Aventura, fantasía y drama nos ha traído ‘El hombre que mató a Don Quijote’, la nueva película de Terry Gilliam. Sin embargo, en esta adaptación encontramos también recuerdos del clásico de la literatura escrito por Miguel de Cervantes. ¿Le devolverá esta nueva película la popularidad a Don Quijote?
El hombre que mató a Don Quijote, una película esperada desde hace 20 años.
Esta adaptación de Don Quijote de La Mancha dirigida por Terry Gilliam nos ha traído la historia de Toby (Adam Driver), director de publicidad que durante su primera película afectó por completo la vida del pueblo donde se rodó. Tal y como cuenta la sinopsis de Sensacine, los efectos en éste han sido devastadores, especialmente para Don Quijote (Jonathan Pryce) que se ha perdido en la locura al creer que realmente se ha convertido en el caballero de la triste figura. En este entresijo, el cínico de Toby tendrá que luchar para resolver esta situación surrealista, ¿cómo? convirtiéndose en algo parecido a Sancho Panza, el escudero y segundo personaje más importante del clásico de la literatura. En esta película veremos a Toby hacer frente a toda clase de demonios (medievales, modernos, ficticios) así que tal y como puedes imaginar, en esta libre representación de Don Quijote la realidad se confunde con la fantasía.
‘El hombre que mató a Don Quijote’ pasó por toda una serie de dificultades hasta su estreno en Festival de Cannes el día 19 de mayo. Y es que esta película ha sido una de las más desafortunadas de la historia del cine. Esto se explica por los numerosos intentos de rodaje, la demanda interpuesta por Paulo Branco e incluso el ictus sufrido por su director Terry Gilliam. Sin embargo, superó todos los obstáculos gracias al gran equipo de actores que hicieron la película posible: Jonathan Pryce (Don Quijote), Adam Driver, Stellan Skarsgård, Joana Ribeiro, Olga Kurylenko, Rossy de Palma y Sergi López.
¿Sigue Cervantes siendo popular?
No podemos asegurar si esta adaptación devolverá (o no) la popularidad a Don Quijote, lo que sí podemos asegurar es que el clásico de la literatura nunca murió completamente. Por ejemplo, de alguna forma influyó el personaje de La Mancha en la cultura popular es en la introducción del juego veintiuna en España. Así, tal y como podemos leer el artículo ‘La Historia del Blackjack’ de Betway, los orígenes del juego no están claro sin embargo, las primeras reglas similares del blackjack (o veintiuno) se acuñan al siglo XVII en España donde en las llamadas Novelas Ejemplares de Cervantes encontramos los primeros escritos.
Por otra parte, existen pueblos en los que Cervantes sigue vivo. Es el caso de Herencia, pueblo de Castilla La Mancha que, tal cual cuenta la web del mismo, ‘durante el octavo tramo de ‘El Quijote’ representó el lugar del que el autor prefirió no acordarse’. Y es que, esta villa centenaria ha mantenido a Miguel de Cervantes vivo al contar con dos dedicatorias: una calle y una plaza pública. Además, en el pueblo existe el monumento esculpido por J. Gutiérrez en 1953 al autor junto a la Biblioteca Municipal donde se motiva a la lectura a través de concursos.
En cuanto a la literatura, cada año el Premio de Literatura Castellana Miguel de Cervantes reconoce a aquellos cuya creación ha contribuido a hacer más rico el patrimonio de la lengua española, donde los últimos premiados han sido Sergio Ramírez, Eduardo Mendoza y Fernando del Paso. Sin embargo, tan sólo dos de cada diez españoles ha leído Don Quijote de La Mancha al completo, entre los cuales, cuatro consideran haberlo hecho por interés personal mientras que la mayoría desconocen el verdadero nombre del protagonista: Alonso Quijano.
Y es que, la considerada ‘obra literaria más importante en español’, pese a haber sido escrita por Miguel de Cervantes Saavedra (quien junto a Shakespeare, Homero, y Dante representa uno de los más importantes escritores universales) no ha hecho eco en la sociedad moderna. ¿Por qué? De acuerdo a la investigación realizada por este artículo de El País, un 51% de los españoles considera que se trata de una obra “difícil de leer” mientras que un 16,4% afirma no estar interesado en la literatura clásica.
En este contexto, las palabras del Ingenioso Hidalgo nos aportan algo de esperanza con su frase: “No hay libro tan malo que no tenga algo bueno”. Esto nos hace pensar que quizá la misión imposible de Terry Gilliam con esta película sea mostrar a los reacios de Don Quijote -de la forma más divertida y surrealista posible- las aventuras vividas en el clásico de la literatura.
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