Si usas tu PC con cierta frecuencia, es posible que notes que con el paso del tiempo va perdiendo rendimiento y que se queda corto para procesar con fluidez algunos de los juegos más modernos, o para utilizar las últimas versiones de las aplicaciones, por ejemplo. La buena noticia es que antes de pasar a soluciones más drásticas, de las que también hablaremos, existen una serie de consejos sencillos que puedes poner en práctica para tratar de maximizar el rendimiento de tu PC y conseguir que cualquier juego o aplicación vaya más fluida.
1. Desinstala juegos y aplicaciones que no utilices
Muchas veces acumulamos en nuestro ordenador programas que no usamos de forma habitual y ocupan un espacio que puede servir para que el resto de aplicaciones funcionen mejor o para instalar otros juegos nuevos. Sobre todo considerando que los modernos simuladores deportivos complejos, los nuevos juegos medievales o incluso los juegos indie casuales suelen exigir bastante espacio en disco. En consecuencia, eliminar esos programas no utilizados siempre es una buena idea.
2. Utiliza el asistente de espacio en disco
Este asistente, que se incluye con Windows, te permite eliminar archivos temporales y otros archivos innecesarios que muchas veces se van acumulando en nuestro PC y también ocupan espacio, ralentizando su funcionamiento.
3. Actualiza los controladores de tu dispositivo
Muchos dispositivos de tu PC, tales como la tarjeta gráfica o el propio procesador, funcionan gracias a una serie de controladores. Si dispones de las últimas versiones de estos drivers conseguirás un mayor rendimiento y estabilidad en el funcionamiento de tu equipo.
4. Buscando intrusos
Si notas que de pronto tu PC se ralentiza es posible que este se haya visto afectado por la presencia de un virus o de algún tipo de malware. Esto no solamente ralentiza tu equipo, sino que también pueden robar tus datos o incluso causar pérdidas de información. Por eso te recomendamos utilizar un buen antivirus para buscar a este tipo de invasores y eliminarlos de tu PC al momento.
5. Utiliza la memoria virtual
En aquellos dispositivos que tengan poca memoria RAM y que, por tanto, tengan problemas a la hora de ejecutar ciertos juegos, hay un par de trucos para mejorar su rendimiento. El primero es activar la memoria virtual de Windows y ajustarla correctamente. Esta te permite utilizar parte de tu disco duro como memoria RAM lo que, sin duda, acelera el rendimiento general del dispositivo. Algo que también puedes hacer con un simple pendrive usando la función Ready boost, que emplea este dispositivo de almacenamiento para simular esta RAM virtual y acelerar el rendimiento del equipo.
6. Limpia tu pc
Aunque ya hemos hablado de limpiar el PC en términos de software ahora pasamos al hardware. Con el paso del tiempo es frecuente que el polvo y la suciedad se vayan acumulando dentro de los componentes internos de la torre de tu ordenador y que esto cause problemas de calentamiento, que finalmente se traducen en una ralentización de funcionamiento del dispositivo. Así que no es mala idea abrir la torre y retirar ese polvo y suciedad que se acumula en el interior, aunque siempre teniendo cuidado de no dañar ningún componente.
7. Mejora la ventilación
En paralelo con lo que acabamos de plantear, un PC que se encuentre en un lugar donde no pueda ventilarse adecuadamente o que tenga una ventilación insuficiente también se sobrecalienta y pierde rendimiento. Verifica, por tanto, que tu dispositivo se encuentra en una zona de tu casa en la que puedas recibir aire fresco, que no está encajonado entre muebles y paredes y, en caso necesario, añade elementos de ventilación para mantener su temperatura de funcionamiento dentro de los rangos normales.
8. Amplía la memoria RAM
La memoria RAM es un almacenamiento temporal en el cual se alojan los datos con los que tu PC trabaja durante su funcionamiento. Es uno de los parámetros más demandados por los juegos modernos y también uno de los que es más fácil ampliar. Si tu equipo tiene poca memoria RAM, menos de 8GB, proceder a su ampliación es una buena alternativa para acelerar el rendimiento del dispositivo.
9. Pásate a un disco SSD
La última tendencia para acelerar cualquier ordenador con una cierta antigüedad son los discos SSD. Frente a los discos duros convencionales, estos dispositivos no usan platos y una aguja para leer los datos, sino que emplean un almacenamiento similar a las que encontramos en las tarjetas de memoria y en los pendrives. Esto tiene la ventaja de que los datos se transfieren a velocidades que a veces llegan a 10 veces las de un disco duro convencional, acelerando, además, un dispositivo que en muchas ocasiones suele ser el cuello de botella de cualquier ordenador. Lo mejor de todo es que cambiar tu viejo disco duro por uno con estas características no te costará demasiado dinero.
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