La información mueve el mundo. El día a día de las personas y de las entidades se gestionan con flujos de información que persiguen la generación e intercambio de conocimiento para favorecer tanto el entendimiento como el crecimiento. Y es que toda la sociedad vive rodeada de información, pero no siempre es esta acertada. Incluso puede que haya información que lo que busca es la desinformación para generar caos. Sin duda que la información también puede funcionar como una peligrosa arma para causar confusión o daño.

Tal y como comenté hace unos meses, «se ha pasado de la toxicidad de la infoxicación, y que puede tener un carácter individual, a una epidemia informativa colectiva: la infodemia». Palabras a la que habría que sumar otro nuevo término según la Organización Mundial de la Salud: infodemiología.

La infodemiología es el estudio de la infomedia y la manera en que se gestiona.

Dejando a un lado la nueva terminología, me gustaría compartir una serie de consejos para distinguir la información fiable de la errónea y frenar la propagación de esta última, los cuales ha compartido la OMS en el artículo Aplanemos la curva de la infodemia. Una serie de medidas que se pueden tomar para navegar por esta marea de información diaria que nos arrastra y decidir en quién y en qué confiar.

Principales consejos para distinguir la información fiable de la errónea y frenar la propagación de esta última

1. Evalúa la fuente de información

¿Quién comparte la información contigo y de dónde procede esa información? Aun cuando se trate de amigos o familiares, es preciso averiguar el origen de la información. Para detectar cuentas falsas en las redes sociales, observa cuánto tiempo han estado activos los perfiles, el número de seguidores y sus publicaciones más recientes. En cuanto a los sitios web, visita las páginas “Acerca de” y “Contáctenos” para obtener información general y comprobar la veracidad de los datos de contacto. Cuando se trate de imágenes o vídeos, acostúmbrate a verificar su autenticidad. Con respecto a las imágenes, se pueden utilizar los instrumentos del motor de búsqueda inversa de imágenes de Google y TinEye. Para los vídeos se puede utilizar YouTube DatViewer de Amnistía Internacional, que extrae un resumen breve utilizable en los instrumentos de búsqueda inversa de imágenes. Otros indicios de que una fuente puede ser poco fiable o inexacta son: diseño visual poco profesional, ortografía y gramática deficientes y uso excesivo de ‘TODO EN MAYÚSCULAS’ o signos de exclamación.

2. Ve más allá de los titulares

Los titulares pueden ser intencionalmente sensacionalistas o provocativos, con el fin de conseguir un gran número de clics. No leas solo el titular de un artículo; sigue adelante y lee todo el relato. Busca información más allá de las redes sociales; consulta fuentes impresas, por ejemplo, periódicos y revistas, y fuentes digitales, entre ellas podcast y sitios de noticias en línea. La diversificación de las fuentes te permite adquirir un panorama más amplio de lo que es o no es fidedigno.

3. Identifica el autor

Busca en la web el nombre del autor para determinar si es real o creíble.

4. Comprueba la fecha de la información

Cuando encuentres información, pregúntate: ¿Es un artículo reciente? ¿Es actual y pertinente a los hechos del presente? ¿Se ha utilizado un titular, una imagen o una estadística fuera de contexto?

5. Examina los datos probatorios

Los artículos fiables fundamentan sus afirmaciones con hechos, por ejemplo, citas de expertos o enlaces con estadísticas o estudios. Comprueba que los expertos sean fiables y que los enlaces efectivamente respalden las afirmaciones.

6. Comprueba tus propias tendencias

Todos tenemos tendencias, y estas influyen en la forma en que percibimos lo que ocurre en nuestro entorno. Evalúa tus propias tendencias y los motivos que podrían haberlo atraído hacia un titular o un artículo en particular. ¿Cuál es tu interpretación al respecto? ¿Por qué reaccionas tú de esa manera en esa circunstancia? ¿El artículo cuestiona tus supuestos, o dice lo que tú querías oír? ¿Qué aprendiste sobre tí mismo a raíz de tu interpretación o reacción?

7. Remítete a organizaciones de constatación

Ante la duda, consulta con organizaciones fiables dedicadas a comprobar hechos, por ejemplo, International Fact-Checking Network y fuentes de noticias mundiales dedicadas a desenmascarar la información errónea, entre ellas, Associated Press y Reuters.

Buenos consejos para esquivar la infodemia