El conocimiento y descubrimiento de una biblioteca pública siempre es motivo de alegría y satisfacción. No importa cuando llegue, lo importante es que llegue y se disfruten lo antes posible los múltiples servicios, actividades y recursos puestos a disposición de la ciudadanía. ¿Que por qué os cuento esto? Porque de vez en cuando surgen noticias que enternecen el corazón entre tanta mala noticia, como es el caso de esta persona de 95 años que ha descubierto el servicio de préstamo de libros de las bibliotecas públicas.
Marisa Candia es una productora y periodista que llevó el pasado 8 de octubre a su abuela de 95 años a la biblioteca pública de Palma. Tras décadas devorando libros, conoció el servicio de préstamo gratuito en las bibliotecas públicas. Todo un descubrimiento para la abuela de Marisa, la cual acabó haciéndose socia de la red de bibliotecas para disfrutar de este servicio. «¡Imagínese lo que puedo leer si llego a vivir al menos dos años más!», manifestó.
Una maravillosa historia contada a través de una simple publicación en Twitter. No fueron pocas las personas que alabaron el gesto de Marisa al llevar a su abuela a la biblioteca, a la cual le desearon muchísimos años de lectura y disfrute de las bibliotecas. Pero me gustaría quedarme también con un tuit del bibliotecario Pep Hernández, el cual también aplaude la historia… pero ve un trasfondo de falta de visibilidad de las bibliotecas al no haber llegado muchísimo antes a la abuela de Marisa.
Sea como fuere, más vale tarde que nunca, diría el refranero español al no importar si algo llega con retraso, pero es de utilidad. «Está deseando volver a la biblioteca para escoger más libros», comentó a través de Twitter la nieta de nuestra protagonista. Sin duda que le recomendaría como siguiente paso de descubrimiento que se apuntase a los clubes de lectura de la biblioteca. Un mundo por descubrir y a través del cual seguir conociendo y disfrutando de la biblioteca.
Jo, me encanta este post. Yo siempre soy una pesada con la gente e intento difundir los servicios de las bibliotecas, aunque creo que no se me da muy bien, hehe.
¡Un abrazo y nos leemos!
Marieta — Relatos de una náufraga
Hola, Marieta. No te preocupes, entre todos debemos mostrar los beneficios de las bibliotecas. Cada pequeña gota, cuenta. Un abrazo… :)