El 29 de noviembre de 1994 se aprobó el Manifiesto de la Biblioteca Pública elaborado conjuntamente por la UNESCO yla IFLA. Han pasado 25 años desde aquel día, y desde el cual se dejaba constancia de la necesidad de las bibliotecas públicas como ejes vertebradores del acceso libre y sin limitaciones al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.

La biblioteca pública, puerto local hacia el conocimiento, constituye un requisito básico para el aprendizaje a lo largo de los años, para la toma independiente de decisiones y el progreso cultural del individuo y los grupos sociales.

Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca pública como una fuerza viva para la educación, la cultura y la información y como un agente esencial para el fomento de la paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de hombres y mujeres.

Con el Manifiesto de la Biblioteca Pública se emprendió un camino de difusión y búsqueda de apoyo por parte de las administraciones y de la comunidad bibliotecaria en defensa de las bibliotecas públicas. En las tres páginas que ocupa dicho manifiesto, se instaba (e insta) a que tanto los tomadores de decisiones como la comunidad bibliotecaria aplicasen los principios expuestos.

El texto original fue escrito en inglés y traducido a diversas lenguas, como el español, francés, ruso, chino, árabe… Con él se buscaba la unanimidad de todas las naciones sobre unos conceptos básicos de lo que son las bibliotecas públicas, su utilidad e importancia en la sociedad, la accesibilidad a la información y el conocimiento, y la importancia del profesional bibliotecario como nexo de unión entre información y personas.  

Manifiesto UNESCO biblioteca pública 1994

Destacar (además de los objetivos relacionados con la información, la educación y la cultura) la igualdad social que emanan las bibliotecas públicas. Y es que lo que importan son las personas y que todas ellas se sientan representadas por su biblioteca a través de fondos y servicios sin censura ideológica, política o religiosa.

La biblioteca pública presta sus servicios sobre la base de igualdad de acceso de todas las personas, independientemente de su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social. Ha de contar además con servicios específicos para quienes por una u otra razón no puedan valerse de los servicios y materiales ordinarios, por ejemplo, minorías lingüísticas, deficientes físicos y mentales, enfermos o reclusos.

Por cierto, el origen de este manifiesto se puede ver y leer en el documento «The Public library: a living force for popular education» publicado en 1949:

This manifiesto, by describing the potentialities of the public library, proclaims Unesco’s belief in the public library as a living force for popular education and for the growth of international understanding, and thereby for the promotion of peace.

[Este manifiesto, al describir las potencialidades de la biblioteca pública, proclama la creencia de la Unesco en la biblioteca pública como una fuerza viva para la educación popular y para el crecimiento de la comprensión internacional y, por lo tanto, para la promoción de la paz.]

Para terminar, un pequeño recordatorio para gobiernos locales, provinciales, autonómicos, nacionales e internacionales: «La biblioteca pública ha de ser en principio gratuita. La biblioteca pública ha de estar bajo la responsabilidad de las autoridades locales y nacionales. […] Ha de ser un componente esencial de toda estrategia a largo plazo de cultura, información, alfabetización y educación.»

Public Library Manifesto 25th Anniversary Poster