma, filosofía política, raza o religión.

A través del Manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre la biblioteca pública, del Manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre la biblioteca escolar, y de la Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual estos mismos valores se aplican al trabajo de nuestras instituciones. Como se destacó en el Manifiesto de la IFLA/UNESCO por la biblioteca multicultural, esto requiere un esfuerzo consciente y significativo para conocer, comprender y analizar las necesidades de todos los miembros de las comunidades a las que prestamos servicios en lo referido a nuestras colecciones, prácticas y personal. Además, el Manifiesto establece la obligación de promover la inclusión de manera proactiva.

Junto con nuestros colegas de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos, la Asociación Australiana de Bibliotecas e Información y otras asociaciones, nos solidarizamos con todos aquellos que sean víctimas de discriminación racial dentro y fuera del sector bibliotecario. En este sentido, seguiremos trabajando para promover servicios bibliotecarios y de información que hagan realidad el deseo de una sociedad mejor para todos.

Christine Mackenzie. Presidenta de la IFLA 2019-2021

Gerald Leitner. Secretario General de la IFLA

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