[Ve al final del post para ver la actualización del 10/11/2015. Nuevos datos y correcciones]
La semana pasada me pasaron desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte los datos estadísticos de uso de la plataforma de préstamo de libros electrónicos, eBiblio. Los datos, recogidos en un excel, estaban divididos por usuarios distintos y préstamos entre enero y septiembre de 2015.
Dichos datos muestran el total de préstamos y usuarios que hay en España en el periodo mencionado anteriormente… además muestra los resultados mensuales (tanto de usuarios como de préstamos) de las distintas Comunidad Autónomas.
El total de usuarios distintos que hay actualmente en eBiblio (y en lo que va de año) suma un total de 113.548. La Comunidad de Madrid es la que mayor número aporta de usuarios a eBiblio (25.028), seguida de Cataluña (22.588… y que se sumo a la plataforma en junio) y Andalucía (13.497). A la cola se sitúan Melilla (80), Illes Balears (296) y Ceuta (298). [Corrección al final del post]
Con la llegada de Cataluña en el mes de junio se ve un incremento en el número de usuarios distintos de la plataforma. De hecho, Cataluña aporta en 4 meses casi tantos usuarios como la Comunidad de Madrid en 9 meses.
En cuanto al número de préstamos en eBiblio decir que en el periodo analizado hay un total de 161.640. La Comunidad de Madrid es la que mayor número de préstamos ha realizado en eBiblio (39.424), seguida de Cataluña (30.419… y que se sumo a la plataforma en junio) y Andalucía (21.707). A la cola se sitúan Melilla (85), Illes Balears (308) y Ceuta (399).
Al igual que en el número de usuarios (y como es normal), con la llegada de Cataluña en el mes de junio se ve un incremento en el número de préstamos de la plataforma. De hecho, Cataluña casi dobla cada mes el número de préstamos realizados por la Comunidad de Madrid.
Si cruzamos los datos entre el número de préstamos y el número de usuarios se ve que Andalucía es que Comunidad Autónoma que mayor número de préstamos ha hecho por usuario en este periodo con 1,61 préstamos por usuario. Le sigue la Comunidad de Madrid con 1,57 y Cantabria con 1,51. En la cola estarían Illes Balears (1,04), Melilla (1,06) y la Comunidad Foral de Navarra (1,20). La cifra de Cataluña se sitúa en 1,35 préstamos por usuario y la media de España está en 1,42. [Nuevos datos al final del post]
Conclusiones
Parece que Cataluña ha venido a salvar el préstamo electrónico en España. Muestra datos muy buenos de usuarios y préstamos, aunque el ratio de préstamos por usuario está por debajo de la media de España.
Las comparaciones son odiosas, pero del total de socios que hay en las bibliotecas públicas en España (último año con datos es el 2013 y faltan muchísimos usuarios de las bibliotecas de Cataluña) únicamente el 1% de los socios ha hecho uso de la plataforma de préstamo de libros electrónicos eBiblio. Y ya si lo comparamos con el número de préstamos de libros en papel, el préstamo de libros electrónicos supondría el 0,58%.
Comparando los datos que tengo de eBiblio en la Comunidad de Madrid del año 2014 y 2015, decir que los usuarios se han multiplicado por 4,5 (de 5.546 a 25.028) y los préstamos por 2,64 (de 14.949 a 39.424). O lo que es lo mismo, el 1% de los socios de las bibliotecas de la Comunidad de Madrid ya se han interesado por el préstamo electrónico y los préstamos electrónicos supondrían el 0,56% del total de préstamos anuales en las bibliotecas de la Comunidad de Madrid.
Supongo que habrá que seguir esperando un tiempo más para ver si las cifras siguen en aumento. Aunque si van gota a gota nos dará el 2216 para ver que el libro electrónico triunfa sobre el préstamo del libro en papel en la bibliotecas de España. Tampoco hay prisa.
Quizás haga falta una mayor colección de títulos digitales, pero con los escasos presupuestos de las bibliotecas y el precio que tienen los libros electrónicos para las bibliotecas lo veo difícil. Quizás la gente no quiere leer en digital por ahora… o quizás la gente no quiere leer libros electrónicos de las bibliotecas y prefiere descargarlos de otros sitios.
Imagen superior cortesía de Shutterstock
[Corrección – Actualización 10/11/2015]
Los datos de usuarios distintos de eBiblio son peor de lo que menciono en la parte superior [sin compararlos ya con el préstamo en papel… ni con nada]. Tal y como aclara Antonio Agustín Gómez en su post Balance del primer año de funcionamiento de “eBiblio Andalucía”: el servicio de préstamo de libros electrónicos de las bibliotecas públicas habría que matizar lo que es usuario distinto.
Usuario distinto, viene a decir, que son los usuarios que acceden mensualmente a la plataforma de eBiblio. Estos usuarios pueden ser los mismos o ser diferentes a los usuarios de meses anteriores, por lo tanto nunca se podrán sumar entre ellos porque muchos se repetirán en el tiempo y son un único usuario.
Ya que no se puede hablar de número absoluto de usuarios en eBiblio hablaré de media mensual de usuarios distintos de eBiblio en los primeros nueve meses de 2015. Anteriormente decía que había un total de 113.548 usuarios de eBiblio. ¡Falso, no hay que sumar!… Hay una media mensual de 12.616 usuarios distintos al mes en eBiblio.
Cataluña, en sus primeros 4 meses de vida, consiguió una media mensual de 5.647 usuarios distintos en eBiblio, seguido de la Comunidad de Madrid (2.781) y Andalucía (1.500). A la cola se sitúan Melilla (9), Illes Balears (33) y Ceuta (33).
Aquí va la media de usuarios de eBiblio al mes en las distintas Comunidad Autónomas:
Ahora bien, como el número de usuarios ha cambiado radicalmente rehago los préstamos por usuario en eBiblio – 2015. En esta ocasión utilizaré tanto la media de usuarios en cada Comunidad Autónoma como la media de préstamos.
Da como resultado una media nacional de 1,41 préstamos electrónicos por cada usuario. No cambia mucho el resultado que comenté anteriormente: Andalucía a la cabeza, seguido de la Comunidad de Madrid y de Cantabria.
Para finalizar me gustaría destacar un pequeño fragmento del post de Antonio enlazado anteriormente:
Por ejemplo la BPE de Huelva en 2014 contaba 45.939 usuarios inscritos con carnet de biblioteca sobre una población de 147.212 habitantes, de los cuales 6.040 se consideraban como prestatarios activos que hicieron uso en algún momento de la colección física. Por el contrario, solo 421 socios de nuestra biblioteca física se han identificado como usuarios de eBiblio; lo que representaría un 6,97% de los denominados prestatarios activos en el último año, o bien un 0,91% del total de socios registrados, hayan hecho uso, o no, del préstamo en papel.
[Siguiente post en mente: Cuánto cuesta cada libro electrónico en función de lo que ha sido utilizado]
Muy buen análisis. Ha sido un primer año de ver qué pasaba con el préstamo del libro digital en nuestro país pero era importante que las bibliotecas empezáramos a prestar este servicio. Consideramos muy positivo que el Ministerio haya apostado por que el servicio se pusiera en marcha de manera coordinada y abarcara la totalidad del territorio y no se convirtiera al final en una guerra de «cada uno por su cuenta». Como bien dices no hay prisa, y tendremos que seguir analizando la evolución del servicio, aunque sí que es verdad es que hemos llegado un poco tarde puesto que son muchos los internautas que ya han andado el «lado oscuro de las descargas». Nuestro papel como bibliotecas es ofrecer este servicio como una alternativa legal y gratuita a la «piratería» en Internet, no nos queda otra. Ejemplo el de este tweet https://twitter.com/bibhuelva/status/651705588100014081
Desde el punto de vista del usuario eBiblio es una chapuza.
Yo tengo un Kindle, que creo que es el lector de libros electrónicos más usado.
Si quiero un libro de lado oscuro, sólo tengo que darle al botón de descarga y en un momento lo tengo en mi Kindle.
Si quiero un libro en eBiblio, resulta que no lo puedo leer en mi Kindle. (En realidad sí puedo, pero no de forma legal)
Para leerlo en otro dispositivo me tengo que descargar el programa de Adobe y registrarme.
En definitiva, tener un libro de manera ilegal es más sencillo que de manera legal, y no hablo del periodo de préstamo, sino de la técnica.
Lo de no poder leer los libros en el Kindle ya es de traca y muestra a las claras que el que creó eBiblio no sabía nada de tecnología.
Muy buen artículo. Gracias. Ahora me explico por qué siempre encuentro los libros que quiero disponibles en eBiblio. Casi no hay «competencia» para tomarlos en préstamo. :P
Supongo que en algunos casos tampoco ayuda cómo está establecido el servicio. Yo soy usuaria de eBiblio, pero lo soy gracias a que tengo un carnet de biblioteca de Galicia, porque en Baleares, donde vivo, solo está disponible a través de una de las bibliotecas de Palma y para darte de alta tienes que ir en persona a esta biblioteca y hacerte socio. No es lo más cómodo, desde luego, sobre todo para la gente que no vive en esa ciudad y que podrían sacarle mucho más partido a la biblioteca online…
Un saludo
[…] Solamente el 1% de los socios de bibliotecas en España ha utilizado eBiblio jQuery.ajax({type:"GET",async:false,url:"http://www.julianmarquina.es/wp-content/plugins/post-views/post-views.php",data:"cache_post_id=22036&cache_view_type=normal&cache_output_type=excerpt",cache:false}); La semana pasada me pasaron desde el Ministerio de Educación, Cultura y […]
[…] nuestro colega Julián Marquina ha publicado en su blog el artículo “Solamente el 1% de los socios de bibliotecas en España ha utilizado eBiblio”. Sobre el mismo queremos comentar que, desde nuestro punto de vista, la forma en que utiliza las […]
Como lector regular, me parece que el problema principal que limita el uso de eBiblio es el ecosistema de software profundamente restrictivo que se requiere.
Para empezar, soy usuario de un sistema operativo GNU/Linux y creo firmemente en el uso de software libre. Para leer obras prestadas de eBiblio, se me obliga a utilizar Adobe Digital Editions (software propietario) y para colmo, éste sólo está disponible para sistemas operativos Windows o Macintosh (también propietarios).
Además, el formato con el que uno debe (legalmente) leer los libros está sellado con un sistema de DRM que limita una barbaridad lo que se pueda hacer con el contenido descargado, sin siquiera llegar a los límites de aquello considerado fraudulento. Por ejemplo, no puedo leer libros de eBiblio en mi Kindle. Sinceramente, no vale la pena todo el esfuerzo para adaptarse a tales medievalidades, prefiero descargar el contenido de forma ‘ilegal’ y proceder a una lectura sin trabas, no muy lejos de lo considerado ‘legal’.
Muchísimas gracias Pol por contar tu experiencia con eBiblio. Saludos.
La primera vez que entre en ese portal, vi un entorno poco cuidado, me propuse descargar un ejemplar, (mas por prueba que por gusto), y cual es mi sorpresa que me baja un “link”, ( .acsm), solo compatible con Adobe, ¿que pasa con los usuarios de sistemas Linux?, se que somos pocos, pero ¿no tenemos el mismo derecho a la cultura que el resto?
Por otra parte os sorprenderíais de la cantidad de puestos linux que se crean con ordenadores desahuciados en otros sistemas, (windows sobre todo), para donarlos a instituciones con pocos recursos, ¿tampoco tienen acceso a la lectura por ni dispones de una maquina actualizada?
Me parece absurdo como se ha montado este servicio, solo apoyado sobre una única empresa que no da soporte mas allá de los clientes de los que puede obtener beneficio con otro tipo de servicios asociados.
Mal, muy mal.