La otra cara de la moneda de la información es la información errónea y la desinformación. Las personas deben comprender la importancia del análisis de la información que reciben a diario. Es por ello por lo que la alfabetización mediática e informacional de la ciudadanía es necesaria para que sepan contrastar la veracidad informativa y evitar caer en la confusión y en el engaño.
La Organización Mundial de la Salud ya advirtió del peligro de la infodemia, para lo cual ofreció una serie de consejos para identificar la información errónea y la desinformación. Ahora bien, ¿se tiene claro qué es la información? ¿Y la información errónea? ¿Es lo mismo información errónea y desinformación? ¿A qué se refiere la desinformación? Según la OMS, conocer la diferencia entre información, información errónea y desinformación es crucial para comprender la infodemia.
La información se propaga como un virus. Lo mismo ocurre con la información errónea y la desinformación. Cuando es sorprendente, se extiende aún más deprisa. Y puede ser mortal. Debemos escuchar y leer la información con espíritu crítico antes de difundirla.

Información, información errónea y desinformación
- Información es como llamamos a las cosas ajustadas a lo mejor de nuestros conocimientos actuales.
- Información errónea, en cambio, es información falsa. Es importante señalar que esta información no se genera con la intención de hacer daño a otras personas. La información errónea suele generarla alguien que genuinamente quiere entender un tema y se preocupa por mantener a otras personas seguras y bien. Ulteriormente, y con la misma intención, otras personas distribuyen esa información. Todos creen que están intercambiando buena información, pero, lamentablemente, no es así. Y según el tipo de información que intercambien, la información errónea puede volverse bastante perniciosa.
La información errónea es incorrecta o engañosa. No se divulga con intención de hacer daño. La información errónea puede divulgarse por error involuntario, pero es igualmente peligrosa.

- En el otro extremo de la escala se encuentra la desinformación. A diferencia de la información errónea, esta es información falsa generada con la intención de aprovecharse de ella o causar daño. Ese daño podría afectar a una persona, un grupo de personas, una organización e incluso un país. Por lo general, la desinformación obedece a algún plan, y puede ser peligrosa.
La desinformación es una información intencionalmente errónea. Se divulga con intención de confundir o engañar. La desinformación es peligrosa y sirve a los intereses de alguien.

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