Influencer, vaya palabro… ¿no sería mejor usar el término influyente?… La verdad es que daría para un largo debate si usar la palabra en inglés o en castellano, y con defensores en ambos lados. Lo mismo sucede con el uso de community manager o gestor de comunidades online.

Yo usaré el término influencer (en inglés) por su clara connotación de una figura nacida de los medios y redes sociales. El término influyente por sí solo no hace mención a que tenga que ser en redes sociales, en su comunidad de vecinos o en su casa. No sé si me captáis por donde quiero ir.

Ahora bien, ¿qué es un influencer?… bajo mi punto de vista un influencer es una persona que goza de cierto prestigio y posición en las redes sociales dentro de una temática o sector. Con sus acciones logra captar la atención en determinados temas y es un nato recomendador de productos y servicios. La viralidad de sus mensajes hace que estos lleguen a sus seguidores y a los que no lo son.

Contar con un influencer es un plus dentro de la estrategia de comunicación, de contenidos y de publicidad. No es que sea una prioridad en dichas estrategias, pero sí que es otra forma de llegar a tu comunidad y audiencia. Otra forma con sus ventajas y sus puntos a tener en cuenta que hay que estudiar muy bien si se quiere optar por este tipo de acción de marketing de influencia a través de contenidos.

Por otro lado hay que tener en cuenta que la mayoría de las acciones que realizamos en nuestra vida las hacemos por influencia de otras personas… de hecho Internet es una gran fuente de influencia. Todo el mundo puede hablar de una organización, producto o servicio e influenciar al resto, tanto para bien como para mal.

Si buscas un influencer no te preocupes mucho por el dinero

Según el II Estudio sobre el estatus de las relaciones con influencers, elaborado por Augure, lo que las organizaciones buscan de los influencers es que promocionen su contenido, que les ayuden a lazar un producto y la creación de contenido. Los medios preferidos para realizar las acciones son Twitter (68%), los blogs (54%) y Facebook (51%). Por sorprendente que os pueda parecer ganar dinero no es una de las motivaciones principales del influencers (24%), sino que es la de obtener visibilidad (55%), crear contenido de calidad para la audiencia (45%) y fortalecer su marca personal (29%).

Situaciones de uso en los que es conveniente establecer relaciones con influencers

Los contenidos más efectivos, según el estudio de Augure, para colaborar con influencers es a través de eventos (70%), artículos en blogs invitados (69%) y vídeos (44%). También es importante tener en cuenta que casi el 70% de los profesionales de la comunicación afirman que no remuneran a sus influencers. ¿Y quién debe ser el encargado de ponerse en contacto con los influencers? Un 28% dice que el encargado debe ser el Responsable de Relaciones Públicas, un 17% el Community Manager y otro 17% el CEO de la organización.

Lo más difícil de todo es encontrar al influencer adecuado

Vayamos por partes… ¿Las organizaciones se pueden permitir este tipo de marketing?… ¡Claro que sí!… ahora bien, lo que no es tan fácil es encontrar a la persona adecuada para la realización de las acciones que tienes en mente. De hecho un 75% de las organizaciones ve como principal reto la identificación de influencers relevantes, según el estudio de Augure. Difícil tarea y difícil encontrar a la persona adecuada.

Por poner un ejemplo con las bibliotecas. Las bibliotecas cuentan en sus comunidades de usuarios con influencers. Profesores, escritores, emprendedores, comerciantes, jóvenes, no tan jóvenes… que gozan de cierta posición en las redes sociales y que pueden echar una mano a la hora de darle visibilidad a la propia biblioteca. Pero, ¿cómo saber quién lo puede hacer mejor?

La verdad es que es complicado ya que está en juego que una campaña salga bien o no. Las propias bibliotecas (organizaciones) tienen que hacer un estudio pormenorizado de lo que quieren y de las personas que pueden ayudar a lograr los objetivos que se persiguen. Nada es trivial y todo se tiene que analizar… e incluso analizando todo puede que no salga como se esperaba.

Pros de contar con un influencer en tu estrategia de comunicación

Lo que se busca a través de un influencer es lograr captar la atención de tus usuarios (clientes) reales como de tus usuarios potenciales. A través de él se puede lograr que tu organización (y su producto o servicio) gane visibilidad y notoriedad, por lo tanto logrará un posicionamiento sobre el resto… e incluso reputación.

El influencer puede crear o generar tendencias dentro de una comunidad de usuarios, la ciudad y del sector. También es importante que sea capaz de detectar / identificar tendencias en el sector y sepa transmitirlas.

Tanto en la captación de la atención como en la creación de tendencias se busca la reacción de las personas y lograr con ello un mayor uso de servicios o venta de productos. Generar oportunidades y fidelizar a los usuarios.

A tener en cuenta a la hora de contar con un influencer en tu estrategia de comunicación

Habría que distinguir entre dos tipos de influencers: los personajes famosos (celebreties) y los que se han ganado a pulso su poder de influencia en los medios sociales. Los primeros pueden tener muchos seguidores y no lograr que capten la atención de sus seguidores las promociones / recomendaciones… y los segundos pueden tener menos seguidores y conseguir una mayor repercusión. La clave del éxito será la difusión que se tenga, no la difusión que se presupone. También hay que señalar que es muy importante la conexión que el influencer tenga con la gente y con tu comunidad… al fin y al cabo también estás tratando de construir relaciones.

Es muy importante planificar bien la campaña. No hay que tratar de vender la moto a nadie, la veracidad del servicio o del producto está en juego. Además hay que tener en cuenta el artículo 20 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico: [Aunque hay una delgada línea entre lo que se considera recomendación de lo que se considera publicidad]

  1. Las comunicaciones comerciales realizadas por vía electrónica deberán ser claramente identificables como tales, y la persona física o jurídica en nombre de la cual se realizan también deberá ser claramente identificable.

El tiempo de los influencers es oro (al igual que el nuestro), por lo que no es descabellado que exijan algún tipo de contraprestación. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo hacer un vídeo que una foto, ni tampoco es lo mismo hacer tu tuit que un post. Todo va a depender, desde el tiempo en la realización hasta el número de seguidores al que puede llegar el mensaje por determinados medios.

Hay que buscar que el influencer se sienta identificado con el servicio / producto a recomendar. Que lo use y que lo pruebe… y si le gusta pues seguir para delante.  Puede ser que no se sienta identificado con la promoción y no acepte realizarla, ni aunque se le pague por ello. También es importante que tenga un alto grado de participación en la campaña que lancemos y no se quede solamente en un mensaje. Por descontado está decir que la credibilidad del influencer va a hacer que la campaña tenga éxito o no.

Si se busca generar a través de una acción online una reacción offline hay que tener en cuenta que puede que la una (y la otra) no van de la mano en algunas ocasiones. Alguien puede tener una muy buena imagen y reputación online, pero luego no conseguir arrastrar a la gente para acciones offline. Aquí podéis ver un caso: El fracaso de Pelayo Díaz con su master class para ‘influencers’.

En ocasiones no hay que salir a buscar fuera lo que se tiene dentro. Mira primero dentro de tu organización, puede que te lleves una grata sorpresa al ver que cuentas con un magnífico equipo de influencers dentro del sector para dar difusión y para recomendar los productos y servicios de forma proactiva.

5 Acciones que un influencer puede hacer en ayuda de las bibliotecas

Seguro que hay muchas más acciones que puede realizar una influencer dentro de la biblioteca, pero me gustaría señalar estas cinco:

La primera, y bastante fácil para el influencer, es difundir los contenidos de uso de servicios de la biblioteca a través de sus medios sociales. En este caso sería a través de Twitter y/o Facebook.

La segunda, y que ya requiere un alto grado de elaboración, es hacer reseñas de libros a través de su canal de Youtube. Requiere tiempo y dedicación… además es importante que señale que el libro lo tomó en préstamo de una biblioteca. Los booktubers son toda una sensación en el mundo de la literatura.

Una tercera acción puede ser la explicación del uso de eBiblio (plataforma de préstamo de libros electrónicos en España). Mostrar como funciona y lo que hay que hacer para empezar de cero a disfrutar del servicio de préstamo de libros electrónicos. Tiene varias vías para hacer esta acción… desde hacerla en su blog hasta hacerla en un vídeo que luego colgará en Youtube.

Una cuarta acción podría ser la de compartir experiencias y emociones vividas en primera persona en la biblioteca. Mostrar todo lo que se puede hacer en una biblioteca y comentar lo que sintió al realizarlas, además de recomendar el uso de la biblioteca. Youtube y el blog vuelven a ser una muy buena opción, sin descartar Twitter y Facebook.

Y, por último, una acción de defensa de la biblioteca. Convertir a ese influencer en una auténtico defensor de las bibliotecas que anime al resto de personas (y recomiende) el uso de las bibliotecas. La defensa de las bibliotecas siempre es bueno y se puede hacer desde cualquier medio.

Lo dicho, seguro que hay más acciones que pueden realizar en favor de las bibliotecas. De hecho todas las acciones que se realizan en las bibliotecas son a favor a ellas. Los propios bibliotecarios/as son influencers sobre sus usuarios, los propios usuarios son influencers sobre otros usuarios… pero quizás no esté de más tratar de dar difusión a los servicios de la biblioteca a través de estas personas externas a ellas pero ligadas de una u otra manera. Ya sabéis que todo lo que sea difusión en pro de la biblioteca nunca está de más.

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