La Cámara de Representantes de Idaho ha aprobado un proyecto de ley que podría llevar a enjuiciar y a perseguir al personal bibliotecario en el caso de que los menores de edad tomaran en préstamo o consultaran «materiales nocivos o perjudiciales» para ellos. Los partidarios de esta medida manifiesta que es necesaria para mantener el material objetable fuera de las bibliotecas. Sin duda que es un claro ejemplo en el que se apuesta por la censura de libros en lugar de la educación en la diversidad temática y social a la población infantil y juvenil.
Tras un largo debate, la Cámara de Representantes de Idaho votó 51 – 14 a favor de la aprobación del Proyecto de Ley 666. (Un buen número para un proyecto de ley tan siniestro). Los demócratas se opusieron a esta medida, pero todos los republicanos respaldaron el proyecto de ley. Ahora se enviará al Senado de Idaho para su aprobación y convertirse en ley. Comentar que, en el caso de esto suceda, este proyecto eliminaría la exención de proteger a las bibliotecas, escuelas, museos, colegios y universidades y a las personas que trabajan en estas instituciones por «difundir material perjudicial para los menores».
Las bibliotecas de Idaho podrían quedar desprotegidas por tener y facilitar el acceso a material objetable
La representante republicana que puso en marcha toda la maquinaria fue Gayann DeMordaunt. Su objetivo principal es proteger a los menores de lo que describe como pornografía y material obsceno que se abre paso en las bibliotecas donde los menores tienen fácil acceso. A lo que su colega Greg Chaney agregó que este proyecto de ley podría frenar la marea de material peligroso al cual los menores podrían llegar a tener acceso.
«Simplemente pedimos que los responsables de los materiales en nuestras bibliotecas o en los museos o en los otros lugares que figuran en este código, se manejen con sensibilidad y responsabilidad», dijo DeMordaunt. «Tiene que haber más vigilancia, y punto».
Por otro lado, a la demócrata Ilana Rubel le preocupa que el proyecto de ley sea subjetivo y vago. Además, cree que es muy difícil que las personas se pongan de acuerdo sobre lo que es perjudicial o no para los menores y le preocupa que el personal bibliotecario no tenga una orientación o protección clara. Su colega Steve Berch agregó que este proyecto puede tener un efecto amedrentador en las bibliotecas al amenazar con meter al personal bibliotecario en la cárcel. Y que serán alentados a censurar por miedo a ser procesados y perseguidos por grupos a los que no les gusta cierto contenido.
«Cómo va a saber un bibliotecario que se enfrenta a posibles sanciones penales. Es muy injusto para nuestros bibliotecarios y educadores pedirles que actúen en un mundo en el que no tienen ni idea de lo que es legal y lo que no lo es y lo que les enviará a la cárcel y lo que no», dijo Rubel.
Durante una audiencia pública sobre el proyecto de ley la semana anterior, un grupo de padres y madres preocupados manifestaron que se oponían a los libros que presentaban personajes e historias LGBTQ+, ya que violaban la inocencia de sus hijos y los confunden.
«Preferiría que mi nieto de 6 años comenzara a fumar cigarrillos mañana a que vea este material una vez en la biblioteca pública o en cualquier otro lugar», dijo el representante Bruce Skaug, republicano por Nampa.
La verdad es que esta noticia me deja sin comentarios. Que la biblioteca nos pille confesados. Agradecer a Clark Corbin el seguimiento de esta noticia y hacerla pública para todo el mundo. Podéis leerla íntegramente en el siguiente enlace: Idaho House passes bill that could lead to prosecution of librarians for ‘harmful material’.
Imagen superior cortesía de Shutterstock
Deja tu comentario