El 21 de marzo es el Día Mundial de la Poesía. El principal objetivo de este día es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus respectivas comunidades.

Este año es atípico al resto de los celebrados. Por ejemplo, mientras que el año pasado triunfaba la tecnología y la poesía, este año gran parte de la población mundial está confinada en sus casas por la pandemia del coronavirus (COVID-19). Eso está haciendo que muchas personas reflexionen y expongan sus sentimientos y emociones por redes sociales e Internet. Y eso es lo que ha hecho Kitty O’Meara, una antigua maestra y proveedora de cuidados espiritual en hospitales y hospicios, en su página web The Daily Round con un contundente poema que comienza con la frase «Y la gente se quedó en casa».

Un poema cargado de sentimiento, emociones, vivencias y buenos deseos. Un retiro forzado y responsable que a todos nos debe hacer reflexionar sobre lo bueno y lo malo, sobre lo que se ha hecho y lo que se puede mejorar, sobre nuestra debilidad individual y nuestra fortaleza colectiva. Me quedo con los buenos deseos de este poema que describen la situación actual y un futuro muy prometedor, y al que me gustaría unirme.

En la época de la pandemia: Y la gente se quedó en casa…

Y la gente se quedó en casa. Y leían libros, y escuchaban, y descansaban, y hacían ejercicio, y creaban arte, y jugaban juegos, y aprendían nuevas formas de ser, y estaban quietos. Y escucharon más profundamente. Algunos meditaban, algunos rezaban, algunos bailaban. Algunos se encontraron con sus sombras. Y la gente comenzó a pensar de manera diferente.

Y la gente se curó. Y, en ausencia de gente que viviera de forma ignorante, peligrosa, sin sentido y sin corazón, la tierra empezó a sanar.

Y cuando el peligro pasó, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, y tomaron nuevas decisiones, y soñaron con nuevas imágenes, y crearon nuevas formas de vivir, y sanaron la tierra por completo, tal como habían sido sanados.